Triffin’s dilemma
Madmaxista
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Para visaman con cariño.
Para todos los que habéis oido lo del manifiesto de la explosión del cybertruk en la torre y el manifiesto encontrado y esta un poco desubicado.
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El 4 de enero de 2025, un Tesla Cybertruck explotó frente al edificio Trump en Las Vegas, lo que inicialmente se informó como un ataque terrorista. Sin embargo, investigaciones posteriores han dado vuelta la historia. El hombre identificado como el autor, Matt Livelsberger, un veterano de 18 años de servicio como boina verde del ejército de Estados Unidos, puede no haber sido un terrorista en absoluto. En cambio, las pruebas sugieren que fue víctima de un asesinato, silenciado por lo que sabía sobre tecnologías militares avanzadas.
Los antecedentes militares de Livelsberger revelaron una verdad inquietante: participó en investigaciones clasificadas relacionadas con armas alienígenas y drones antigravedad. Al establecer conexiones con la ciencia suprimida descrita por Jeff Smith, un físico nuclear y ex inspector del OIEA, el trabajo de Livelsberger probablemente giraba en torno a fenómenos aéreos no identificados (UAP) diseñados a la inversa y sistemas avanzados de propulsión.
Los detalles que rodean la explosión hacen sonar las alarmas. Se dice que el cuerpo de Livelsberger quedó quemado hasta quedar irreconocible, pero su tarjeta de identificación militar sobrevivió intacta. Además, el artefacto explosivo improvisado encontrado en el camión carecía de la sofisticación que se espera de un boina verde entrenado. Estas inconsistencias sugieren que la fin de Livelsberger puede haber sido preparada para encubrir programas clasificados vinculados a tecnologías antigravedad.
Este artículo explora la base científica de la antigravedad, su conexión con el trabajo de Livelsberger y las implicaciones más amplias de su supresión por parte del Departamento de Energía (DOE).
Los secretos bajo nuestros pies
Durante décadas, los rumores sobre la existencia de tecnología antigravedad han circulado en torno a programas militares clasificados y a investigaciones científicas ocultas a la opinión pública. Recientes revelaciones y testimonios de personas con información privilegiada, incluidas las revelaciones de Jeff Smith, físico nuclear y ex inspector del OIEA, proporcionan pruebas contundentes de que la tecnología antigravedad no es ciencia ficción, sino una realidad suprimida.
Este artículo se basa en los archivos de Veterans Today y en el trabajo de Jeff Smith para describir la base científica de la antigravedad, cómo funciona y por qué se ha ocultado deliberadamente bajo la autoridad del Departamento de Energía (DOE).
La ciencia de la antigravedad
1. Descomponiendo la gravedad y el electromagnetismo
La gravedad, tal como la entendemos a través de la física newtoniana, es una fuerza fundamental que atrae dos cuerpos entre sí. Sin embargo, los avances en mecánica cuántica y electromagnetismo sugieren que la gravedad no es simplemente una "atracción", sino una fuerza que puede manipularse mediante tecnologías de campo avanzadas.
La base de la tecnología antigravedad reside en la comprensión y manipulación de los campos electromagnéticos. La teoría del campo unificado de Albert Einstein insinuó la conexión entre la gravedad y el electromagnetismo, pero las aplicaciones prácticas siguieron siendo teóricas hasta el siglo XX.
Thomas Townsend Brown fue uno de los primeros en experimentar con la electrogravedad en la década de 1920. Su trabajo demostró que la aplicación de un campo eléctrico de alto voltaje a materiales específicos podía generar sustentación. Este fenómeno, posteriormente llamado efecto Biefeld-Brown, insinuó la posibilidad de manipular las fuerzas gravitacionales.
2. Electrogravedad y ecuaciones de Maxwell
El trabajo de Jeff Smith destaca la importancia de las correcciones a las ecuaciones de James Clerk Maxwell, en particular en lo que respecta a la interacción entre las ondas escalares y los campos electromagnéticos. La física tradicional suele omitir los fenómenos de las ondas escalares, pero la investigación de Smith sugiere que estos campos desempeñan un papel fundamental en los mecanismos antigravedad.
