Cilindrin
Himbersor
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Pues eso.
Me meto en un bar porque me estaba cagando, hago como que soy cliente de los que estan en la terraza y le pregunto al camarero donde estan los retretes.
- Al fondo a la derecha.- me indica el camarero con un gesto que, en realidad, me indica al fondo a la izquierda.
- Ah, vale, gracias.
- Oye, lo que te tienes que poner la mascarilla.- me añade a la explicacion.
- Yo... Es que me la ha robado un mago y me estoy cagando.- le digo con semblante muy serio.- Si no me dejas ir YA, te dejo el zurullo aqui delante de la barra y lo de la mascarilla se lo cuentas a los clientes. ¿Estamos?
Dejo perplejo al camarero, que entiende que es mejor no tocarme las pelotas, por lo que pueda pasar.
Una vez en el indodoro, cago un zurullo que al principio parece un perfect, pero que luego resulta ser hibrido y remato la cagada con un escopetazo diarreico. No se, debe de ser algo que he comido un rato antes.
En fin, que una vez hecho el trabajo, me salgo y resulta que ha aparecido Alberto Chipotle (¿Se llama asi no?) y estan rodando un episodio de "Pesadilla en la Cocina".
Sin que me vean, robo un delantal de camarero y me pongo una mascarilla que encuentro en el bolsillo del delantal. Me intriga saber si la cosa que encuentran en las cocinas es real o la meten los de produccion, asi que tengo que pretender ser uno de los camareros.
Mi destreza como espia es de primer orden y nadie se da cuenta de que soy un polizonte. Finjo acento argentino y a todo lo que me preguntan o me indican les respondo con un escueto: "Oido cocina".
Alberto Chipotle me agarra del brazo y las camaras me enfocan el gepeto:
- Bueno, y dime ¿cual crees que es el principal problema del restaurante?- me pregunta ya como regañandome, el iluso este.
- Pues que el propietario no me paga y me tiene esclavizado. Si eso vamos a la cocina que te enseño lo mal que esta todo.- le digo para poder entrar en la cocina el primero y mirar si lo del programa es trola o no.
Entramos en la cocina y veo a uno de produccion con el cubo de la sarama, sacando la cosa del cubo y esparciendola por debajo del lavaplatos. Chipotle le regaña:
- ¡jorobar Jonathan! ¡Que esto lo tenias que haber hecho lo primero, que ahora ya estabamos grabando!
- Lo, lo, lo sie, sie, siento, se, se, señor Chipotle. No, no, no vo, vo, volvera a pasar.- se disculpa el becario de produccion.
- Va, sal de plano de una fruta vez.- ordena Chipotle al becario, y luego se vuelve a camara- Tu sigue grabando, que a este subser lo editaremos fuera en pospo.- y dirigiendose a mi- Bueno, a ver, enseñanos como esta la cocina.
Y yo les abro la puerta de la camara frigorifica y nos encontramos a un tipo congelado y a trozos colgando de unos ganchos, con una cartulina escrita a mano:
"Esto les va a pasar a todos los chingados del Cartel de Jalisco Nuevas Generaciones (CJNG) que se metan en el territorio de Los Zetas"
Chipotle se pone blanco y enmudece. El becario empieza a gritar como una parturienta, y entonces entra una protocharo de produccion, ajena al espectaculo, diciendo, a grito pelao:
- ¡Oye Alberto, que nos hemos equivocado de restaurante, que nosotros tenemos que entrar en el de al lado, que es el 26bis, que ya decia yo que este tenia poca pinta de restaurante de fusion japones jovenlandes!
El camara y el sonidista, impasibles, siguen rodando y todo sale niquelao en cuanto a encuadre y sonido.
Con los gritos aparecen unos mejicanos del almacen del restaurante, que en realidad tiene mas pinta de bar, pero bueno, como no soy experto en hosteleria tampoco me aclaro.
Los mejicanos van con machetes y pistolas, y nos hacen entrar a todos en el almacen. El mejicano mas chungo de todos agarra un cutter en vez de un machete, con lo que yo veo que estos van en serio y nos van a hacer un Bataclan version ranchera. Alberto Chipotle se pone de rodillas y empieza a rogar por su vida.
