Amy Wong 2
Himbersor
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No todos los dias tenemos el honor de ver a un forero entrevistado...
@FernandoEsteso
A sus 74 años, el icono de "la españolada" setentera sigue subido a los escenarios y rodando cine y televisión
A sus 74 años, Fernando Esteso sigue subido a los escenarios: este mismo viernes fue la primera de las diez actuaciones de 'Cómicos y cabezudos' que tiene contratadas en Zaragoza con motivo de las fiestas del Pilar. "Es un espectáculo de variedades", explica, "un music hall en el que comparto la parte cómica con Marianico 'el corto' y en el que también participan Chayo Mohedano y Carlos Vargas". Precisamente, con motivo de la actuación de la noche el humorista no ha podido acudir en el último momento al Festival de Sitges, donde iba a acudir para presentar el documental 'Sesión salvaje', una carta de amor al cine de explotación y de serie B español dirigido por Paco Limón y Julio César Sánchez. "Me ha dado mucha pena no ir", lamenta al otro lado del teléfono.
Esteso es, junto a Pajares, un género en sí mismo. Con Mariano Ozores rodaron nueve películas que se han convertido en referentes de "la españolada", en sus propias palabras. películas de berzas y risas que se convirtieron en la vía de escape de una España tardofranquista que empezaba a desperezarse y a abrirse al mundo, a la democracia y al topless. Han pasado cuarenta y seis años de su debut en el cine con 'Celos, amor y Mercado Común', de Alfonso Paso, donde comparte cartel con Tony Leblanc y Cassen. "Yo no hice cásting; fueron a por mí. Entonces los cómicos empezaban haciendo papeles de gays. Normalmente eras el decorador. Para mí era el comienzo de un nuevo medio, porque yo había hecho ya radio, televisión, teatro y salas de fiestas", recuerda. "Además, también fueron los principios de gente como Victoria Vera". Ese año 1973 también editó su primer disco, 'Mariquita La Yé Yé', que la propia carátula describió como "sevillanas tartamudas".
El primer disco de Fernando Esteso
Cuando dio el salto al cine, con veintiocho años, ya llevaba quince en el mundo del espectáculo, donde comenzó de la mano de sus padres en la compañía teatral familiar. "A los trece años me hice artista profesional. Me tuvieron que dar un permiso especial para poder trabajar en Barcelona", cuenta. Dice de aquella época que el trabajo de artista era muy diferente a lo que existe hoy. "Entonces era muy bonito, como un juego. Te ibas haciendo grande trabajando y conociendo a gente a la que admirabas. Era una fiesta. El público respetaba al artista. Ahora se le respeta menos porque el artista es menos respetuoso con el público: nuestro humor era más blanco y ahora es más escatológico, más fuerte. Y el contacto con la gente era diferente: no estaban los que eran inalcanzables ni tampoco los que llaman a los periodistas para salir en las revistas. Para mantenerte en el mundo del espectáculo sólo necesitabas una silla".
A Esteso no le molesta que su nombre vaya siempre atado al de Andrés Pajares. "Me parece muy bien; somos amigos de hace muchos años. De toda la vida". Admite no haber leído todavía las memorias recién publicadas de su pareja cinematográfica.y tiene muy buen recuerdo de la época en la que ambos se convirtieron en el reflejo de la España popular y dicharachera. "Aprendimos a hacer las películas muy deprisa. Parecían películas sencillas, pero eran muy difíciles y hablaban del momento que se estaba viviendo", reivindica. "Eso sí, los madrugones eran lo que más me costaba. En esa época también hacíamos salas de fiestas y acababas a las tres o las cuatro de la mañana. Y a las siete te venían a buscar para llevarte al rodaje".
Fernando Esteso, ante el teatro Apolo en BArcelona. Á. V.
'Los bingueros' o 'Caray con el divorcio' son dos películas nacidas a raíz de los cambios sociales a los que se enfrentaba el país tras la fin de Franco. "Era un cine divertido, pero que también tenía su jovenlandesalina y su actualidad", defiende. "Siempre fue denostado, pero era un cine que en todos los países tenía su parcela. Y hay que reconocer que ha dado grandes directores como Mariano Ozores y que de allí han aparecido muchos de los grandes cómicos del cine español".
"Mariano era un hombre que se las pintaba solo cada vez que tenía que empezar un proyecto", prosigue. "Era un cine muy complicado de hacer y no se le daba importancia. Lo llamaron 'españolada'. Pues, ¡bendita españolada! Porque los ingresos en taquilla eran formidable y eran las que permitían hacer luego cine sesudo. Además, en nuestras películas también había crítica social, pero otra cosa es que fuese partidista. La taquilla es un bien común que acerca a todo el mundo al cine y no creo que haya que lanzarle mítines al público. Ahora parece que se sigue con la Guerra Civil y yo creo que deberían dejarla ya un poco".
@FernandoEsteso
A sus 74 años, el icono de "la españolada" setentera sigue subido a los escenarios y rodando cine y televisión
A sus 74 años, Fernando Esteso sigue subido a los escenarios: este mismo viernes fue la primera de las diez actuaciones de 'Cómicos y cabezudos' que tiene contratadas en Zaragoza con motivo de las fiestas del Pilar. "Es un espectáculo de variedades", explica, "un music hall en el que comparto la parte cómica con Marianico 'el corto' y en el que también participan Chayo Mohedano y Carlos Vargas". Precisamente, con motivo de la actuación de la noche el humorista no ha podido acudir en el último momento al Festival de Sitges, donde iba a acudir para presentar el documental 'Sesión salvaje', una carta de amor al cine de explotación y de serie B español dirigido por Paco Limón y Julio César Sánchez. "Me ha dado mucha pena no ir", lamenta al otro lado del teléfono.
Esteso es, junto a Pajares, un género en sí mismo. Con Mariano Ozores rodaron nueve películas que se han convertido en referentes de "la españolada", en sus propias palabras. películas de berzas y risas que se convirtieron en la vía de escape de una España tardofranquista que empezaba a desperezarse y a abrirse al mundo, a la democracia y al topless. Han pasado cuarenta y seis años de su debut en el cine con 'Celos, amor y Mercado Común', de Alfonso Paso, donde comparte cartel con Tony Leblanc y Cassen. "Yo no hice cásting; fueron a por mí. Entonces los cómicos empezaban haciendo papeles de gays. Normalmente eras el decorador. Para mí era el comienzo de un nuevo medio, porque yo había hecho ya radio, televisión, teatro y salas de fiestas", recuerda. "Además, también fueron los principios de gente como Victoria Vera". Ese año 1973 también editó su primer disco, 'Mariquita La Yé Yé', que la propia carátula describió como "sevillanas tartamudas".
Cuando dio el salto al cine, con veintiocho años, ya llevaba quince en el mundo del espectáculo, donde comenzó de la mano de sus padres en la compañía teatral familiar. "A los trece años me hice artista profesional. Me tuvieron que dar un permiso especial para poder trabajar en Barcelona", cuenta. Dice de aquella época que el trabajo de artista era muy diferente a lo que existe hoy. "Entonces era muy bonito, como un juego. Te ibas haciendo grande trabajando y conociendo a gente a la que admirabas. Era una fiesta. El público respetaba al artista. Ahora se le respeta menos porque el artista es menos respetuoso con el público: nuestro humor era más blanco y ahora es más escatológico, más fuerte. Y el contacto con la gente era diferente: no estaban los que eran inalcanzables ni tampoco los que llaman a los periodistas para salir en las revistas. Para mantenerte en el mundo del espectáculo sólo necesitabas una silla".
A Esteso no le molesta que su nombre vaya siempre atado al de Andrés Pajares. "Me parece muy bien; somos amigos de hace muchos años. De toda la vida". Admite no haber leído todavía las memorias recién publicadas de su pareja cinematográfica.y tiene muy buen recuerdo de la época en la que ambos se convirtieron en el reflejo de la España popular y dicharachera. "Aprendimos a hacer las películas muy deprisa. Parecían películas sencillas, pero eran muy difíciles y hablaban del momento que se estaba viviendo", reivindica. "Eso sí, los madrugones eran lo que más me costaba. En esa época también hacíamos salas de fiestas y acababas a las tres o las cuatro de la mañana. Y a las siete te venían a buscar para llevarte al rodaje".
'Los bingueros' o 'Caray con el divorcio' son dos películas nacidas a raíz de los cambios sociales a los que se enfrentaba el país tras la fin de Franco. "Era un cine divertido, pero que también tenía su jovenlandesalina y su actualidad", defiende. "Siempre fue denostado, pero era un cine que en todos los países tenía su parcela. Y hay que reconocer que ha dado grandes directores como Mariano Ozores y que de allí han aparecido muchos de los grandes cómicos del cine español".
"Mariano era un hombre que se las pintaba solo cada vez que tenía que empezar un proyecto", prosigue. "Era un cine muy complicado de hacer y no se le daba importancia. Lo llamaron 'españolada'. Pues, ¡bendita españolada! Porque los ingresos en taquilla eran formidable y eran las que permitían hacer luego cine sesudo. Además, en nuestras películas también había crítica social, pero otra cosa es que fuese partidista. La taquilla es un bien común que acerca a todo el mundo al cine y no creo que haya que lanzarle mítines al público. Ahora parece que se sigue con la Guerra Civil y yo creo que deberían dejarla ya un poco".