Gnosis: sobre los ‘estados alterados de conciencia’ donde se pierde el alma y se pasa a ser nacido del diablo (juan 8, 44).

La Cábala judía (que no es de Moisés sino luciferina), era una tradición oral paralela que llevaba oculta la clase sacerdotal farisea. Estas doctrinas beben de las fuentes de la antigua India y Persia. Estos últimos, los persas, primos hermanos en términos de doctrina religiosa de los primeros. Es decir, la segunda fuente de la Cábala data de los períodos védico y brahamánico del induísmo (el pueblo judío estuvo cautivo en Babilonia, hoy Iraq, sobre el siglo VI antes de Cristo, bebiendo del "misticismo" persa, copia en lo fundamental del hindú). Esta segunda fuente de la que bebieron los fariseos fue incorporada y mezclada con las tradiciones orales ocultas y paganas que, esta misma clase sacerdotal traía del antiguo Egipto (esta es la primera fuente de la luciferina Cábala Talmúdica, satanismo de la tierra de los faraones del período del Éxodo, cuando el pueblo judío estuvo cautivo en Egipto entre los siglos XVII y XIII antes de Cristo). Y todo este mejunje pasado por un tamiz rabínico, es lo que embriaga al judaísmo y a su masonería.
Traigo esta curiosidad del 1er libro (de dos): Filosofía y Simbolismo de la Masonería (copia2), de Monseñor León Meurin (1893) (en PDF). Gran libro, lo recomiendo mucho.

"Los grados de la Masonería son treinta y tres, como todo el mundo sabe. Y, estudiando los textos de los Vedas indios, hemos hallado el siguiente fragmento:

«¡Oh, dioses (NOTA: demonios) que, en número de once, moráis en los cielos; que en número de once estáis sobre la tierra, y que, en número de once, habitáis con gloria en medio de los aires: que nuestro sacrificio sea grato!»13.

El Atarua-Veda, enseña que en el Prajapati (Brahma) (NOTA: Brahma en Lucifer) se hallan contenidos, cómo miembros, treinta y tres espíritus (trayas-trinschad devah). El Zend-Avesta, libro sagrado de los antiguos Persas, contiene el siguiente trozo:

«¡Que los treinta y tres Amscaspands (Arcángeles) (NOTA: demonios), y Ormazd (Nota: Lucifer) sean puros y victoriosos!»14.

Asimismo, podemos leer en el Yacna, versículo 33:
«Invito y honro a todos los señores de la pureza: los treinta y tres más próximos en torno a Havani (el Oriente), a los más puros, a quienes Ahura-Maz-da (Ormazd) (NOTA: Ahura-Maz-da u Ormaz (son el mismo) es la representación persa de Brahma (de Lucifer)) ha instruido, Zarathustra (Zoroastro) anunciado».

Este número misterioso de treinta y tres, al que en parte alguna podíamos hallar explicación, parecía indicarnos una conexión entre los misteriosos de la antigüedad pagana, y la Masonería que merecía estudiarse, e incluso prometía el descubrimiento de los secretos más ocultos de esta sociedad tenebrosa. Y no nos hemos engañado."



Quisiera añadir varios textos de las páginas 21 y 22 en referencia al número 33, del 1er libro (de dos): Filosofía y Simbolismo de la Masonería (copia2), de Monseñor León Meurin (1893). Pero antes hago una pequeña introducción sobre la gnosis y el Espíritu del Mundo.


En el proceso de gnosis (palabra que significa “conocimiento” en términos absolutos de potencia cognoscitiva), es decir, la gnosis es acoplarse a la mente del ángel caído y experimentar su potencia. De ahí que los denominen “estados alterados de conciencia”. Y tan alterados, como que acostumbrado a jugar con tu avión de papel te has subido a un caza a reacción por decirlo así, valga la expresión. Y no es un juego todo esto. Es muy peligroso.

En la fase intermedia el adepto pasa a contener el Mundo en términos cognoscitivos (Gaia es esta fase). Su identidad desaparece (Solve) y pasa a identificarse con el todo (Coagula). Es decir, montado en la mente de Lucifer y experimentando su potencia, pasa a identificarse y a entrar en un “yo soy” absoluto de deidad. En la siguiente y posterior fase el adepto tiene al mismo Lucifer frente a él, en forma de universo en términos de potencia cognoscitiva. El adepto es el mundo y el diablo el universo, donde éste es un amigo y una deidad igual que el adepto. “Dos dioses frente a frente”. Lucifer y su víctima. Mucho ciudado con todo esto, porque se trata de un inmenso engaño. En el infierno se recibe un trato por parte del ángel caído, muy, pero que muy distinto.

Traigo la siguiente contestación de éste otro hilo.

Fausto1880 dijo:

Veo que ni siquiera conoce el libro que critica.
Cuánta energía malgastada.
Como buen español, embiste en lugar de pensar.

