Creo que fue Augusto quien prohibió que se sirviese alimentos frescos en las tabernas, para evitar las intoxicaciones. Sólo podían servirse alimentos cocidos o macerados, como el garum.
A mí lo que me parece el colmo de la asquerosidad son ciertas costumbres romanas, como por ejemplo, que como no usaban pañuelos, se limpiaban los mocos y las manos en los faldones de la toga.
Otra costumbre asquerosa es la de soltar en común. Se limpiaban con un palo con una esponja, que lavaban en una pileta con los restos de la cosa de los anteriores, lo que promovía el contagio de enfermedades.
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