Bueno, cuando don Quijote llega a Barcelona (segunda parte del libro), como buen turista se pierde, y no sabe si ha llegado realmente, hasta que se encuentra unos cuantos bandoleros ahorcados ( en la plaza del rey, detras de la catedral).
Iba a poner lo mismo. Releyendo el Quijote, en la segunda parte, que por cierto, es muy interesante, ya que se publica la primera parte con gran éxto y en la segunda parte, hay gente que reconoce al Quijote, por lo que se explica de él, y por eso en sus aventuras es famoso.
Bueno, pues Sancho Panza busca dormir debajo de un árbol, pero lejos de su amo, porque este quiere que se de 3.000 azotes para poder desencantar a Dulcinea. Esto viene de unos Duques que se parten la caja con ellos y le hacen mil trastadas.
Pues el amigo Sancho al arrimarse a un árbol mira hacia arriba y ve unos pies!!, va a otro árbol y lo mismo!!. Todos los árboles tienen pies colgando!!. Va a su amo chillando diciendo que los árboles están encantados.
Y no, no es eso, es que en los árboles cuelgan bandidos que han pillado por tierras catalanas. Tierras peligrosas por la cantidad de ellos que hay.
Por la mañana salen bandoleros vivos y van a asaltar a Don Quijote y a Sancho panza, pero hete aquí que el capitán de los bandoleros les reconoce por haber leído sus andanzas y los protegen hasta llegar a Bercelona.
Delo aquí un enlace:
En la segunda parte de la obra de Cervantes, las personas que tratan mejor a don Quijote y a Sancho Panza son un grupo de bandoleros catalanes liderados por Roque Guinart. Estos delincuentes, perseguidos por la autoridad real española, emboscan a don Quijote y Sancho Panza en su camino hacia Barcelona, pero no se aprovechan de su encuentro con el caballero manchego y su escudero para reírse de ellos como habían hecho los duques y su corte. Aunque Roque había oído de la locura de don Quijote y podía fácilmente burlarse de sus nuevos presos, decide tratar al caballero y a su escudero con dignidad. El episodio ficticio de don Quijote y Sancho topando con bandoleros catalanes refleja hechos verdaderos; existía en la realidad el personaje de Roque Guinart, cuyo nombre en catalán era Perot Rocaguinarda, y su tropa de bandoleros salteando los caminos de Cataluña a principios del siglo XVII (Valls i Taberner y Soldevila 450). Además, resulta curioso que el mismo Guinart, el primer personaje rigurosamente histórico que aparece en las páginas del Quijote, aparezca en la segunda parte al mismo tiempo que el bandolero catalán disfruta de una notoriedad considerable en España por haber recibido un indulto real en 1611, y ya se había traslado a Italia hacía más de tres años cuando se publicó la segunda
La paradoja de Roque Guinart: El bandolero con conciencia en Don Quijote