Mi intención es diseñar un estilo de mango propio que se adapte a mis necesidades, usos, y al tamaño, peso y forma de la cabeza del hacha. En este caso se trata de una hacha antigua, quizás 100 años, que perteneció a mi abuelo y a mi bisabuelo. Pesa poco más de 1,150 gramos, y se usa principalmente para partir trozos medianos de leña (tengo otra hacha de 2 kilos para partir troncos grandes).
Mi primera intención fue hacer un mango corto estilo hacha de supervivencia, pero la cabeza es demasiado grande y pesada para eso. Luego pensé en hacer un mango recto con un listón de nogal estilo hacha de guerra vikinga, pero una vez más es una cabeza grande y pesada, y creo que los vikingos no usaban nogal así que no hubiese sido históricamente correcta.
Manos a la obra:
1. Cabeza del hacha (con una rotura en el labio inferior). Peso: 1,150 gramos. Longitud: 16,5cms x 13cms x 4,5cms (largo, alto, ancho). Haré el mango con un listón de pino que encontré por ahí. Es sólo para probar el diseño, luego haré otro mejor. Mide 2,5 pulgadas x 1,5 pulgadas x 24 pulgadas (66,04 cms)
2. Éste es el mango luego de tallarlo hasta su forma definitiva. Utilicé una sierra delgada para hacer muescas a lo largo, luego un cincel para tallar madera, y finalmente una lima Nicholson para madera. Luego habrá que lijarlo con lijas de 100, 120 y 200 para un mejor acabado.
3. El cuello y el extremo inferior del mango conservan los 2,5 pulgadas de grosor, solo la espiga ha sido desgastada para alijerar el peso y facilitar el agarre. El cuello es grueso porque, como todos sabemos, a veces al partir la leña, el cuello del hacha algunas veces golpea con la leña y necesita ser más gruesa para resistir el golpe.
4. El final del mango tiene esta forma porque mi estilo de golpear es utilizando lo más posible la longitud del hacha para multiplicar la potencia del impacto. Este diseño impide que, al igual que el hacha de los leñadores, se escape de mis manos y cause un accidente.
5. Aquí se puede apreciar mejor la forma de sujetar el mango y cómo su diseño se adaptar al estilo de uso mencionado. Da la impresión de que la espiga (espacio entre el cuello y el final del mango) será muy delgado y frágil (especialmente para el pino), pero eso lo averigüaré con el uso.
6. Ahora hay que tallar el cuello para que encaje en el ojo del hacha.
7. Basta apoyar la cabeza del hacha contra el extremo del cuello y marcar con un lápiz delgado. Para que se vea con más facilidad en las fotos lo remarqué con un sharpie.
8. Luego se talla. Yo lo hice con un cuchillo y luego con la Nicholson.
9. Producto terminado. Antes de encajar la cabeza del hacha lijé el mango con lijas de 100, 120 y 200.
10. Como hice con el kobután (mi anterior proyecto) he protegido la madera con aceite de motor. En realidad se puede utilizar cualquier aceite para proteger la madera. La idea es impedir que lo ataquen los insectos, se pudra con la humedad, etc. Resulta que tengo una botella que me sobró de la última vez que cambién el aceite a uno de mis coches, y como este año le he puesto aceite fresco nuevo, este aceite con más de 1 año lo uso para mis proyectos de carpintería.
Mi primera intención fue hacer un mango corto estilo hacha de supervivencia, pero la cabeza es demasiado grande y pesada para eso. Luego pensé en hacer un mango recto con un listón de nogal estilo hacha de guerra vikinga, pero una vez más es una cabeza grande y pesada, y creo que los vikingos no usaban nogal así que no hubiese sido históricamente correcta.
Manos a la obra:
1. Cabeza del hacha (con una rotura en el labio inferior). Peso: 1,150 gramos. Longitud: 16,5cms x 13cms x 4,5cms (largo, alto, ancho). Haré el mango con un listón de pino que encontré por ahí. Es sólo para probar el diseño, luego haré otro mejor. Mide 2,5 pulgadas x 1,5 pulgadas x 24 pulgadas (66,04 cms)
2. Éste es el mango luego de tallarlo hasta su forma definitiva. Utilicé una sierra delgada para hacer muescas a lo largo, luego un cincel para tallar madera, y finalmente una lima Nicholson para madera. Luego habrá que lijarlo con lijas de 100, 120 y 200 para un mejor acabado.
3. El cuello y el extremo inferior del mango conservan los 2,5 pulgadas de grosor, solo la espiga ha sido desgastada para alijerar el peso y facilitar el agarre. El cuello es grueso porque, como todos sabemos, a veces al partir la leña, el cuello del hacha algunas veces golpea con la leña y necesita ser más gruesa para resistir el golpe.
4. El final del mango tiene esta forma porque mi estilo de golpear es utilizando lo más posible la longitud del hacha para multiplicar la potencia del impacto. Este diseño impide que, al igual que el hacha de los leñadores, se escape de mis manos y cause un accidente.
5. Aquí se puede apreciar mejor la forma de sujetar el mango y cómo su diseño se adaptar al estilo de uso mencionado. Da la impresión de que la espiga (espacio entre el cuello y el final del mango) será muy delgado y frágil (especialmente para el pino), pero eso lo averigüaré con el uso.
6. Ahora hay que tallar el cuello para que encaje en el ojo del hacha.
7. Basta apoyar la cabeza del hacha contra el extremo del cuello y marcar con un lápiz delgado. Para que se vea con más facilidad en las fotos lo remarqué con un sharpie.
8. Luego se talla. Yo lo hice con un cuchillo y luego con la Nicholson.
9. Producto terminado. Antes de encajar la cabeza del hacha lijé el mango con lijas de 100, 120 y 200.
10. Como hice con el kobután (mi anterior proyecto) he protegido la madera con aceite de motor. En realidad se puede utilizar cualquier aceite para proteger la madera. La idea es impedir que lo ataquen los insectos, se pudra con la humedad, etc. Resulta que tengo una botella que me sobró de la última vez que cambién el aceite a uno de mis coches, y como este año le he puesto aceite fresco nuevo, este aceite con más de 1 año lo uso para mis proyectos de carpintería.
* EDITADO PARA CORREGIR MEDIDAS Y PESOS
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