Que recuerdos, en 1995 tenía pelazo de anuncio, estaba delgadísimo, me amaba a una shortina (Bueno, Susi no llevaba shorts, era una mujer decente que antes de caer en mis redes, ni comia carne en cuaresma) y no me dolían nunca las rodillas. Me acuerdo de aquel episodio porque en la radio dijeron que el delegado del Celta, que entregó el aval por la tarde en vez de por la mañana, se llamaba Atilano Vecino, que debe ser el nombre más paco que te puedes echar a la cara.
Quien pillara aquellos tiempos, carajo.