Gurney
Purasangre de la sangre más pura
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Así es
Aclaración previa, solamente para que conste en acta: la constitución no debe confundirse jamás con la Nación. Las constituciones, del mismo modo que los reyes y las dinastías, permanecen durante un tiempo, y luego caen en el olvido. Además, y tomando el argumento de Alexander Hamilton (uno de los llamados padres fundadores por la propaganda historiográfica anglosionista), en ningún caso debe considerarse que los derechos de la persona emanan de la constitución, sino que son preexistentes a toda norma jurídica, y que no son sólo los que la norma en cuestión reconozca
En cualquier caso, expresado mi ardor de estomago por la constitución del 78 y por el régimen partitocrático y centrífugo que estableció, debemos recordar para los NPCs el artículo 56 de la Constitución, en concreto su punto 1:
El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes.
Destaco en negrita el quid de la cuestión: en una crisis institucional sin precedentes, en el que a cambio de un apoyo en el Congreso se va a amnistiar a unos criminales contra la Nación, el Rey no se ha pronunciado públicamente
Es decir, despojado como está de todo poder ejecutivo, legislativo y judicial, sí puede y debe intervenir en crisis políticas particularmente graves, como es el caso
No ha hecho nada, demostrando la cobardía congénita de los Borbones (señor juez, no golpee la maza, simplemente abra algún libro de Historia que no esté demasiado contaminado por nuestros enemigos, y lea historias sobre Isabel II, alguno de los Alfonsos borbónicos, o el Froilán del siglo XIX, es decir, Fernando VII)
Decía Dalí en su iluminador libro "Los cornudos del arte moderno" que lo menos que se puede pedir a una estatua es que no se mueva
Pues ahí tenemos a nuestra estatua, un preparado cincuentón que no vale ni para tomar por ojo ciego
Bueno, tal vez para eso, como dicen las malas lenguas, sí que vale
A PELO, A PELO SIEMPRE
PS: Ésta es mi reina:
Aclaración previa, solamente para que conste en acta: la constitución no debe confundirse jamás con la Nación. Las constituciones, del mismo modo que los reyes y las dinastías, permanecen durante un tiempo, y luego caen en el olvido. Además, y tomando el argumento de Alexander Hamilton (uno de los llamados padres fundadores por la propaganda historiográfica anglosionista), en ningún caso debe considerarse que los derechos de la persona emanan de la constitución, sino que son preexistentes a toda norma jurídica, y que no son sólo los que la norma en cuestión reconozca
En cualquier caso, expresado mi ardor de estomago por la constitución del 78 y por el régimen partitocrático y centrífugo que estableció, debemos recordar para los NPCs el artículo 56 de la Constitución, en concreto su punto 1:
El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes.
Destaco en negrita el quid de la cuestión: en una crisis institucional sin precedentes, en el que a cambio de un apoyo en el Congreso se va a amnistiar a unos criminales contra la Nación, el Rey no se ha pronunciado públicamente
Es decir, despojado como está de todo poder ejecutivo, legislativo y judicial, sí puede y debe intervenir en crisis políticas particularmente graves, como es el caso
No ha hecho nada, demostrando la cobardía congénita de los Borbones (señor juez, no golpee la maza, simplemente abra algún libro de Historia que no esté demasiado contaminado por nuestros enemigos, y lea historias sobre Isabel II, alguno de los Alfonsos borbónicos, o el Froilán del siglo XIX, es decir, Fernando VII)
Decía Dalí en su iluminador libro "Los cornudos del arte moderno" que lo menos que se puede pedir a una estatua es que no se mueva
Pues ahí tenemos a nuestra estatua, un preparado cincuentón que no vale ni para tomar por ojo ciego
Bueno, tal vez para eso, como dicen las malas lenguas, sí que vale
A PELO, A PELO SIEMPRE
PS: Ésta es mi reina: