Aprovecho para contar una tesis costumbrista y antropológica. Las mujeres odian a los a los gorriones. Los hombres en cambio los veneran.
Observo a una pareja de mediana edad en una terraza tomando el desayuno de cafe con leche y cruasán a la plancha. Mañana soleada y agradable en un entorno urbano tranquilo donde pululan alegres gorrioncillos. Él les tira migitas a los gorriones, ella le regaña (como regañan las charos).
Me parecio raro lo de esa mujer. Las mujeres que tan amantes son de los animales como perros y gatos ¿por qué esa inquina contra los gorriones?
Mientras él aguantaba la regañina pensaría "quien fuera libre como esos gorriones".
En los días de mi vida había oído una tontería al nivel de lo que acabas de defecar.