Inmigración: Habla Zouhier, uno de los jovenlandeses del 11M.

Ni saben quienes organizaron el atentado.

Que hubieran cogido a un demente inimputable.

"Quienes buscan la verdad merecen el castigo de encontrarla" (Santiago Rusiñol).
Yo no encontré la verdad pues tampoco sé quienes organizaron el atentado, pero desde luego que me tragué la pastilla roja y desde entonces ya no caben pastillas azules por mis tragaderas.

Tengo entendido que el Zouham está demente porque no reconoce su participación en el atentado y aún debe de seguir en situación de aislamiento sin disfrutar de ningún beneficio penitenciario como un cuaderno o un tablero de ajedrez.

Escogieron a éste porque tenía un locutorio telefónico y a través de los teléfonos podían imputar a cualquiera achacándole llamadas y contactos inexistentes.
Todavía me acuerdo de la jocosa intervención del Sanchez Manzano (el jefe de los de la TEDAX, ya ves tú) en el juicio hablando de números telefónicos.

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FREE ZOUHAM o abandonad toda esperanza.
 
Lo de que Zouhier era chivato (informante de clase A, jua, jua, jua) salió a la luz tras pasarse tres días esposado a un radiador en no sé qué comisaría, y éso fue mes y pico, quizá más, de que le detuvieran.
Cosa que si hubiera sido cierta nos hubiéramos enterado bien pronto. Les recuerdo que entonces el Pedro J estaba sin desbravar y, como no habían prohibido los anuncios de pilinguis, existía prensa no sometida a la administración.

El chivato estandard era el Trashorras e informaba al policía Manolón, que le quitaría rivalidades y competencias en el menudeo del hachise asturiano.
Mucho vicio hay por allí.

El intercambio de explosivos por hachises es algo puntual que el Manolón le obligaría a hacer al Trashorras en una operación para incitar al delito con el fin de detener a delincuentes, como hace la policía estadounidense disfrazando a las agentes de pilinguis y a los agentes de camellos para detener (y multar) a los consumidores.
Bueno, presuntos, presuntos consumidores.

El único chivato "de clase A" (cómo se nota la mano de la administración en todo) era el Cartagena. (trabajó, trabajaba o trabajaría después de informático para la Caja Madrid e hizo un tiempo de iman en la parroquia de su barrio, lo que entonces decíamos mezquitas de garaje. Entre los fiel a la religión del amores no hay curas y cualquiera puede ser imán si es un tío serio y formal).
Hombre ordenado y metódico que solía tomar notas y elaborar resúmenes de las conversaciones y reuniones que mantenía con sus controladores.
Cosa que sus policías controladores no hacían.

Por no redactar un informe supongo. Jua, jua, jua.

Bueno, pues el del sumario, el que no preguntó por los trenes ni puso el grito en el cielo -o la dimisión en lo alto de la mesa- el juez del Olmo, se las mandó borrar pues las guardaba en unos cuadernos y en unos diskettes que tenía en su casa.
Aún no se había inventado la USB.

Don Pftalato, el Juez Bermúdez, lo que juzgó no fue la realidad incontestable que le describía el contraanális del polvillo del extintor o que la muestra patrón coincidiera con el trozo hallado en la furgoneta Kangoo hasta en la concentración de una impureza, con seis o siete decimales de precisión.
Vamos, que lo que juzgó (y se dejó la sentencia abierta) fue lo que ponía en el sumario.

Ahí fue cuando el R78 (aún no se había inventado el nombre) saltó por los aires, como saltara el coche de don Luis que acabó con el régimen franquista ése.
Ahora estamos en otro régimen, el R11-M, y la soberanía ya no la ostenta el pueblo sino la administración.


Cuidado con los espejismos, que la administración dicta hasta lo que es realidad y lo que no.
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FREE ZOUHAM o abandonad toda esperanza
¿Algún día hablarás de Corsini, https://www.vanitatis.elconfidencia...l-corsini-rica-familia-apodada-tribu_2844240/, o de su jefe Álvarez Cascos, ministro de Fomento y que destruyeron todas las pruebas de las explosiones?
 
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