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Madmaxista
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http://spanish.larouchepac.com/node/24189
EU anuncia más venta de armas a Arabia Saudita, los financiadores del EIIS
20 de noviembre de 2015 — El Departamento de Estado de Estados Unidos aprobó la venta de armas por $1,290 millones de dólares a Arabia Saudita, lo cual incluye 22,000 bombas inteligentes y con propósitos generales, entre ellas 1,000 bombas guiadas por láser GBU-10 Paveway II, y más de 5,000 dispositivos de Municiones de Ataque Directo Conjunto para convertir bombas antiguas en armas guiadas con precisión utilizando señales de GPS, según informó hoy el noticiero de la BBC.
Arabia Saudita promueve la teología del wahhabismo, la religión adoptada por el EIIS, la cual tiene que ver con el terrorismo a gran escala, decapitaciones, crucifixiones y destrucción de herencias culturales. Los saudíes están llevando a cabo ataques aéreos indiscriminados en contra de su vecina Yemen. Los ataques aéreos de los saudíes, que llevan ya más de siete meses, han asesinado a más de 1,000 yemeníes.
El congreso de EU tiene ahora 30 días para parar el acuerdo, si así lo desea, señala el noticiero de la BBC. La venta, si no la bloquea el congreso federal "repondría el inventario actual de la Fuerza Aérea Real Saudita, aumentando las capacidades de Arabia Saudita", dijo el vocero del Departamento de Estado, según informa el noticiero de la BBC. El acuerdo de armas es parte de la promesa de Obama de reforzar el apoyo militar a Arabia Saudita después de que se negoció un acuerdo nuclear con Irán.
Además de la anunciada venta de armas, en septiembre se aprobó la posible segunda venta a Arabia Saudita —uno de los clientes más grandes compradores de armas de Estados Unidos— de 600 misiles de defensa aérea Patriot PAC-3 hechos por Lockheed Martin Corp., un acuerdo valuado en $5,400 millones, y el mes pasado, el gobierno estadounidense aprobó también la venta a Arabia Saudita de hasta cuatro embarcaciones de combate Littoral hechos por Lockheed por $ 11,250 millones, según informó Reuters el 16 de noviembre.
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http://www.burbuja.info/inmobiliaria/editpost.php?do=editpost&p=15518684
http://spanish.larouchepac.com/node/24183
Después de lo de París: ¡Que se den a conocer las 28 páginas ya!
19 de noviembre de 2015 — El siguiente artículo escrito por Jeffrey Steinberg aparecerá en el próximo número del semanario EIR.
El 7 de enero del 2015, justo horas antes de que los terroristas lanzaran un asalto en contra de las oficinas en París de la publicación satírica Charlie Hebdo, matando a una docena de personas, el ex senador demócrata de Florida, Bob Graham, el congresista republicano de Carolina del Norte, Walter Jones, el congresista demócrata de Massachussets, Stephen Lynch y el congresista republicano de Kentucky, Thomas Massie, junto con representantes de las familias de víctimas del 11 de septiembre, exigieron en conferencia de prensa en el Capitolio de Washington, DC, la publicación inmediata del capítulo de 28 páginas en la versión original de la Investigación Conjunta del Congreso del 2002 sobre el 11 de septiembre, en donde se documenta el papel de la familia real saudí en el financiamiento de los secuestradores.
Las palabras del senador Graham suenan hoy aún más profundas y oportunas después de las masacres en París del 13 de noviembre llevadas a cabo por los carniceros aliados al Estado Islámico. Graham había dicho ante un salón repleto:
Los saudíes saben lo que hicieron. Ellos no son personas que ignoren las consecuencias de los actos de su gobierno. Segundo: ¡los saudíes saben que nosotros sabemos lo que ellos hicieron! Alguien en el gobierno federal ha leído las 28 páginas, alguien en el gobierno federal ha leído todos los demás documentos que se han ocultado hasta ahora. Y los saudíes lo saben".
