La Casa Real, tutelada y asesorada por el Centro Nacional de Inteligencia en cuanto a marketing y asesoramiento de imagen, decidió que para mantener el endeble tenderete de la monarquía y frenar la peligrosa erosión en cuanto a popularidad, léase mordidas y corruptelas del campechano con el petróleo saudí; vida de lujos y excesos en plena crisis económica del país ( cacerías, yates, pilinguis, etc.); cocaína en el caso del Marichalar; divorcios y hasta miembros de la Casa real en prisión como el Urdangarín, lo más sensato era quitar de enmedio al emérito, cuya imagen estaba más que amortizada sobre todo tras lo del elefante y poner al Preparao como ejemplo de rey progresista, más cercano a los "nuevos movimientos sociales" como el lobby LGTB ( de sus primeros actos oficiales fue recibir a una comitiva LGTB) todo ello con el único objetivo de justificarse y legitimarse de cara a seguir en el poder. Fue un movimiento muy parecido al del Concilio Vaticano II en la Iglesia Católica, es decir "progretizarse" para congeniarse con la realidad social de su tiempo y seguir trincando del bote. Y no olvidemos la genial, porque no cabe calificarla de otro modo, operación de marketing que fue el 23F, que supuso la coronación en el plano social del rey emérito y su legitimación como periodo diferente al franquismo.
Estupendo análisis. Lo del 23F fué un circo. ¿Quién cree que el Rey hizo algo?