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¿Por qué emprendéis el camino de subiros a esa montaña, la gnosis, cuando sabéis que acabará mal?

Sabéis que os acopláis a la mente de un ángel caído y que la experiencia es prestada. Que no sois vosotros los dueños de esa deífica naturaleza sino que es asistida y sostenida por otro. Y conocéis el infierno, lo que sucede allí. Es decir, sabéis que no volveréis a ver ese "conocimiento pleno y absoluto", ese subir hasta ser el poder y la potencia de un "dios", sostenerlo y ser "el todo". Sois conscientes de que tras este plano no lo volveréis a tener, y sois conscientes de que sólo se trata de experimentar la mente de una creatura, un Querubín, Lucifer, y que de ahí en ningún momento salís. Esto es, que sólo se trata de la experiencia de ser sostenidos ahí arriba, en esas profundidades de Satán.

"Y a vosotros los demás de Tiatira, lo que no seguís semejante doctrina, y no conocéis las que dicen profundidades de Satán (1), no arrojaré sobre vosotros otra carga." - Apocalipsis 2, 24.

(1) Son sin duda los principios, acaso gnósticos, en que apoyaban esa conducta, práctica que aqui reprende el profeta.

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No os entiendo ¿Por qué lo hacéis? ¿Por qué quemáis el futuro en esta vida?
¿Por qué elegís condenaros si eso que tanto os preocupa Dios nos lo da gratis y en propiedad?

Tras el proceso de purificación en el Purgatorio recibimos lo que se denomina La Visión Beatífica o Coronación de la Gloria. Es decir, tendremos en Dios una fusión donde los estados plenos de gnosis vuestros son una mera imitación del ángel caído. En esa Coronación cambiamos de naturaleza (conservando la misma identidad, crecemos de bebé a adulto por decirlo así), y pasamos a tener la misma potencia cognoscitiva de los Ángeles. Seremos "como dioses"; esto es, como los Ángeles del Cielo con cuerpos divinizados, valga la expresión. Todos esos potentes estados de conciencia serán nuestros en propiedad ya que serán parte de nuestra naturaleza.

"34 Jesús les replicó: ¿No está escrito en vuestra Ley: Yo digo: Dioses sois? 35 Si llama dioses a aquellos a quienes fue dirigida la palabra de Dios, y la Escritura no puede fallar...," - Juan 10. 34.

"6 Yo dije: «Sois dioses, sois hijos del Altísimo." - Salmo 82, 6.

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Este tema lo recojo en el siguiente artículo personal.

Y todo esto lo sabéis mucho mejor que yo, e insisto, la gnosis: ¿Por qué lo hacéis? ¿Por qué tanta prisa? No entiendo.

Me explico. Se puede tener una vida material como la que lleváis y ser cristiano. Un ejemplo. Si pudiese pagarla me pillaba una Nikon Z6II de 2.500 eurazos y esto no es incompatible con ser Cristiano. Yo procuro y suelo rezar el Santo el Rosario todos los días y raro es el día que no leo el Evangelio. El pecado, por decirlo así, no está en tener riquezas materiales/caprichos (nota: el término 'riquezas' en la Biblia tiene mucho más fondo, hace referencia a la gnosis en primer lugar, y junto a ella al espíritu de la abundancia innecesaria, exceso y lujo, pero yo no le estoy dando este sentido) ... o en disfrutar, si esto está obtenido lícitamente sin violencias ni prevaricaciones ni cohechos. Es decir, si no es (dinero) robado y es ganado limpiamente es lícito disfrutarlo. El Cristianismo cree firmemente en la inviolabilidad de la propiedad privada y en que cada uno es dueño de lo suyo. No está en lo material el problema, sino en la licitud de cómo se ha conseguido. ¿No vale más la pena vivir con menos pero con la libertad de no ser un peón de la secta? No sé si me explico. En la masonería las tres cuartas partes de los internos en lo material llevan la misma vida que llevarían fuera de la secta. Sí, ahí dentro tienen menos dificultad para encontrar trabajo pero aún así sigue sin valer la pena entrar ahí dentro. Y tras esto están esos "misterios de la sabiduría" que son un engaño y sabéis bien cómo terminan, cuando ahí tenemos a Dios que eso nos lo da gratis sin infiernos, ni penas, ni esos esfuerzos titánicos que hacéis generación tras generación. Lo que tenéis que entender es que no hace falta ser monja o sacerdote, que Dios no es malo sino todo lo contrario y que nos deja ir tras aquello que elegimos amar. Es nuestra decisión dónde queremos estar.

Sigo sin entenderos. No me salen las cuentas vuestras, ni en lo material ni en lo espiritual.

Y al final de todo, el problema increíblemente grave y urgente está en que tenemos un Genocidio Cultural frente a nosotros, millones de personas inocentes asesinadas, y esto no es juego. De verdad. Cuanto más sé de vosotros, menos entiendo a este mundo.