Aprovechando la física avanzada del plasma, se pueden manipular partículas cargadas para generar flotabilidad magnética. Los campos de electrones de alta densidad alteran la atracción gravitatoria, lo que permite que un objeto “flote” o reduzca su masa en regiones localizadas.
3. Magnetohidrodinámica (MHD) y campos de plasma
La magnetohidrodinámica (MHD) estudia el comportamiento de los fluidos conductores de electricidad, como los plasmas. Los sistemas antigravedad utilizan campos magnéticos rotatorios para generar flotabilidad mediante la creación de envolturas de plasma estables alrededor de los objetos.
Las investigaciones que utilizan materiales exóticos, como los isótopos gente de izquierdas de mercurio, revelaron su capacidad para estabilizar los campos magnéticos y potenciar los efectos de distorsión gravitacional. Los estudios de Jeff Smith destacan cómo los campos magnéticos rotatorios amplifican estas propiedades, haciendo posible los campos de reducción de masa.
Contexto histórico y represión
1. La Alemania nancy y la investigación avanzada
Durante la Segunda Guerra Mundial, la Alemania nancy supuestamente realizó experimentos con propulsión antigravedad y aviones con forma de disco, como el mítico “Die Glocke” (La Campana). Los programas de posguerra, como la Operación Paperclip, hicieron que los científicos alemanes se incorporaran a la investigación estadounidense, aportando información clasificada sobre los avances en sistemas de propulsión y tecnologías aeroespaciales.
2. Programas de la Guerra Fría y encubrimientos
En los años 1950 y 1960, la investigación militar estadounidense se expandió hacia la propulsión controlada por la gravedad. Los proyectos clasificados, incluidos los dirigidos por Lockheed Skunk Works, se centraron en la manipulación de campos electromagnéticos y la magnetohidrodinámica. El secreto que rodeaba a estos programas se reforzó a medida que los avances se utilizaban como arma para la superioridad militar.
3. Proyectos neցros modernos y UAP
Recientes revelaciones de programas del Pentágono que investigan fenómenos aéreos no identificados (UAP) destacan naves que exhiben capacidades antigravedad. Los avistamientos de triángulos neցros y las imágenes filtradas sugieren que existen vehículos operativos, con posibles vínculos con tecnologías de ingeniería inversa.
Las afirmaciones del hacker Gary McKinnon sobre el acceso a los registros de la NASA apuntan a un "Programa de la Flota Estelar", lo que sugiere despliegues fuera del planeta que involucran sistemas de propulsión avanzados. Estas revelaciones coinciden con las observaciones de triángulos neցros masivos y otras naves no identificadas, lo que sugiere tecnologías antigravedad operativas.
Implicaciones para la energía, el tras*porte y la sociedad
1. Revolucionando el tras*porte
Los vehículos antigravedad eliminan la necesidad de carreteras y combustibles fósiles, ofreciendo sistemas de tras*porte limpios, eficientes y versátiles. La exploración espacial ya no estaría limitada por la propulsión con cohetes, lo que permitiría los viajes interestelares.
2. Abundancia energética y sostenibilidad
Los sistemas de energía basados en plasma prometen energía limpia e ilimitada, poniendo fin a la dependencia de los combustibles fósiles y eliminando las economías impulsadas por la escasez. La aparición de estas tecnologías podría marcar el comienzo de una sociedad en la que los recursos sean abundantes y los conflictos por la energía sean obsoletos.
3. Aplicaciones militares y civiles
Desde los sistemas de defensa espacial hasta la respuesta rápida ante desastres, las tecnologías antigravedad podrían tras*formar la infraestructura, la agricultura y la medicina. Sin embargo, los temores a un uso indebido y a perturbaciones económicas alimentan la supresión continua.
Barreras a la divulgación
Gary McKinnon, un hacker británico, fue noticia tras infiltrarse en los sistemas militares de la NASA y de Estados Unidos a principios de la década de 2000. Sus descubrimientos conmocionaron a las comunidades científicas y de defensa mundial. McKinnon afirmó haber descubierto registros que hacían referencia a “oficiales no terrestres” y documentos que detallaban tras*ferencias de naves espaciales clasificadas entre flotas. Estas revelaciones sugerían la existencia de una presencia militar fuera del mundo, que posiblemente involucrara sistemas avanzados de propulsión y tecnologías antigravedad.
Lo que hace que las afirmaciones de McKinnon sean tan convincentes es la agresiva búsqueda de extradición por parte del gobierno de Estados Unidos, que duró más de una década. El caso de McKinnon, que enfrentaba hasta 70 años de prisión, se convirtió en un espectáculo legal y político, reforzando las sospechas de que sus descubrimientos no eran meras invenciones sino verdades profundamente clasificadas. Su piratería también descubrió referencias a sistemas de energía y naves espaciales que operaban independientemente de los combustibles convencionales, en consonancia con las teorías de tecnologías antigravedad descritas por Jeff Smith y otros.
Los esfuerzos de las autoridades por silenciar a McKinnon implican que sus hallazgos planteaban una amenaza legítima al secreto de Estado, en lugar de ser descartados como delirios o engaños de Internet. Sus pruebas apuntan a un extenso programa en la sombra que involucra tecnologías de UAP de ingeniería inversa, operaciones fuera del planeta y avances aeroespaciales que van mucho más allá de la conciencia pública. La historia de McKinnon subraya la necesidad de cuestionar las narrativas oficiales y exigir una mayor tras*parencia sobre los avances ocultos que podrían redefinir el futuro de la humanidad.
Programa de reducción de peso Apolo: teoría del campo unificado y disrupción de la gravedad
El programa Apolo sigue siendo uno de los mayores logros de la humanidad, ya que permitió que astronautas aterrizaran en la Luna y regresaran sanos y salvos a la Tierra. Sin embargo, ciertos detalles relacionados con la viabilidad tecnológica del programa han suscitado preguntas. ¿Cómo logró el módulo lunar Apolo, con sus motores relativamente pequeños y sus limitadas reservas de combustible, despegar de la superficie lunar? Un análisis reciente de los escritos y las revelaciones de Jeff Smith sobre tecnologías suprimidas ofrece una explicación convincente, vinculada a la teoría del campo unificado y la disrupción de la gravedad.
El papel de la teoría de campos unificados y los recubrimientos de torio
La investigación de Jeff Smith destaca el uso de los principios de la teoría del campo unificado para manipular los campos gravitatorios. La teoría del campo unificado, a menudo asociada con el trabajo posterior de Albert Einstein, propone una conexión entre el electromagnetismo y la gravedad. Este marco teórico permite la posibilidad de reducción de masa y protección gravitatoria a través de interferencias electromagnéticas.
Según Smith, los ingenieros del Apolo incorporaron materiales tratados con revestimientos de torio, un elemento conocido por sus propiedades electromagnéticas únicas. Estos revestimientos, al exponerse a campos electromagnéticos de alta frecuencia, podrían generar distorsiones localizadas en la gravedad. Al reducir la masa efectiva del módulo lunar, esta tecnología le permitió despegar de la Luna con mucho menos empuje del que requeriría la física convencional.
La capacidad del torio de actuar como material resonante en sistemas electromagnéticos coincide con los principios que se observan en los aceleradores de partículas y la magnetohidrodinámica (MHD). En este contexto, los materiales de la superficie del módulo lunar pueden haber servido como conductos para la manipulación gravitacional, lo que permitió una propulsión eficiente sin necesidad de combustible excesivo.
Artillería y manipulación del campo gravitatorio de Gerald Bull
Gerald Bull, un experto en artillería, realizó avances significativos en la tecnología de proyectiles aprovechando los principios de reducción de masa. Su trabajo en supercañones, incluido el Proyecto Babilonia, implicó el uso de materiales exóticos para disminuir la influencia gravitatoria sobre los proyectiles de artillería, ampliando así su alcance y velocidad.
