HaCHa
Rojo cabrón, en tu pandero es leyenda
Todo era de querida progenitora entonces, para vosotros.
Y mientras medrabais, el vecino desaparecía. Y os daban sus propiedades y críos.
Qué tiempos aquellos, qué gozadas.
Pero no hay que removerlos si no es para trempar.
Y mientras medrabais, el vecino desaparecía. Y os daban sus propiedades y críos.
Qué tiempos aquellos, qué gozadas.
Pero no hay que removerlos si no es para trempar.