Hablemos de los shishis postizos de los tras*exuales.

La meta de muchos tras*exuales que van de hombre a mujer es ése. Ponerse un shishi para ser una mujer real. ¿Pero realmente es el mismo shishi que el de una mujer?. Eso vengo a explicar.

El neocoño lo hacen a través de un agujero en el pubis y reutilizan parte de los órganos masculinos para tal fin. El crítoris lo sacan a través del prepucio. Los labios vaginales a través de la piel del escroto. El placer lo obtienen a través de un hilo fino que conecta desde la base del miembro viril y el glande que reutilizan. El problema de todo esto son varios.

La herida que simula al interior de la vagina, al ser una herida abierta tiende a cicatrizar. Es decir a cerrarse. Por lo que hay que usar dilatadores para que eso no suceda. Al principio muy a menudo y luego reduces la tendencia. Pero hay que hacerlo cada cierto tiempo para que dicho agujero no cierre. Una vagina falsa no lubrica, ni consigue el mismo placer que el de una mujer. Hace décadas estas operaciones no salían bien y muchos tras* ya no obtenían placer con la neovagina. Ahora parece que sí lo pueden obtener al menos estimulando el neoclítoris. Pero no garantizan obtener placer con la penetración. Por eso hay tras* que no quieren operarse a día de hoy.

Un hombre debería de notar más todo esto. Al amarse una neovagina tiene que notar que el tacto no es igual, que no lubrica naturalmente y que no se palpa el cuello del útero entre otras cosas(porque no existe). Si realizas sesso oral es como absorber un miembro viril amputado.

Ahora viene algo más poco agradable y que no suele saberse. Esas neovaginas suelen tener tendencia a crear pelo dentro del agujero. También supuran líquido prostático.



Esto para el que vea todo el proceso de tras*formación. Es más saludable encular a un shemale y hacerle a la vez una manola que amarse un shishi moderno de esos. Esto viene porque siempre conocí a hombres que decían que con regazo no catarían a un tras*exual, pero operado sí. Es un gran error pensar así porque la ciencia no ha avanzado tanto.

Pero es todavía peor los tras* que pasan de mujer a hombre. A estos les cierran los labios vaginales y le simulan un escroto. El crítoris lo tienen agrandado debido a las hormonas, simulando un micropene. Lo que hacen es usar una especia de inflador o jeringa para aumentar el tamaño de ese crítoris y simular un miembro viril. Pero como os imagináis, ni es lo mismo, ni eyacula, ni nada de eso.