Smith establece paralelismos entre los diseños de artillería de Bull y el sistema de reducción de peso de Apolo. Ambos programas dependían de la manipulación del campo electromagnético para alterar las propiedades de la masa, lo que hacía posible lograr un rendimiento extraordinario utilizando sistemas de propulsión relativamente simples. Los experimentos de Bull con revestimientos de torio y proyectiles cargados magnéticamente sentaron las bases para las aplicaciones antigravedad observadas en los programas aeroespaciales.
Las implicaciones son profundas. Es probable que los mismos principios utilizados en los supercañones de Bull se hayan adaptado al programa Apolo, reutilizados para la exploración espacial en lugar de para la fabricación de armas. Esta aplicación cruzada de la tecnología revela un linaje oculto de avances científicos que abarcan programas militares y civiles.
Limitaciones del combustible y del motor del módulo lunar
Las capacidades del módulo lunar han suscitado a menudo cierto escepticismo. Con un peso en seco de aproximadamente 2.300 kilogramos y un minúsculo motor de ascenso que produce sólo 3.500 newtons de empuje, los críticos sostienen que la física tradicional por sí sola no puede explicar su capacidad de escapar de la gravedad de la Luna.
El análisis de Smith sugiere que la manipulación del campo electromagnético permitió salvar esta brecha. Los materiales tratados con torio, combinados con la excitación electromagnética de alta frecuencia, crearon una alteración localizada de la gravedad. Esto redujo el peso aparente del módulo lunar, lo que permitió que el pequeño motor y el limitado suministro de combustible lograran despegar sin desafiar las leyes de la física.
Para todos los que habéis oido lo del manifiesto de la explosión del cybertruk en la torre y el manifiesto encontrado y esta un poco desubicado.
Antigravedad: ciencia oculta y tecnologías suprimidas y el problema del cibercamión de Las Vegas
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Representación: El Lockheed T1B antigravedad en la base de la RAF Brize North construido en 1947 con tecnología alemana/extraterrestre
Explosión de un Cybertruck en Las Vegas: se descubre un misterio más profundoEl 4 de enero de 2025, un Tesla Cybertruck explotó frente al edificio Trump en Las Vegas, lo que inicialmente se informó como un ataque terrorista. Sin embargo, investigaciones posteriores han dado vuelta la historia. El hombre identificado como el autor, Matt Livelsberger, un veterano de 18 años de servicio como boina verde del ejército de Estados Unidos, puede no haber sido un terrorista en absoluto. En cambio, las pruebas sugieren que fue víctima de un asesinato, silenciado por lo que sabía sobre tecnologías militares avanzadas.
Los antecedentes militares de Livelsberger revelaron una verdad inquietante: participó en investigaciones clasificadas relacionadas con armas alienígenas y drones antigravedad. Al establecer conexiones con la ciencia suprimida descrita por Jeff Smith, un físico nuclear y ex inspector del OIEA, el trabajo de Livelsberger probablemente giraba en torno a fenómenos aéreos no identificados (UAP) diseñados a la inversa y sistemas avanzados de propulsión.
Los detalles que rodean la explosión hacen sonar las alarmas. Se dice que el cuerpo de Livelsberger quedó quemado hasta quedar irreconocible, pero su tarjeta de identificación militar sobrevivió intacta. Además, el artefacto explosivo improvisado encontrado en el camión carecía de la sofisticación que se espera de un boina verde entrenado. Estas inconsistencias sugieren que la fin de Livelsberger puede haber sido preparada para encubrir programas clasificados vinculados a tecnologías antigravedad.
Este artículo explora la base científica de la antigravedad, su conexión con el trabajo de Livelsberger y las implicaciones más amplias de su supresión por parte del Departamento de Energía (DOE).
Los secretos bajo nuestros pies
Durante décadas, los rumores sobre la existencia de tecnología antigravedad han circulado en torno a programas militares clasificados y a investigaciones científicas ocultas a la opinión pública. Recientes revelaciones y testimonios de personas con información privilegiada, incluidas las revelaciones de Jeff Smith, físico nuclear y ex inspector del OIEA, proporcionan pruebas contundentes de que la tecnología antigravedad no es ciencia ficción, sino una realidad suprimida.
