Ni Beethoven tuvo la alegría de vivir que tras*pira la música de Mozart; lo de aquel es más arrebatado, más trágico, más moderno: es la otra cara de Bach. Y Mozart está en el medio.
Recordad lo que dijo Aristóteles...
Mozart es el siglo XVIII (Talleyrand: "quien no ha vivido antes de 1789 no sabe qué es la alegría de vivir").