[HILO OFICIAL] ¡Aleluya hermanos: el EURIBOR al 0,000% ha llegado!

Interesante artículo y muy recomendable, más de uno me ha preguntado sobre este tema estos meses atrás:

¿Cómo funciona una espiral deflacionista y por qué puede ser una trampa letal para la Eurozona?


¿Cómo funciona una espiral deflacionista y por qué puede ser una trampa letal para la Eurozona?
  • La caída de los precios llega con un BCE exhausto y con el arsenal ya desplegado
  • En el periodo de 'deflación' 2014-2016' había margen para bajar los tipos
  • De Cos: "La política monetaria no es tan efectiva para luchar contra la deflación"
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EURUSD
1,1979+0,35%
  1. Vicente Nieves
17:01 - 30/11/2020

La crisis del el bichito-19 ha llegado en un momento en el que las economías avanzadas, como la zona euro, ya se enfrentaban a una serie importante de riesgos: baja productividad, envejecimiento de la población, sostenibilidad de las pensiones, baja inflación... Esta crisis ha acelerado ciertas tendencias a la par que ha convertido a algunos de estos problemas futuros en presentes, como es el caso de la baja inflación y las dificultades de la banca central para impedir esta deriva. La zona euro podría enfrentarse a una trampa deflacionista y sin las armas necesarias para escapar de la misma.

Es cierto que la economía de la zona euro aún no se encuentra dentro de una espiral deflacionista, pero el riesgo se eleva con cada dato mensual de inflación en medio de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. El IPC armonizado del bloque lleva casi un año desinflándose (desinflación), incluso antes de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo se veía esta tendencia que ahora se ha agudizado. Además, la reciente fortaleza del euro, rozando los 1,2 dólares, supone un lastre más para la inflación, sobre todo si la moneda única sigue apreciándose. Los expertos coinciden en señalar que a corto plazo el gran riesgo es la deflación (en el medio y largo plazo puede ser bien distinto).

¿Qué tiene de malo que bajen los precios? Parece el sueño de cualquier consumidor. Sin embargo, en economía, lo que de forma individual puede parecer una bendición, de forma agregada puede ser un gran problema. Unos precios congelados o a la baja pueden llevar a millones de consumidores a retrasar sus decisiones de consumo (o inversión: quién va a comprar una casa si prevé que su precio bajará), lastrando el crecimiento económico y el resultado de las empresas, que a su vez recortarán sus planes de inversión y de creación de empleo. Se crea un círculo vicioso con nefastas consecuencias. Algo similar pasa con el ahorro. Que una familia ahorre puede ser positivo de forma individual, pero si todas ahorran a la vez (reducen el consumo), la economía se hunde, se genera desempleo y al final termina cayendo la renta de las familias.


inflacion-general-zona-euro.jpg


Ahora, el el bichito ha agravado la situación llevando los precios a territorio negativo en los tres últimos meses. Lo peor es que la tendencia es clara, un IPC más negativo. El propio Banco Central Europeo descartó en su última reunión una vuelta de la inflación, al menos, hasta 2021. A diferencia de 2014-2015, en esta ocasión la zona euro se encuentra en una crisis profunda y el BCE ya ha desplegado el grueso de su arsenal, lo que limita las opciones para abandonar esta tendencia y aumenta el riesgo de que se convierta en una espiral.

Este principio de deflación es síntoma de una demanda muy débil, que en los próximos meses podría seguir perdiendo fuerza, generando un círculo vicioso en el que los consumidores retrasan sus decisiones por la enorme incertidumbre y porque ven que los precios no paran de bajar, lo que a su vez genera una deflación aún mayor. De convertirse en realidad este escenario, la Eurozona se enfrentaría a una espiral deflacionista dentro, a su vez, de una trampa de liquidez. El BCE ha bajado ya los tipos de interés oficiales por debajo de cero y ha desplegado grandes programas de estímulo, lo que merma el margen de actuación.

Marchel Alexandrovich, economista de Jefferies, reconocía en una nota que el riesgo de deflación en la zona euro se encuentra al alza. "Un tercio de toda la cesta de bienes y servicios de la zona euro se encuentra ya en deflación (precios a la baja)". Philippe Waechter, economista de Natixis, también advertía en un análisis reciente sobre la Eurozona de que "la mayor amenaza a corto plazo es la deflación". La baja inflación observada en la zona del euro se traducirá en una dinámica salarial muy débil. Mientras las restricciones sanitarias continúen afectando a la actividad, la demanda será escasa, aseguraba el experto.

Peor que en 2014-2016

En los últimos meses, la situación empieza a recordar al escenario que se vivió 2014-2016, pero cuenta con varios agravantes que hacen de este riesgo uno de los más peligrosos para la economía Europea. Por un lado, el grado de incertidumbre es mucho mayor ahora que en 2015, cuando no había ninguna esa época en el 2020 de la que yo le hablo azotando al Viejo Continente. Por otro lado, la economía está atravesando una zona de grandes turbulencias que además están afectando a la medición de precios, lo que complica aún más la toma de medidas para subsanar la situación.


