Arthur Schopenhauer escribió:
Es un error compadecer la falta de alegría de la vejez y lamentar que algunos placeres le son negados.
Todo placer es relativo, a saber, no es más que la satisfacción, el saciar una necesidad;
el hecho de que el placer queda suprimido cuando se elimina la necesidad es tan poco lamentable como el de que alguien no puede seguir comiendo después de levantarse de la mesa o que no puede seguir durmiendo después del descanso nocturno.
Es mucho más correcto el juicio de Platón (República, I) sobre la vejez por considerarla feliz en cuanto finalmente se calma la apetencia carnal por las mujeres.