Los nyerros nacen para seguir con el caciquismo feudal, para abusar del campesinado y tener a la población en cintura.
Una reflexión de Javier Barraycoa en su libro la Cataluña hispana. Tengo el libro, pero prefiero copiarlo de aquí para no pegarme la paliza. Se copia fatal, pero haré un intento. el libro está entero y vale la pena echarle un vistazo.
Catalu
43. BANDOLERISMO CATALÁN: ¿HÉROES O VILLANOS?
LA CRISIS DE UN SISTEMA
Retrocedamos un siglo. Al morir Fernando el Católico, «el mejor monarca que hubo en España», en boca de Próspero de Bofarull. El propio rey reconocía, dos años antes de su fin, que «nunqua la Corona de España estuvo tan acrecentada ni tan grande como agora». Sin embargo, España no era una entidad uniformada, sino que los diferentes reinos tenían sus idiosincrasias y ritmos particulares
.Según Marcelo Capdeferro, «cuando murió Fernando (1516) Castilla había entrado ya en la Edad Moderna. Cataluña, en cambio, permanecía anclada en la Edad Media». Esta pequeña ambientaciónnos ayudará a entender lo que significó realmente el bandolerismo en Cataluña. De 1521 a 1621,durante el siglo que va de Carlos V a Felipe III, el bandolerismo se convirtió en la lacra social por excelencia de la tierra catalana.
Este fenómeno fue por un lado exaltado como parte del espíritu catalán y, por otro, criticado en cuanto que un anquilosamiento de un régimen medieval que no supo evolucionar. Vayamos por partes. La historiografía nacionalista y los movimientos catalanistasmodernos han mitificado a «héroes» como Joan de Serrallonga (entre otros, aunque este fue el másconocido). Estos bandidos fueron (y aún los son) loados y cantados como auténticos robinhoods del pueblo. Incluso a nivel popular se larvó una guerra civil entre los nyerros (cuyo símbolo era unlechoncillo) y los
cadells (cuyo símbolo era un perro). Veamos qué subyacía en cada bando y cuál era la naturaleza del conflicto, especialmente en época de Felipe III.
Los nyerros constituyeron una facción político guerrillera que asolaba villas y ciudades, y solían asaltar carruajes que tras*portaban impuestos del Estado, así como a séquitos de nobles favorables ala monarquía hispánica. Fueron protegidos por una más que decadente aristocracia catalana en vías de extinción que soñaba ilusamente que la monarquía francesa le devolvería la gloria, prestigio y riquezas. Por eso los nyerros defendían los intereses y territorios de estos señores feudales,rehuyendo de su obediencia al Rey de España. Este bandolerismo quedó «justificado» y legitimado.
gracias al abuso de los antiguos usatges (usos y costumbres) medievales que permitían a los señores feudales proteger a sus vasallos frente a la autoridad del Rey. Como señala el gran hispanistaJ.H.Elliot: «La Corona de Aragón estaba dominada por una constitución de la cual fácilmente abusaba una aristocracia irresponsable». Andrés Reig, Vice-Canciller del Consejo de Aragón, escribía al Reyen 1615: «quien fomenta y entretiene a los bandoleros son algunos y gente poderosa para conservar sus parcialidades». Los nyerros solían vestir con sombrero rojo y una larga capa del mismo tonalidad. Un dato interesante, aunque escasamente conocido, es que esta facción tuvo claras concomitancias con los hugonotes (protestantes franceses) que tantas veces habían intentado apoderarse del Rosellón. La relación entre los protestantes franceses y las familias catalanas que se fueron posicionando a favor de Francia y contra España es un campo de investigación aún prácticamente virgen.Los cadells tampoco se quedaban cortos. Eran una facción también militarizada que con apoyo de obispos, población urbana y la nobleza hispánica, defendía los intereses y territorios de estos. Se dedicaba también a asaltar o quemar las propiedades de los nyerros.
Esta sería una de las tantas«guerras civiles» que se vivieron antes, y se vivirán después en Cataluña. La consecuencia de este conflicto, según señala Pujades, fue que: «El Virrey ya no puede más: los ladrones se burlan de él y los caballeros le han perdido el respeto… Todos ellos son más señores de la tierra que el propio Rey». Cataluña, como pasará tantas veces en la Historia, al deslindarse de una autoridad superior cayó en el más salvaje de los cainismos. No es difícil establecer una relación del conflicto entrenyerros y cadells, la busca y la biga, felipistas y austracistas o la persecución interna en Cataluñadurante la Guerra Civil española. Si se dice que hay dos Españas, bien se puede afirmar que hubo dos Cataluñas: una fiel a su tradición y otra rebelde y afrancesada.
Digresión sobre la decadente nobleza catalana
En tiempos de Felipe III, a la decadente nobleza catalana, según Vaca de Osma, «les entra el prurito de los títulos». Las viejas baronías y vizcondados medievales les saben a poco. Solicitan al Rey títulos deGrandes de España, marquesados o condados. Desde antiguo, los títulos de nobleza catalanahabían pasado, gracias a los enlaces matrimoniales, a la nobleza castellana (por ejemplo, entre otros, el Ducado de Cardona y el Condado de Ampurias pertenecían a Don Diego Fernández de Córdoba). De golpe, Felipe III se sacó de la manga ocho nuevos títulos de nobleza que repartió entre sus catalanes más allegados. Siglos después, Alfonso XIII, con la misma intención de ganarse apoyos, pero en un sentido más cutre, empezó a otorgar títulos de nobleza a eméritos empresarios catalanes. El caso más significativo fue el título de Conde de Godó. Su representante actual, en 2008, recibió el título de Grande de España. Ello no impidió que necesitado urgentemente de las subvenciones de la Generalitat, convirtiera a la vieja La Vanguardia española, en un panfleto nacionalista infumable
Todavía sigue esa dicotomía catalana que se puede ver bien entre Barcelona y la zona rural, lo que los nacionalistas más extremistas llaman sin tapujos "los cosmopolitas". La Cataluña primaria, idealizada en una Edad media propia del Romanticismo del XIX y que bebió sus fuentes el fascismo. Una lengua, una raza.
Lo de la raza lo dejaron estar en 1945 porque estaba mal visto, aunque el poso etnicista se puede seguir viendo si sigues cualquier foro estilo racó català.
Para saber más, el padre del Etnonacionalismo catalán Pompeu Gener con su libro Heregías. Vais a flipar. De allí bebieron sus fuentes los hermanos Arana, entre ellos Sabino, aunque creyera que los catalanes seguían siendo Maquetania, es decir, impuros y que su proyecto no debía de mezclarse con el de ellos porque sería rebajarse.
Estoy por Editar el libro Heregías yo mismo porque creo que sería todo un éxito de ventas. Es como el Quijote pero más grotesco.