Las explosiones de dos bolsos en Muskiz y Bilbao, el 29 de mayo de 1994, hirieron de gravedad a tres personas y, aunque la Ertzaintza no descartó ninguna hipótesis, llevaron a políticos del Pacto de Ajuria Enea a señalar a ETA, mientras desde la izquierda abertzale se alertaba de un posible rebrote de la guerra sucia.
Era domingo. Y tanto la playa de La Arena, en Muskiz, como el monte Artxanda, en Bilbao, son áreas de esparcimiento muy frecuentadas en jornadas festivas. Por eso, no es descabellado pensar, como se pensó entonces, que las bombas que estallaron allí tal día como hoy tenían un carácter indiscriminado y buscaban causar el mayor daño posible.
Resurrección Basarrate, de 50 años, y su hija Aránzazu García, de 25, resultaron gravemente heridas cuando la progenitora intentó abrir un bolso de mano de caballero que encontraron en la arena sobre las 9 de la mañana y este explotó. Basarrate sufrió la amputación de una mano y ambas, lesiones en los ojos, perforación de tímpano y heridas de metralla.
Quince minutos después, a unos 20 kilómetros de distancia, Agustín Moreno Sevilla, de 72 años, perdió las dos manos y la visión en ambos ojos al estallar el artefacto escondido en otro bolso de mano que encontró abandonado en las escaleras que unen la zona de restaurantes con el funicular de acceso al monte Artxanda.
“
Egin” constataba que ni antes ni después de las explosiones, ocurridas en plena campaña electoral para las elecciones autonómicas, hubo aviso o reivindicación, pero durante años partidos e instituciones del Pacto de Ajuria Enea atribuyeron el atentado a ETA. De nada sirvió que la organización entonces negara su autoría.
Al vicepresidente del Gobierno español, Narcís Serra; al gobernador civil de Bizkaia, Daniel Arranz; al secretario general del PSE, Ramón Jáuregui; al presidente del PNV, Xabier Arzalluz; al portavoz del PP en la CAV, Gregorio Ordóñez; al presidente de EA, Carlos Garaikoetxea, y al dirigente de IU Javier Madrazo les faltó tiempo para apuntar a ETA y, por extensión a la izquierda abertzale. Arzalluz dijo que «
debe ser la manera con la que ETA pide el voto para HB», mientras José Antonio Ardanza, señalaba a «
ETA o sus alevines», y Joseba Egibar, mantenía sus dudas.
HB denunció los intentos «
manipuladores» y «
acusaciones gratuitas», y añadió que el carácter indiscriminado y las «
extrañas circunstancias» en las que se produjeron las explosiones «
nos inducen a pensar que nos podemos encontrar, casi con total seguridad, ante el rebrote en Euskal Herria de la guerra sucia, cuya planificación y puesta en práctica siempre ha estado ligada a los sectores más reaccionarios de los aparatos del Estado». E instó a Arranz a «
investigar los fondos reservados que maneja, los desagües que controla y a los cientos de agentes armados bajo sus órdenes».
DISCREPANCIAS EN INTERIOR
Desde Interior, Juan Alberto Belloch dijo que ETA no reivindicaría los atentados porque «
no lo hacen cuando no les interesa» y apuntó a los llamados «
grupos Y de apoyo a ETA» que utilizarían artefactos sencillos de tipo casero, mientras Juan María Atutxa citó la «
sofisticación» de los artefactos, que no eran como los utilizados hasta entonces por ETA, lo que no le impidió soltar que «
está claro quién ha practicado el terrorismo en este pueblo y quienes lo han impulsado. Tanto los de ETA, como los que están a su alrededor, KAS, Jarrai y otros grupos, y los que se presentan como sus representantes a las elecciones, los que aparecen bajo las siglas de HB». Y eso tras admitir que no descartaba cualquier posibilidad sobre la autoría y que en otros casos hubo aviso.
KAS y Jarrai se desmarcaron culpando al «
terrorismo de los desagües del poder», mientras HB volvía a señalar, sin la menor duda, al «
terrorismo de Estado» como único responsable. «S
on un capítulo más de la guerra sucia emprendida por los aparatos del Estado contra la izquierda abertzale», subrayaba Jon Idigoras.
OTROS CASOS
Hubo otros casos ocurridos en las décadas de los 80 y 90, atribuidos por las autoridades a ETA, pese a que esta negó su autoría. Uno de aquellos casos fue el frustrado el 14 de agosto de 1991 en Donostia, con motivo de la tradicional Salve. Con el Gobierno Civil de Gipuzkoa como única fuente, varios medios publicaban al día siguiente alarmantes titulares sobre un «
intento» de ETA de «
provocar una matanza» al paso de La Salve con una bomba que fue desactivada. Eran 10 kilos de amonal y dinamita francesa que podía ser activados con mando a distancia, lo que llevó al Gobierno Civil a apuntar que se pretendía atentar contra los agentes desplegados en La Salve. Nadie explicó por qué no se activó cuando los agentes se acercaron, según constató ‘‘
Egin’’.
