La tabaquera española Altadis ha decidido bajar, por segunda vez en dos semanas, el precio de sus principales marcas de cigarrillos y arroja más leña al fuego de la 'guerra de precios' desatada en el sector. Así, la compañía ha situado el precio de sus marcas más relevantes de cigarrillos rubios, Fortuna y Nobel, en 3,50 euros la cajetilla, desde los actuales 3,70, mientras que Ducados Rubio pasa de 3,50 a 3,40 aueros. Por su parte, Ducados neցro baja de 3,85 a 3,70 euros.
La empresa justifica esta medida para "proteger la competitividad" de sus marcas ante el "agresivo movimiento de precios por uno de sus principales competidores", refiriéndose a la bajada del precio de las cajetillas de Phillip Morris el pasado viernes. De esta forma, Altadis sitúa sus marcas en los mismos diferenciales de precio existentes en el mes de abril.
El pasado 20 de mayo, Altadis y su matriz británica Imperial respondieron en tan sólo 24 horas a la bajada de precios de la multinacional estadounidense. La española reaccionó con mayor contundencia y anunció una bajada de 15 céntimos en sus principales marcas de tabaco rubio, después de que sólo una semana antes anunciara una subida de tarifas.
Jaime Gil-Robles, Director de Asuntos Corporativos y Jurídicos de Altadis, ha manifestado en nota de prensa que lamentan "profundamente" la situación generada y que confían en que todos los afectados "tendrán claro cuál ha sido el origen de la misma", que podría producir una caída significativa en la recaudación de los ingresos del Estado y también afectar gravemente a los estancos.
Gil-Robles ha añadido que “el nuevo escenario producido en el mercado ha incrementado aún más la presión fiscal, lo que favorece a las marcas Premium de importación y perjudica claramente a las marcas nacionales que se fabrican en España”.
Altadis no hace referencia a la ley del tabaco, pero todo parece indicar que la norma ha tenido un efecto negativo en su recaudación. Las ventas de cigarrillos se han desplomado un 26% en el primer trimestre del año, coincidiendo con los tres primeros meses de aplicación de la nueva Ley Antitabaco, según datos del Comisionado para el Mercado de Tabacos.
La empresa española considera que la solución a esta situación no sería aumentar más la presión fiscal, ya que "como ha demostrado la última subida de impuestos efectuada a principios de diciembre, ello no aseguraría una mayor recaudación y podría generar más mercado neցro".