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También resulta relevante que la inflación subyacente están en mínimos históricos (0,2%), mientras que en el periodo 2014-2016 no bajó del 0,6%. Por último, la política monetaria llega exhausta para luchar contra esta caída de la inflación: todas las herramientas a disposición del BCE están fuera de su caja y como mucho se puede ampliar su tamaño, un movimiento cuyo impacto podría ser escaso dados los rendimientos decrecientes (y riesgos crecientes) de estas políticas.

¿Cómo funciona una espiral deflacionista?

Esto último es lo que puede convertir un periodo de deflación en una espiral deflacionista. Olivier Blanchard, profesor de la Universidad de Harvard, explica este fenómeno en sus manuales de macroeconomía de forma concisa. "Cuando la inflación cae por debajo del nivel deseado, la labor del banco central parece sencilla: reducir los tipos de interés hasta que la producción haya vuelto a su nivel natural". Si la inflación está, por ejemplo, al 1,5% y los tipos de interés en el 3%, el banco central puede bajar el precio del dinero con facilidad hasta que la economía alcance un nuevo punto de equilibrio.

¿Qué pasa si los tipos de interés ya están en el 0% y la inflación no mejora? "Si la economía está muy deprimida, el tipo de interés necesario para devolver la producción (el PIB) a su nivel natural puede ser negativo. Sin embargo, la restricción del límite inferior cerca de cero (zero lower bound) puede hacer imposible alcanzar este tipo de interés real negativo. Supongamos, por ejemplo, que la inflación inicial es cero. Debido al límite inferior, el tipo de interés más bajo que puede usar el banco central es 0%, lo que, combinado con una inflación cero, implica que el tipo de interés real es de 0% (real quiere decir descontando la inflación)... Esto da inicio a lo que los economistas llaman una espiral de deflación o una trampa de deflación", explica Blanchard.


La fortaleza del euro acorrala al BCE y desata el miedo a una espiral deflacionista
La fortaleza del euro acorrala al BCE y desata el miedo a una espiral deflacionista


Si la inflación, además, cae por debajo de cero (como está ocurriendo ahora) y los tipos de interés nominales que establece el banco central no pueden adentrarse mucho más en territorio negativo, la política monetaria adoptará de forma involuntaria una postura contractiva, en lugar de expansiva. Consumidores y empresas retrasarán sus decisiones de compra e inversión esperando que bajen más los precios y "la deflación se hará cada vez más grande. Es poco lo que puede hacer el banco central, la economía irán de mal en peor. Este escenario no es solo una preocupación teórica. Este es en gran medida el escenario que se desarrolló durante la Gran Depresión entre 1929 a 1933, la inflación se convirtió en una deflación cada vez mayor", sentencia Blanchard.

Preocupación en la banca central

Aunque los esperanzadores avances en las banderillas contra el el bichito-19 están retirando parte de la incertidumbre y generando optimismo en los mercados, los banqueros centrales ven con preocupación la tendencia de los precios en la zona euro y el escaso margen de actuación. En el periodo 2014-2016 todavía había margen para bajar los tipos y no existía un programa de compra de bonos. En la zona euro, el tipo de interés de la facilidad de depósito del BCE ya se encontraba en el -0,5% antes de la crisis del el bichito-19. Los tipos se encuentran en su límite inferior, ya no hay una tras*misión perfecta de la política monetaria porque los bancos tienen dificultades para trasladar los tipos negativos a sus clientes. Esto se conoce como cota inferior de los tipos o zero lower bound.

Esta semana, Pablo Hernández Cos ponía de relieve en un discurso esta compleja situación: "La cota inferior a los tipos de interés introduce una asimetría en la conducción de la política monetaria. Si la inflación sube por encima de su objetivo, los bancos centrales pueden subir los tipos de interés lo que sea necesario para 'enfriar' la economía. Sin embargo, ante shocks deflacionistas que llevan la inflación por debajo del objetivo y al banco central a reducir sus tipos de interés, estos pueden terminar 'chocando' con su cota inferior. Esta asimetría hace que la política monetaria sea potencialmente muy efectiva en su lucha contra la inflación, pero no tanto en su lucha contra la deflación o, incluso, una inflación persistentemente baja. Esto último puede llevar a un peligroso círculo vicioso", reconocía el banquero español.

De Cos sentencia que esto deja un menor espacio para proporcionar estímulo a la economía en períodos recesivos con baja inflación, "lo cual abunda en menores expectativas de inflación, y así sucesivamente. En este contexto de tipos naturales históricamente bajos, pérdida de capacidad de maniobra para la política de tipos de interés y riesgo de desanclaje de las expectativas de inflación, los principales bancos centrales han visto necesario replantearse su estrategia de política monetaria, es decir, la manera en que se articulan sus objetivos de política monetaria y cómo se persiguen dichos objetivos con las herramientas disponibles".

