(...)En declaraciones a los periodistas en Sevilla, tras recibir el Premio Iberoamericano Torre del Oro, un reconocimiento por parte de la Fundación Cajasol y la Cámara de Comercio sevillana, González ha subrayado que "Nicolás Redondo padre me hizo, convocó una huelga general siendo parlamentario, por el tema de las pensiones, de la reforma, y nunca se me ocurrió pensar que eso se penalizaba con la expulsión".
Para el expresidente del Gobierno, que ha eludido pronunciarse sobre su postura en contra de la amnistía que plantean los independentistas para apoyar la investidura de Pedro Sánchez, esa convocatoria de huelga, a diferencia de lo que ha pasado con Redondo Terreros, "era una cosa seria, no una opinión". Informa Efe.
Fue el propio Felipe González quien hace una semana abrió la caja de los truenos del PSOE poniendo voz al estupor y al enfado que ha causado en un sector del partido la predisposición de la dirección a conceder una amnistía a los líderes independentistas catalanes acusados y condenados por el 1-O.
En una entrevista en Onda Cero Radio, el ex presidente del Gobierno fue taxativo y afirmó que «en la Constitución no caben ni la amnistía ni la autodeterminación» al tiempo que advertía de que «los cimientos de nuestra democracia y convivencia están siendo atacados».
Incluso, confesó que le «costó» votar a su partido, al PSOE, en las últimas elecciones generales.
Sus críticas aceradas marcaron el camino de un buen número de históricos dirigentes del PSOE igualmente contrarios a las concesiones sin límites a los soberanistas a cambio de la investidura. Alfonso Guerra -que ayer le acompañó en Sevilla-, Ramón Jáuregui, Juan Carlos Rodríguez Ibarra o Joaquín Almunia expresaron más o menos claramente su postura crítica con la dirección de Pedro Sánchez.
Para el expresidente del Gobierno, que ha eludido pronunciarse sobre su postura en contra de la amnistía que plantean los independentistas para apoyar la investidura de Pedro Sánchez, esa convocatoria de huelga, a diferencia de lo que ha pasado con Redondo Terreros, "era una cosa seria, no una opinión". Informa Efe.
Fue el propio Felipe González quien hace una semana abrió la caja de los truenos del PSOE poniendo voz al estupor y al enfado que ha causado en un sector del partido la predisposición de la dirección a conceder una amnistía a los líderes independentistas catalanes acusados y condenados por el 1-O.
En una entrevista en Onda Cero Radio, el ex presidente del Gobierno fue taxativo y afirmó que «en la Constitución no caben ni la amnistía ni la autodeterminación» al tiempo que advertía de que «los cimientos de nuestra democracia y convivencia están siendo atacados».
Incluso, confesó que le «costó» votar a su partido, al PSOE, en las últimas elecciones generales.
Sus críticas aceradas marcaron el camino de un buen número de históricos dirigentes del PSOE igualmente contrarios a las concesiones sin límites a los soberanistas a cambio de la investidura. Alfonso Guerra -que ayer le acompañó en Sevilla-, Ramón Jáuregui, Juan Carlos Rodríguez Ibarra o Joaquín Almunia expresaron más o menos claramente su postura crítica con la dirección de Pedro Sánchez.
Felipe González, tras la expulsión de Redondo: "Quien no es controvertido es que traga con todo"
El ex presidente del Gobierno y ex secretario general del PSOE, Felipe González, no quiso este jueves ahondar en la herida interna del PSOE a causa de la presumible amnistía,...
www.elmundo.es