¿Cuál creen ustedes que sería la posición saudí, si ellos sabían lo que habían hecho, si ellos sabían que Estados Unidos sabía lo que habían hecho y han observado además que Estados Unidos había adoptado una posición de pasividad, o de verdadera hostilidad hacia dejar que se conozcan esos hechos? ¿Qué haría el gobierno saudí en esas circunstancias, que son precisamente en las que han vivido por más de una década?
Bueno, en primer lugar, han continuado, quizás acelerado, su apoyo a una de las formas más extremistas del Islam, el wahabismo, por todo el mundo, en particular en el Medio Oriente. Y en segundo lugar, han apoyado su fervor religioso, con apoyo financiero y otras formas de apoyo a las instituciones encargadas de cumplir con esas formas extremas del Islam. Entre esas instituciones se cuentan mezquitas, madrazas y fuerzas armadas. Al-Qaeda fue una criatura de Arabia Saudita; los grupos regionales como al-Shabaab han sido en gran medida creados por Arabia Saudita; y ahora, ¡el EIIS es su última creación!
Sí, yo espero y confío en que Estados Unidos aplastará al EIIS, ¡pero si creemos que ésta es la definición de la victoria, estamos siendo demasiado ingenuos! El EIIS es la consecuencia, no la causa; es la consecuencia de la diseminación del extremismo, en gran medida por parte de Arabia Saudita, y si se le aplasta crearán, financiarán y apoyarán otra institución para que siga adelante con la causa.
Así que las consecuencias de nuestra pasividad hacia Arabia Saudita, ha sido que hemos tolerado esta sucesión de instituciones, violentas, extremistas, extremadamente dañinas para la región del Medio Oriente y una amenaza para el mundo, como lo vimos esta mañana en París.
El senador Graham estaba absolutamente en lo correcto el 7 de enero. Sus palabras tienen una importancia aún mayor ahora, cuando el mundo entero está todavía en estado de conmoción por los acontecimientos del viernes en París y ante la posibilidad de que sucedan de nuevo.
Puede suceder de nuevo
El EIIS (Estado Islámico de Iraq y Siria) ya emitió nuevas amenazas de ataques terroristas ciegos similares, esta vez en contra de objetivos en Washington, DC y otras ciudades estadounidenses. El gobierno ruso, después de una investigación cuidadosa, concluyó el 17 de noviembre que el avión de Metro Jet que estalló sobre Sharm el-Sheikh, Egipto, fue derribado con una bomba terrorista plantada en la nave. El EIIS se adjudicó la autoría de esta atrocidad que cobró la vida de 224 personas. El EIIS también se adjudicó la autoría de un par de bombazos suicidas en el sur de Beirut el 12 de noviembre en donde fueron asesinadas y heridas cientos de personas inocentes.
El senador Graham está absolutamente en lo correcto. El EIIS es una consecuencia de la promoción que hacen los saudíes del wahhabismo y el terrorismo yihadista violento. Para ser más precisos, Al Qaeda, el Estado Islámico, el Frente Nusra y otras agrupaciones terroristas son producto de una alianza anglo-saudí, más conocida públicamente como los arreglos de intercambio de armas por petróleo Al Yamamah entre Londres y Riad. Con Al Yamamah se creó un fondo ilícito extraterritorial para el terrorismo que alimentó directamente a Al Qaeda, desde el inicio de este acuerdo siniestro en la década de 1980.
La conmoción de los ataques en París ha forzado al gobierno de Obama, al menos por el momento, a abandonar su campaña de repruebo en contra de Rusia y el Presidente pilinguin, y a aceptar por lo menos formalmente la urgencia de colaborar con Moscú para aplastar al Estado Islámico.
Ahora es el momento de pedirle cuentas al aparato anglo-saudí que ha estado promoviendo el crecimiento del aparato yihadista global, mediante el financiamiento y apoyo logístico durante décadas.
