Cuerpos sin vida de hombres, algunos con las manos atadas a la espalda, el domingo en la localidad de Bucha, a las afueras de Kiev. El Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, también se declaró "conmocionado por las noticias de las atrocidades cometidas por las fuerzas rusas", y dijo que la UE está "prestando asistencia a Ucrania para documentar crímenes de guerra".
Un hombre y un niño en bicicleta circulan por una calle de Bucha, En primer término, el cadáver de un hombre, el sábado. "Todos los casos deben ser perseguidos, en particular por la Corte Internacional de Justicia", dijo Borrell, que añadió que la UE "continuará con su fuerte apoyo a Ucrania".
Un parque infantil con agujeros de bala en Bucha, al noroeste de Kiev, el sábado. La organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) denunció el domingo en un informe que en las zonas de Ucrania bajo control ruso se han cometido "ejecuciones sumarias" y "otros graves abusos" que podrían constituir crímenes de guerra.
Un cuerpo abandonado en una calle de Bucha, el domingo. Alrededor de 537.000 ucranios han regresado a su país desde el inicio de la oleada turística rusa el 24 de febrero, según ha afirmado este domingo el Ministerio ucranio del Interior, citando los datos del servicio nacional de fronteras.
Una mujer camina entre tanques rusos destruidos en Bucha, el domingo. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, calificó de "inaceptables" las muertes de civiles en la ciudad, a las afueras de Kiev. "Es una brutalidad contra los civiles que no hemos visto en Europa durante décadas. Y es horrible y absolutamente inaceptable que los civiles sean atacados y asesinados. Y simplemente subraya la importancia de que esta guerra debe terminar", dijo en declaraciones a la cadena estadounidense CNN cuando se le preguntó si consideraba la matanza un genocidio.