Para evitar caer en este tipo de trampas o espirales, los bancos centrales se encuentran inmersos en una profunda revisión de sus políticas monetarias. Dentro de estas revisiones destaca, como no podía ser de otra forma, el objetivo de inflación. Un cambio de este objetivo o de las herramientas para alcanzarlo puede generar unas mayores expectativas de inflación (la inflación que prevén en el futuro los agentes) que lleve a consumidores y empresas a tomar sus decisiones y contribuir al crecimiento económico y, por ende, al de la inflación. Una vez que la inflación levante el vuelo, la tarea para los bancos centrales será mucho más sencilla.
 
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¿Qué le pasa al euríbor? Es el mercado, amigo, y trae malas noticias


¿Qué le pasa al euríbor? Es el mercado, amigo, y trae malas noticias
  • Se espera que en febrero repunte al -0,502% y deje seis meses de mínimos
  • El dato coincide con los cinco años que lleva el índice en terreno negativo
  • Los analistas coinciden en que se moverá en valores similares en 2021 y 2022
hipoteca-casa-cuentas-istock.jpg
Foto: iStock

  1. Francisco S. Jiménez
  2. María Medinilla
26/02/2021 - 13:39

El euríbor a doce meses, el índice al que están referenciadas la mayoría de hipotecas en España, cerrará febrero con un leve repunte tras seis meses consecutivos cosechando mínimos históricos. Aunque se mantiene en niveles sin precedentes, el avance de la banderillación y la esperanza en la desaparición paulatina de las restricciones están detrás de la subida.

A la espera de que el Banco de España confirme la tasa definitiva del mes, esta se situará en torno al -0,502%, levemente por encima del -0,505% marcado en enero, último mínimo histórico del indicador que justo ahora cumple cinco años en negativo.
A pesar de la ligera subida, la de febrero es su segunda tasa más baja registrada hasta la fecha.

El repunte no se traducirá, de momento, en subidas en las hipotecas que revisen su préstamo con este dato: las cuotas seguirán a la baja porque el dato de febrero está muy por debajo del -0,288% registrado el mismo mes en 2020. En un ejemplo del comparador HelpMyCash.com, en el caso de una hipoteca media de 150.000 euros, con un plazo de 25 años y un interés de euríbor más 1%, el ahorro sería de unos 14 euros mensuales, o unos 170 anuales.

¿Por qué afecta el mercado al euríbor?

Buena parte de las hipotecas en España están referenciadas al euríbor. Este índice no es más que otro indicador de los intereses en el mercado. Se elabora a través de un panel de banco que participan en el mercado de préstamos interbancarios. Las entidades financieras no solo encuentran financiación por parte del BCE, también la piden a otros bancos. Con este tipo de operaciones se elabora el índice, con lo que tarde o temprano los intereses de los préstamos entre los bancos reflejarán las presiones que hay en otras partes del sistema financiero.

Actualmente hay fuertes tensiones en uno de los mayores mercados de deuda del mundo, como es el mercado de bonos soberanos. Los intereses en el mercado secundario están subiendo con fuerza porque está creciendo fuerza las expectativas de una recuperación económica global gracias a la eficacia de las banderillas y a los esfuerzos de los bancos central en política monetaria. Los inversores están descontando que el repunte económico vendrá acompañado de inflación.

Más intereses significa mayores costes de financiación para las empresas y familias, incluido las hipotecas. "Es probable que este escenario continúe", indica Susan Joho, economista de Julius Baer, que reconoce que "el mercado está probablemente demasiado ansioso por un rápido crecimiento".

¿Qué tendencia cabe esperar?

El leve avance de febrero no significa, a priori, que el terreno positivo del que el índice salió en febrero de 2016 vaya a recuperarse en tiempo récord pero sí es síntoma de la confianza en que a la crisis sanitaria le quede poco tiempo, principalmente gracias a la banderillación masiva. Cabe subrayar que la tasa de inflación de la eurozona también ha experimentado su primer repunte tras varios meses en negativo, situándose en enero en el 0,9%.
La mayoría de los expertos coinciden en que el euríbor podría moverse en valores similares a los actuales durante este año y, probablemente, también en 2022 a menos que el fin de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo se acompañe de una subida de la inflación por encima del 2% que lleve al Banco Central Europeo (BCE) a subir tipos para contenerla, con el consecuente aumento del índice hipotecario en tal caso. El Departamento de Análisis de Bankinter, por ejemplo, prevé que el indicador cotizará a una media del -0,45% en 2021 y del -0,42% en 2022.

Aún así, ningún escenario puede descartarse mientras dure la incertidumbre.

El rally en pleno confinamiento

El euríbor ya vivió un rally inesperado para los hipotecados el año pasado. Durante el inicio de los bloqueos en la mayoría de países, entre marzo y abril, subió con fuerza casi se puso en positivo.

En esa ocasión lo que provocó el repunte fue que el mercado interbancario de préstamos sufrió fuertes tensiones por la incertidumbre provocada por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. La rápida respuesta de los bancos centrales evitó que el sistema financiero volviera a colapsar como en 2008, cuando los bancos dejaron de prestarse dinero.
 
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