Este artículo se basa en los archivos de Veterans Today y en el trabajo de Jeff Smith para describir la base científica de la antigravedad, cómo funciona y por qué se ha ocultado deliberadamente bajo la autoridad del Departamento de Energía (DOE).
La ciencia de la antigravedad
1. Descomponiendo la gravedad y el electromagnetismo
La gravedad, tal como la entendemos a través de la física newtoniana, es una fuerza fundamental que atrae dos cuerpos entre sí. Sin embargo, los avances en mecánica cuántica y electromagnetismo sugieren que la gravedad no es simplemente una "atracción", sino una fuerza que puede manipularse mediante tecnologías de campo avanzadas.
La base de la tecnología antigravedad reside en la comprensión y manipulación de los campos electromagnéticos. La teoría del campo unificado de Albert Einstein insinuó la conexión entre la gravedad y el electromagnetismo, pero las aplicaciones prácticas siguieron siendo teóricas hasta el siglo XX.
Thomas Townsend Brown fue uno de los primeros en experimentar con la electrogravedad en la década de 1920. Su trabajo demostró que la aplicación de un campo eléctrico de alto voltaje a materiales específicos podía generar sustentación. Este fenómeno, posteriormente llamado efecto Biefeld-Brown, insinuó la posibilidad de manipular las fuerzas gravitacionales.
2. Electrogravedad y ecuaciones de Maxwell
El trabajo de Jeff Smith destaca la importancia de las correcciones a las ecuaciones de James Clerk Maxwell, en particular en lo que respecta a la interacción entre las ondas escalares y los campos electromagnéticos. La física tradicional suele omitir los fenómenos de las ondas escalares, pero la investigación de Smith sugiere que estos campos desempeñan un papel fundamental en los mecanismos antigravedad.
Aprovechando la física avanzada del plasma, se pueden manipular partículas cargadas para generar flotabilidad magnética. Los campos de electrones de alta densidad alteran la atracción gravitatoria, lo que permite que un objeto “flote” o reduzca su masa en regiones localizadas.
3. Magnetohidrodinámica (MHD) y campos de plasma
La magnetohidrodinámica (MHD) estudia el comportamiento de los fluidos conductores de electricidad, como los plasmas. Los sistemas antigravedad utilizan campos magnéticos rotatorios para generar flotabilidad mediante la creación de envolturas de plasma estables alrededor de los objetos.
- Los campos de plasma con alta densidad de electrones distorsionan los campos gravitacionales, generando repulsión.
- Las partículas cargadas dentro de los campos magnéticos crean distorsiones localizadas, desacoplando los objetos de la gravedad de la Tierra.
- Los experimentos en Sandia Labs y Los Alamos documentaron anomalías gravitacionales durante las pruebas nucleares, confirmando que la manipulación del plasma puede alterar la gravedad.
Las investigaciones que utilizan materiales exóticos, como los isótopos gente de izquierdas de mercurio, revelaron su capacidad para estabilizar los campos magnéticos y potenciar los efectos de distorsión gravitacional. Los estudios de Jeff Smith destacan cómo los campos magnéticos rotatorios amplifican estas propiedades, haciendo posible los campos de reducción de masa.
Contexto histórico y represión
1. La Alemania nancy y la investigación avanzada
Durante la Segunda Guerra Mundial, la Alemania nancy supuestamente realizó experimentos con propulsión antigravedad y aviones con forma de disco, como el mítico “Die Glocke” (La Campana). Los programas de posguerra, como la Operación Paperclip, hicieron que los científicos alemanes se incorporaran a la investigación estadounidense, aportando información clasificada sobre los avances en sistemas de propulsión y tecnologías aeroespaciales.
2. Programas de la Guerra Fría y encubrimientos
En los años 1950 y 1960, la investigación militar estadounidense se expandió hacia la propulsión controlada por la gravedad. Los proyectos clasificados, incluidos los dirigidos por Lockheed Skunk Works, se centraron en la manipulación de campos electromagnéticos y la magnetohidrodinámica. El secreto que rodeaba a estos programas se reforzó a medida que los avances se utilizaban como arma para la superioridad militar.
