La mentira laportista es una densa telaraña. Pacientemente tejida para que lo que hoy se anuncia como si fuera la salvación del club mediante otra jugada maestra,
caiga por su propio peso, y su propia falsedad, cuando la memoria de pez del aficionado culé esté entretenida con cualquier otra añagaza.
Barça Studios
es mentira, por lo menos tal como está planteado, y los avales también formaban parte de la entelequia, como ha quedado demostrado. El único inversor que estaba dispuesto a invertir su dinero -
Libero- salió por patas cuando se dio cuenta del monumental engaño.
La salida a bolsa de
Barça Media, que es como se rebautizó Barça Studios por ver si pillaba desprevenido a cualquier ingenuo, y que tenía que llevarse a cabo con un valor de la sociedad que aspiraba a los 1.000 millones de euros, ha quedado abortada. Manel Pérez en La Vanguardia explica que la noche del viernes, el socio que el club había engatusado para esta colocación, la sociedad Mountain, comunicó al regulador bursátil (SEC) que abandonaba definitivamente.
Con la mentira de Barça Studios,
Tebas se dejó enredar por Laporta la primera vez creyéndose que el club estaba en un proceso de saneamiento económico que evidentemente ni estaba ni se le esperaba, y en lugar de aprovecharlo Laporta para ser prudente y medirse en sus gastos, usó el dinero del monopoly para derrochar interesadamente, que significa pulirse el resto con fichajes hechos siempre a través de sus comisionistas amigos. Con la mentira de Barça Media, y de la delirante salida a bolsa y de los todavía más delirantes 1.000 millones, que
ABC denunció y ridiculizó y por lo que recibimos toda clase de intimidaciones, intentó engañar al presidente de La Liga por segunda vez pero el decorado era tan frágil y tan temerario, que era sólo cuestión de tiempo que se viniera abajo, como efectivamente ha pasado.