- Matad al becario y a la de produccion, pero a mi dejadme ir, que soy un chef famoso.
El cabecilla de los mejicanos responde friamente:
- De aqui no va a salir nadie vivo y a usted le vamos a deshoyar como a un cochino.
- Desollar va sin hache y con elle.- le corrijo al mejicano.
- ¿Y pues? ¿Usted quien carajo es? ¿Y como se atreve a corregirme?
- Yo es que he entrado de estranquis para soltar un zurullo y me he disfrazado de camarero.
En ese momento me quito el delantal y la mascarilla.
La cara del narco se le ilumina y los ojos se le ponen vidriosos.
- ¡Hombreeeee! ¡Cilindrin! ¡Que gusto verle por aca! ¿Se acuerda de mi?
- Pues ahora no caigo, la verdad.
- ¡Estuvimos en prision hace poco, compartimos patio hasta que usted se fugo!- me dice mientras me da dos besos y me abraza.- ¡Que pena que se fuera, estuvimos todos bien tristes y no supimos mas de usted! ¿Por que no nos escribio?
Ah, ya recuerdo al tio este. Es un plasta de huevones, de los que empiezan a hablar y no paran.
- Ah, ya, si, ya me acuerdo... Un poco, no mucho, pero me suenas un poco. ¿El bar es tuyo?
- Es un restaurante.- me corrige Chipotle.
- Oiga no me corrija al maestro, maldito rellenito macho cabrío.- dice el narco mientras de un golpe de cutter le cercena una oreja a Chipotle, que se pone a gritar como un cochino.- y dirigiendose a mi- ¿Quiere tomar algo, maestro?
- Pues ya que estamos, quiero un gintonic y unas tapas.
- Tapas no tengo, pero unos taquitos de cochinita pibil y unos nachos con guacamole, que son bien ricos... Y de beber mejor una coronita, ¿no, compadre?
Y bueno, los taquitos estaban ricos y los nachos tambien, pero otro dia creo que voy a pedir quesadillas y en vez de una coronita les pedire un margarita de mango, que me gusta mas que el margarita tradicional.
Me meto en un bar porque me estaba cagando, hago como que soy cliente de los que estan en la terraza y le pregunto al camarero donde estan los retretes.
- Al fondo a la derecha.- me indica el camarero con un gesto que, en realidad, me indica al fondo a la izquierda.
- Ah, vale, gracias.
- Oye, lo que te tienes que poner la mascarilla.- me añade a la explicacion.
- Yo... Es que me la ha robado un mago y me estoy cagando.- le digo con semblante muy serio.- Si no me dejas ir YA, te dejo el zurullo aqui delante de la barra y lo de la mascarilla se lo cuentas a los clientes. ¿Estamos?
Dejo perplejo al camarero, que entiende que es mejor no tocarme las pelotas, por lo que pueda pasar.
Una vez en el indodoro, cago un zurullo que al principio parece un perfect, pero que luego resulta ser hibrido y remato la cagada con un escopetazo diarreico. No se, debe de ser algo que he comido un rato antes.
En fin, que una vez hecho el trabajo, me salgo y resulta que ha aparecido Alberto Chipotle (¿Se llama asi no?) y estan rodando un episodio de "Pesadilla en la Cocina".
Sin que me vean, robo un delantal de camarero y me pongo una mascarilla que encuentro en el bolsillo del delantal. Me intriga saber si la cosa que encuentran en las cocinas es real o la meten los de produccion, asi que tengo que pretender ser uno de los camareros.
Mi destreza como espia es de primer orden y nadie se da cuenta de que soy un polizonte. Finjo acento argentino y a todo lo que me preguntan o me indican les respondo con un escueto: "Oido cocina".
Alberto Chipotle me agarra del brazo y las camaras me enfocan el gepeto:
- Bueno, y dime ¿cual crees que es el principal problema del restaurante?- me pregunta ya como regañandome, el iluso este.
- Pues que el propietario no me paga y me tiene esclavizado. Si eso vamos a la cocina que te enseño lo mal que esta todo.- le digo para poder entrar en la cocina el primero y mirar si lo del programa es trola o no.