Ha llegado el momento de dar a conocer las 28 páginas completas de la Investigación Conjunta del Congreso sobre el 11 de septiembre. La publicación de esas 28 páginas debe ser el punto de partida de una investigación exhaustiva, de arriba abajo, sobre el papel de la monarquía saudí en la promoción del terrorismo a nivel internacional, empezando con la divulgación completa del papel saudí en los ataques del 11 de septiembre del 2001 en contra del Centro Mundial de Comercio y el Pentágono.
Tiempo de ajustar cuentas
El Congreso no debe tolerar ni un minuto más el encubrimiento de la Casa Blanca de esas 28 páginas. La Investigación Conjunta fue una investigación de la rama legislativa y el Congreso tiene total autoridad para dar a conocer las 28 páginas, le guste o no a la Casa Blanca. El fallo de la Corte Suprema de Justicia de EU en 1971, en el caso del entonces senador Mike Gravel (demócrata por Alaska) quien puso los Papeles del Pentágono en el registro del Congreso bajo la cláusula "discursos y debate" de la Constitución, deja en claro que el Congreso tiene la autoridad constitucional para desclasificar esas páginas inmediatamente.
Aunque se sabe que esas páginas aportan detalles sobre cómo el Directorio General de Inteligencia saudí apoyó a por lo menos dos de los secuestradores del 11 de septiembre después de su arribo a California, y cómo el entonces embajador saudí ante los Estados Unidos, príncipe Bandar bin-Sultan, proporcionó fondos a los dos secuestradores, es claro que las páginas contienen otros detalles vitales y pistas sobre el alcance real del respaldo del régimen saudí a los asesinos del 11 de septiembre.
Si en ese entonces se hubiera conocido todo el alcance de las manos ensangrentadas de la monarquía saudí detrás del 11 de septiembre, ningún Presidente estadounidense se hubiera podido salir con la suya de mimar a los saudíes como ha sido el sello distintivo de los gobiernos de Bush y de Obama, después del 11 de septiembre. Hasta la fecha, el Presidente Obama alaba públicamente a los saudíes por su papel en la "coalición" que combate al EIIS. Aunque no hubiera cometido ningún otro delito que ameritara el enjuiciamiento político, este encubrimiento descarado del Presidente de las manos saudíes detrás del terrorismo yihadista internacional, por sí mismo alcanza el umbral de "delitos graves y faltas leves" que ameritan un inmediato procedimiento de juicio político.
Si ha de haber justicia alguna para los que murieron el 11 de septiembre, para los que perecieron a bordo del avión Metro Jet, los que fueron brutalmente asesinados en París y en el sur de Beirut, se tiene que desenmascarar públicamente la complicidad total de los saudíes, ya.
O sí no, como lo advirtiera proféticamente el senador Graham, se pudiera aplastar formalmente a Al Qaeda y al EIIS, pero la enfermedad subyacente resurgirá de una forma nueva más virulenta en un dos por tres.
¡Qué se publiquen las 28 páginas ya!
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Daniel Estulin cuenta la verdad de los atentados de París
Daniel Estulin y los atentados de París ‘los terroristas gozan de la protección de Reino Unido’
Daniel Estulin ha concedido a prnoticias una entrevista exclusiva en la que relaciona los atentados terroristas de París con la colaboración de los servicios de inteligencia de varios países. Incluso se atreve a advertir que gran parte de los terroristas que han sido más buscados en la última década han estado de una manera u otra protegidos por los servicios de inteligencia de Reino Unido. Unas duras declaraciones del descubridor del Club Bilderberg, nominado al Nobel y al Pulitzer y reciente premio prnoticias.
¿Qué elementos pueden hacernos sospechar que las acciones terroristas en Paris necesitaron forzosamente de la colaboración de la inteligencia de varios países?