3. Proyectos neցros modernos y UAP
Recientes revelaciones de programas del Pentágono que investigan fenómenos aéreos no identificados (UAP) destacan naves que exhiben capacidades antigravedad. Los avistamientos de triángulos neցros y las imágenes filtradas sugieren que existen vehículos operativos, con posibles vínculos con tecnologías de ingeniería inversa.
Las afirmaciones del hacker Gary McKinnon sobre el acceso a los registros de la NASA apuntan a un "Programa de la Flota Estelar", lo que sugiere despliegues fuera del planeta que involucran sistemas de propulsión avanzados. Estas revelaciones coinciden con las observaciones de triángulos neցros masivos y otras naves no identificadas, lo que sugiere tecnologías antigravedad operativas.
Implicaciones para la energía, el tras*porte y la sociedad
1. Revolucionando el tras*porte
Los vehículos antigravedad eliminan la necesidad de carreteras y combustibles fósiles, ofreciendo sistemas de tras*porte limpios, eficientes y versátiles. La exploración espacial ya no estaría limitada por la propulsión con cohetes, lo que permitiría los viajes interestelares.
2. Abundancia energética y sostenibilidad
Los sistemas de energía basados en plasma prometen energía limpia e ilimitada, poniendo fin a la dependencia de los combustibles fósiles y eliminando las economías impulsadas por la escasez. La aparición de estas tecnologías podría marcar el comienzo de una sociedad en la que los recursos sean abundantes y los conflictos por la energía sean obsoletos.
3. Aplicaciones militares y civiles
Desde los sistemas de defensa espacial hasta la respuesta rápida ante desastres, las tecnologías antigravedad podrían tras*formar la infraestructura, la agricultura y la medicina. Sin embargo, los temores a un uso indebido y a perturbaciones económicas alimentan la supresión continua.
Barreras a la divulgación
- Disrupción económica
La industria de los combustibles fósiles y los sistemas económicos relacionados se enfrentan al colapso si la independencia energética se vuelve viable. Los gobiernos y las corporaciones se resisten al cambio para proteger las ganancias y el control. - Superioridad militar
Los sistemas de propulsión avanzados se protegen como activos estratégicos y se convierten en armas antes de su divulgación pública. La priorización de las aplicaciones militares por sobre los beneficios civiles perpetúa el secreto. - Gestión de la percepción pública
Décadas de desinformación y campañas de ridículo enmarcan la antigravedad como pseudociencia, disuadiendo el interés y la investigación general.
Gary McKinnon, un hacker británico, fue noticia tras infiltrarse en los sistemas militares de la NASA y de Estados Unidos a principios de la década de 2000. Sus descubrimientos conmocionaron a las comunidades científicas y de defensa mundial. McKinnon afirmó haber descubierto registros que hacían referencia a “oficiales no terrestres” y documentos que detallaban tras*ferencias de naves espaciales clasificadas entre flotas. Estas revelaciones sugerían la existencia de una presencia militar fuera del mundo, que posiblemente involucrara sistemas avanzados de propulsión y tecnologías antigravedad.
Lo que hace que las afirmaciones de McKinnon sean tan convincentes es la agresiva búsqueda de extradición por parte del gobierno de Estados Unidos, que duró más de una década. El caso de McKinnon, que enfrentaba hasta 70 años de prisión, se convirtió en un espectáculo legal y político, reforzando las sospechas de que sus descubrimientos no eran meras invenciones sino verdades profundamente clasificadas. Su piratería también descubrió referencias a sistemas de energía y naves espaciales que operaban independientemente de los combustibles convencionales, en consonancia con las teorías de tecnologías antigravedad descritas por Jeff Smith y otros.
Los esfuerzos de las autoridades por silenciar a McKinnon implican que sus hallazgos planteaban una amenaza legítima al secreto de Estado, en lugar de ser descartados como delirios o engaños de Internet. Sus pruebas apuntan a un extenso programa en la sombra que involucra tecnologías de UAP de ingeniería inversa, operaciones fuera del planeta y avances aeroespaciales que van mucho más allá de la conciencia pública. La historia de McKinnon subraya la necesidad de cuestionar las narrativas oficiales y exigir una mayor tras*parencia sobre los avances ocultos que podrían redefinir el futuro de la humanidad.
