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Julio Alberto: "El Barcelona no me quiere ni ver porque he tomado drojas"



"La droja sólo es el elemento que utilizo para quitarme de en medio", ha argumentado el ex-futbolista.
EFE 19 de julio de 2002 00:00h CEST

El ex internacional español y jugador del Atlético de Madrid y Barcelona Julio Alberto Moreno, quien el pasado miércoles intentó suicidarse en la habitación de un hotel de la Ciudad Condal, ha acusado al club catalán de no querer ayudarle por ser drojadicto.

En una entrevista concedida al programa de Onda Rambla 'Tarda de tots' (Tarde de Todos), Julio Alberto ha asegurado que "en el Barcelona no me quieren ni ver, porque he tomado drojas, y me han dado con la puerta en las narices cuando les he ido a pedir 20.000 veces trabajo".


El también ex futbolista del Atlético de Madrid y de la selección español desveló que, hace unos meses, le pidió a Anton Parera, director general adjunto de la entidad barcelonesa "un sueldo para iniciar un proyecto en Costa Rica", demanda que no tuvo respuesta.
Se siente sólo
Julio Alberto, ha reconocido sentirse solo y cansado de vivir. "No tengo ganas de seguir, se acabó. Estoy harto de pelear por la calle, de pedir trabajos, de ser un mal padre, un mal hijo, un mal amigo", manifestó.
El ex futbolista, que está atravesando por una profunda depresión, se definió como "un cubo de sarama y un ídolo de cosa", pero no responsabilizó a las drojas de su dramática situación. "La culpa no es de la droja, la culpa es mía.
Un enfermo
"La droja sólo es el elemento que utilizo para quitarme de en medio", argumentó Julio Alberto, quien desveló que fue capaz de consumir "25 gramos de cocaína en un solo día", lo que le provocó un coma.
El ex jugador azulgrana sigue con su intención de marcharse a Costa Rica, porque se ve incapaz de sobrevivir en España, sobre todo en Barcelona o Madrid.
"En estas ciudades no puedo vivir, porque conozco toda la gente que se mueve en esto de la droja y tengo demasiados recuerdos", ha apuntado Julio Alberto Moreno, quien aseguró que sólo hay una cosa que podría devolver la fuerza para seguir luchando: un trabajo en el mundo del fútbol.