Las bombas en Artxanda y Muskiz apuntan a la guerra sucia
La explosión de un juguete-bomba en San Sebastián mata a una mujer de 62 años y hiere gravemente a su nieto
Batasuna afirmó ayer que la explosión que causó la fin el lunes 20 de agosto de 2001 a María Francisca Eraunzetamurgil y heridas de gravedad a su nieto Jokin Galarraga es «
un capítulo más de guerra sucia contra Euskal Herria», e instó a investigarlos a fondo para que no queden en la oscuridad, como ocurrió en los casos de Muskiz y Artxanda. Joseba Permach reveló que Batasuna ya hizo saber al PNV la posibilidad de intentos de criminalización de la izquierda abertzale a raíz de un misterioso mensaje difundido en internet. Los '
mahaikides' Joseba Permach, Ainhoa Ozaeta e Imanol Iparraguirre mostraron ayer su solidaridad y pésame a la familia afectada por la explosión de la calle Aldamar, en nombre de Batasuna, en una rueda de prensa presidida por un ikurriña con crespón neցro en Donostia.
Permach afirmó que la explosión que causó la fin a Eraunzetamurgil y causó heridas de gravedad a su nieto Jokin constituye «
un capítulo más de guerra sucia contra Euskal Herria y contra los ciudadanos vascos» y reclamó que se esclarezca lo ocurrido el lunes, tras constatar que hechos como los registrados en Artxanda y Muskiz en 1994 permanecen aún sin esclarecer e impunes. «
No es la primera vez que ocurre este tipo de capítulos oscuros en Euskal Herria», resaltó. El portavoz de la formación abertzale no tuvo reparo en afirmar que «
detrás de hechos turbios y oscuros han estado personas vinculadas a los aparatos del Estado». El '
mahaikide' afirmó que el tratamiento informativo de algunos medios de comunicación y las declaraciones del ministro español de Interior, Mariano Rajoy, vinculando la explosión a la '
kale borroka', «
demuestran que el fin y el objetivo de lo ocurrido en Donostia es criminalizar a la izquierda abertzale».
«Campaña en marcha»
Permach sustentó esta aseveración en una información conocida por Batasuna en las fechas previas a las elecciones del 13-M y que, según dijo, comunicaron al PNV. «
Se decía que en los próximos días o meses se podían producir atentados indiscriminados utilizando teléfonos móviles y pequeños objetos por parte de ETA. Se buscaba crear el caldo de cultivo para, una vez producidos, criminalizar a la izquierda abertzale», estimó. Esta circunstancia fue reconocida en su edición de ayer por el diario '
El País'. El portavoz de Batasuna aseguró, en este contexto, que lo ocurrido «
nos da la posibilidad de declarar que, cierta y desgraciadamente, la información que habíamos recibido ya hace unos meses venía a corroborar que estaba ya en marcha una campaña que buscaba precisamente lo que está ocurriendo al intentar criminalizar a la izquierda abertzale».
Gestoras pro-Amnistía también enmarcó la explosión del pasado lunes en la guerra sucia al afirmar que su objetivo «es generar dolor y sufrimiento en la sociedad vasca y busca incriminar a la izquierda abertzale». A través de un comunicado, aseguró que la sociedad vasca «
siempre ha mostrado la suficiente madurez para saber de quién es la responsabilidad de este tipo de acciones de "incontrolados controlados"». Señaló que este tipo de hechos «
nos retrotraen al pasado, al tiempo en que el PSOE estaba en el Gobierno español. Parece que en tiempo del Gobierno del PP estamos viendo la utilización de esos métodos del pasado», aseguró antes de concluir que «
la guerra sucia siempre ha sido un instrumento utilizado por los estados».
Mensaje en la red
El pasado mes de abril circuló en internet un mensaje que decía lo siguiente: «
Oíd, es importante, nos lo han pasado de la Dirección General de la Policía, que son clientes corporativos, y del Ministerio del Interior. Por determinadas ciudades españolas, incluyendo Madrid, Barcelona y Valencia, se están preparando atentados indiscriminados con los detonadores robados recientemente en Grenoble por ETA: el modus operandi es acompañarlos con unos gramos de dinamita e insertarlos en teléfonos móviles, llaveros, etcétera, que se van a abandonar por las calles. Tienen potencia suficiente como para arrancar una mano. Alertad a cuanta más gente podáis». En referencia a este correo-e, '
El País' publicó ayer que la Comisaría General de Información de la Policía emitió recientemente un comunicado desmintiendo «
la alerta» tras*mitida por la red.
Cobra fuerza la hipótesis de guerra sucia en la explosión de Donostia