Taliván Hortográfico
ПРЕД P И B ВИНАГИ СЕ ИЗПИСВА M
Pues vaya fruta m*erda de recreación. Y no lo digo por la calidad infográfica estilo 1992.
Observe al gigante. Suponiendo que fuera cuatro veces más alto que una persona normal de su misma complexión, por una ley matemática inexorable, debería pesar sesenta y cuatro veces más. Digamos, entre cuatro mil y seis mil kilos.
Y ahora observe sus tobillos. ¿Se cree usted que cada uno de esos tobillos, hechos de la misma carne y tejido que los nuestros, podría aguantar cuatro mil kilos cada vez que el gigante diera un paso? Y si diera un salto, multiplique la presión por cuatro o cinco. Un ser que pesa como un elefante tiene que tener patas de elefante. Y a ser posible, cuatro.