Entramos en la cocina y veo a uno de produccion con el cubo de la sarama, sacando la cosa del cubo y esparciendola por debajo del lavaplatos. Chipotle le regaña:
- ¡jorobar Jonathan! ¡Que esto lo tenias que haber hecho lo primero, que ahora ya estabamos grabando!
- Lo, lo, lo sie, sie, siento, se, se, señor Chipotle. No, no, no vo, vo, volvera a pasar.- se disculpa el becario de produccion.
- Va, sal de plano de una fruta vez.- ordena Chipotle al becario, y luego se vuelve a camara- Tu sigue grabando, que a este subser lo editaremos fuera en pospo.- y dirigiendose a mi- Bueno, a ver, enseñanos como esta la cocina.
Y yo les abro la puerta de la camara frigorifica y nos encontramos a un tipo congelado y a trozos colgando de unos ganchos, con una cartulina escrita a mano:
"Esto les va a pasar a todos los chingados del Cartel de Jalisco Nuevas Generaciones (CJNG) que se metan en el territorio de Los Zetas"
Chipotle se pone blanco y enmudece. El becario empieza a gritar como una parturienta, y entonces entra una protocharo de produccion, ajena al espectaculo, diciendo, a grito pelao:
- ¡Oye Alberto, que nos hemos equivocado de restaurante, que nosotros tenemos que entrar en el de al lado, que es el 26bis, que ya decia yo que este tenia poca pinta de restaurante de fusion japones jovenlandes!
El camara y el sonidista, impasibles, siguen rodando y todo sale niquelao en cuanto a encuadre y sonido.
Con los gritos aparecen unos mejicanos del almacen del restaurante, que en realidad tiene mas pinta de bar, pero bueno, como no soy experto en hosteleria tampoco me aclaro.
Los mejicanos van con machetes y pistolas, y nos hacen entrar a todos en el almacen. El mejicano mas chungo de todos agarra un cutter en vez de un machete, con lo que yo veo que estos van en serio y nos van a hacer un Bataclan version ranchera. Alberto Chipotle se pone de rodillas y empieza a rogar por su vida.
- Matad al becario y a la de produccion, pero a mi dejadme ir, que soy un chef famoso.
El cabecilla de los mejicanos responde friamente:
- De aqui no va a salir nadie vivo y a usted le vamos a deshoyar como a un cochino.
- Desollar va sin hache y con elle.- le corrijo al mejicano.
- ¿Y pues? ¿Usted quien carajo es? ¿Y como se atreve a corregirme?
- Yo es que he entrado de estranquis para soltar un zurullo y me he disfrazado de camarero.
En ese momento me quito el delantal y la mascarilla.
La cara del narco se le ilumina y los ojos se le ponen vidriosos.
- ¡Hombreeeee! ¡Cilindrin! ¡Que gusto verle por aca! ¿Se acuerda de mi?
- Pues ahora no caigo, la verdad.
- ¡Estuvimos en prision hace poco, compartimos patio hasta que usted se fugo!- me dice mientras me da dos besos y me abraza.- ¡Que pena que se fuera, estuvimos todos bien tristes y no supimos mas de usted! ¿Por que no nos escribio?
Ah, ya recuerdo al tio este. Es un plasta de huevones, de los que empiezan a hablar y no paran.
- Ah, ya, si, ya me acuerdo... Un poco, no mucho, pero me suenas un poco. ¿El bar es tuyo?
- Es un restaurante.- me corrige Chipotle.
- Oiga no me corrija al maestro, maldito rellenito macho cabrío.- dice el narco mientras de un golpe de cutter le cercena una oreja a Chipotle, que se pone a gritar como un cochino.- y dirigiendose a mi- ¿Quiere tomar algo, maestro?
- Pues ya que estamos, quiero un gintonic y unas tapas.
- Tapas no tengo, pero unos taquitos de cochinita pibil y unos nachos con guacamole, que son bien ricos... Y de beber mejor una coronita, ¿no, compadre?
Y bueno, los taquitos estaban ricos y los nachos tambien, pero otro dia creo que voy a pedir quesadillas y en vez de una coronita les pedire un margarita de mango, que me gusta mas que el margarita tradicional.