Programa de reducción de peso Apolo: teoría del campo unificado y disrupción de la gravedad
El programa Apolo sigue siendo uno de los mayores logros de la humanidad, ya que permitió que astronautas aterrizaran en la Luna y regresaran sanos y salvos a la Tierra. Sin embargo, ciertos detalles relacionados con la viabilidad tecnológica del programa han suscitado preguntas. ¿Cómo logró el módulo lunar Apolo, con sus motores relativamente pequeños y sus limitadas reservas de combustible, despegar de la superficie lunar? Un análisis reciente de los escritos y las revelaciones de Jeff Smith sobre tecnologías suprimidas ofrece una explicación convincente, vinculada a la teoría del campo unificado y la disrupción de la gravedad.
El papel de la teoría de campos unificados y los recubrimientos de torio
La investigación de Jeff Smith destaca el uso de los principios de la teoría del campo unificado para manipular los campos gravitatorios. La teoría del campo unificado, a menudo asociada con el trabajo posterior de Albert Einstein, propone una conexión entre el electromagnetismo y la gravedad. Este marco teórico permite la posibilidad de reducción de masa y protección gravitatoria a través de interferencias electromagnéticas.
Según Smith, los ingenieros del Apolo incorporaron materiales tratados con revestimientos de torio, un elemento conocido por sus propiedades electromagnéticas únicas. Estos revestimientos, al exponerse a campos electromagnéticos de alta frecuencia, podrían generar distorsiones localizadas en la gravedad. Al reducir la masa efectiva del módulo lunar, esta tecnología le permitió despegar de la Luna con mucho menos empuje del que requeriría la física convencional.
La capacidad del torio de actuar como material resonante en sistemas electromagnéticos coincide con los principios que se observan en los aceleradores de partículas y la magnetohidrodinámica (MHD). En este contexto, los materiales de la superficie del módulo lunar pueden haber servido como conductos para la manipulación gravitacional, lo que permitió una propulsión eficiente sin necesidad de combustible excesivo.
Artillería y manipulación del campo gravitatorio de Gerald Bull
Gerald Bull, un experto en artillería, realizó avances significativos en la tecnología de proyectiles aprovechando los principios de reducción de masa. Su trabajo en supercañones, incluido el Proyecto Babilonia, implicó el uso de materiales exóticos para disminuir la influencia gravitatoria sobre los proyectiles de artillería, ampliando así su alcance y velocidad.
Smith establece paralelismos entre los diseños de artillería de Bull y el sistema de reducción de peso de Apolo. Ambos programas dependían de la manipulación del campo electromagnético para alterar las propiedades de la masa, lo que hacía posible lograr un rendimiento extraordinario utilizando sistemas de propulsión relativamente simples. Los experimentos de Bull con revestimientos de torio y proyectiles cargados magnéticamente sentaron las bases para las aplicaciones antigravedad observadas en los programas aeroespaciales.
Las implicaciones son profundas. Es probable que los mismos principios utilizados en los supercañones de Bull se hayan adaptado al programa Apolo, reutilizados para la exploración espacial en lugar de para la fabricación de armas. Esta aplicación cruzada de la tecnología revela un linaje oculto de avances científicos que abarcan programas militares y civiles.
Limitaciones del combustible y del motor del módulo lunar
Las capacidades del módulo lunar han suscitado a menudo cierto escepticismo. Con un peso en seco de aproximadamente 2.300 kilogramos y un minúsculo motor de ascenso que produce sólo 3.500 newtons de empuje, los críticos sostienen que la física tradicional por sí sola no puede explicar su capacidad de escapar de la gravedad de la Luna.
El análisis de Smith sugiere que la manipulación del campo electromagnético permitió salvar esta brecha. Los materiales tratados con torio, combinados con la excitación electromagnética de alta frecuencia, crearon una alteración localizada de la gravedad. Esto redujo el peso aparente del módulo lunar, lo que permitió que el pequeño motor y el limitado suministro de combustible lograran despegar sin desafiar las leyes de la física.