Los vínculos históricos del terrorismo islámico con los servicios de inteligencia británicos. En un artículo publicado en el periódico británico The Guardian el 14 de febrero de 2002 (“Los aliados apuntan con el dedo a Gran Bretaña como “puerta giratoria” de Al Qaeda”), señalaban que la mayoría de los atentados conocidos que ha planificado o ejecutado Al Qaeda desde finales de los años 90, estaban vinculados con el Reino Unido. Los jueces de instrucción, la policía y los agentes de los servicios secretos de esas ciudades creen que los líderes espirituales islamistas afincados en el Reino Unido desempeñaron un papel clave en el adoctrinamiento e incluso, posiblemente, en la autorización de las operaciones terroristas.
Dado que Gran Bretaña es pequeña desde el punto de vista geográfico, tiene una población tres veces inferior a la de Pakistán y cuenta con el legendario servicio de Inteligencia de Su Majestad ¿es prudente afirmar que los terroristas están allí porque gozan de la protección de las autoridades británicas?
El artículo de The Guardian sostenía que los investigadores de Francia, España, Alemania e Italia creen firmemente que al menos siete de los principales lugartenientes de Bin Laden, Abu Qatada, Djamel Beghal, Kamel Daoudi, Abu Abdallah, Bagdad Meziane, Brahim Benmerzouga y Abu Doha, han operado desde Reino Unido. Los clérigos fiel a la religión del amores, como Abu Qatada, a los que se permitía predicar abiertamente la yihad en el Reino Unido, eran en realidad una “puerta giratoria” hacia el islam radical y el terrorismo.
El hecho de que los fiel a la religión del amores británicos aparezcan en cualquier caldo de cultivo del terrorismo y el extremismo en todo el mundo (Afganistán, Pakistán, la India, Chechenia y Bosnia) no es casualidad, ni tampoco una coincidencia, ni una teoría de la conspiración. La creación y el reclutamiento de terroristas islámicos es una política británica intencionada. La mortífera mezcla de ingredientes, fundamental para el producto final, es la combinación del control de los servicios secretos británicos y la financiación saudí, canalizada a través de una red de “organizaciones benéficas” islámicas internacionales.
Otro dato revelador. De los 30 principales grupos terroristas mencionados en el reportaje, como mínimo diez tienen su sede en Londres, mientras que otros quince cuentan con importantes bases de operaciones en esa ciudad.
A algunos de los terroristas y reclutadores de terroristas más conocidos se les ha considerado también colaboradores directos de los servicios de Inteligencia británicos. Por ejemplo, Abu Hamza al Masri, que durante años controló la principal mezquita de Londres que reclutaba terroristas, la mezquita de Finsbury Park, de la que eran miembros, entre otros, Zacarias Moussaoui y Richard Reid, el terrorista del zapato. Otro caso flagrante es el de Abu Qatada, uno de los miembros más famosos de Al Qaeda en Londres, un ciudadano jordano al que se concedió asilo en el Reino Unido en 1994. El periódico londinense The Times, entre otros, reveló que Abu Qatada era “un agente doble del MI5” en el año 2004.
Como era habitual, mientras estaba reclutando efectivos para Al Qaeda en el extranjero, Abu Qatada aseguró al MI5 que no haría nada que fuera en contra de los intereses británicos. Otro informador del MI5, Bisher al Rawi, había ejercido de intérprete en las reuniones entre el MI5 y Abu Qatada. Otro drástico caso de colaboración británica es el del jeque Ahmed Omar Saeed, el terrorista británico-pakistaní que fue juzgado y condenado por el secuestro y asesinato del periodista estadounidense Daniel Pearl en 2002.
Si como sabemos el Estado Islámico fue creado y financiado por EE.UU e Israel ¿Es posible especular que los atentados en Francia sean una maniobra de estos países?
Sin olvidar el papel de Londres. Este grupo de agentes provocadores, que operan en todos los bandos de todos los conflictos de la región, confiere a Londres una inigualable capacidad para manipular eventos. El refugio seguro y la ayuda que presta el Reino Unido a los grupos terroristas son la esencia del método de la Inteligencia británica: respaldar a los fanáticos más violentos en cada bando de cada conflicto, o crearlos si es necesario, y llevar a cabo masacres sangrientas para garantizar que se acaba con la amenaza de la paz. Ésa ha sido la práctica habitual británica desde incluso antes de la época de lord Palmerston durante el reinado de la reina Victoria. El papel de Londres en este sentido no ha pasado desapercibido.
Os pongo dos ejemplos. El 3 de noviembre de 1995, el diario francés Le Figaro, bajo el titular «La providencial niebla de Londres», se refirió a la ola de bombardeos del Grupo Islámico Armado (GIA) argelino en Francia y Argelia: «La pista de Boualem Bensaid, líder del GIA en París, lleva a Gran Bretaña. La capital británica ha servido de base logística y financiera a los terroristas». Al día siguiente, Le Parisien informaba de que el autor de los atentados del GIA en Francia era Abou Farres, al que se había concedido el permiso de residencia en Londres, a pesar de que ya se le buscaba en relación con el bombardeo en el aeropuerto de Argel.
Os recuerdo que el GIA fue responsable de los atentados en el metro de París en 1995, que se saldaron con ocho muertos y ciento cincuenta heridos. El presunto autor intelectual de los atentados del GIA fue Rachid Ramda, un argelino que vivía en el Reino Unido en aquel momento, a quien los británicos detuvieron entonces, aunque se negaron a extraditarlo a Francia ¡hasta diez años después!
El 2 de noviembre, USA Today, el periódico de mayor circulación de Estados Unidos, publicó un artículo titulado «Londresistán: el centro neurálgico del terrorismo», que afirmaba que «no se sabe de ninguna otra nación de Occidente que dé asilo a tantos terroristas vinculados a Bin Laden como el Reino Unido».
Y por si este flagrante alarde de justicia no fuera suficiente para indignarte, en los años 90, las autoridades británicas concedieron permiso a dos grupos terroristas islamistas egipcios, la Yihad Islámica y el Grupo Islámico ul-Jihad al-Islami y Gamaa al Islamiya, para abrir oficinas en Londres donde llevar a cabo campañas en los medios de comunicación y actos para recaudar fondos. No cabe duda de qué tipo de actividad empresarial se llevaba a cabo en esas oficinas. El mismo día en que se inauguró la oficina del Grupo Islámico en Londres, sus miembros asesinaron a diez coptos (cristianos egipcios) reunidos frente a una iglesia en la provincia egipcia de Alminia y a otros tres en una granja en la misma ciudad. Un portavoz del grupo terrorista, que contactó con el diario árabe internacional Al Hayat, se atribuyó la autoría del atentado y no negó que las órdenes podrían haber venido de la facción del grupo afincada en Londres.
Finalmente, poco antes de la masacre de Luxor, Egipto el 8 de octubre de 1997, el Departamento de Estado estadounidense, en cumplimiento de la Ley contra el Terrorismo de 1996, publicó una lista de treinta organizaciones terroristas extranjeras a las que se prohibía operar en territorio estadounidense. De los grupos mencionados, seis conservan su sede en Gran Bretaña: el Grupo Islámico (Egipto), Al Jihad (Egipto), Hamás (Israel, Autoridad Palestina), Grupo Islámico Armado (Argelia, Francia), el Partido Obrero Kurdo (Turquía) y los Tigres de Liberación de Tamil Eelam (Sri Lanka).
¿Esta Europa poco preparada para el terrorismo?
Mientras que Hollande, Obama, Cameron and Rey Salman por un lado, añoran a las víctimas, por el otro, siguen trabajando estrechamente con los mismísimos grupos terrorista que mataron a Gadaffi y al embajador Americano en Bengazi, Kris Stevens. Nos toman por petulantes. Buscamos a los terroristas en lugares equivocados.
¿Qué papel han jugado las madrasas en el fomento del terrorismo islámico?
Desde finales de los años setenta, la Casa de los Saud inyectó grandes sumas de dinero para crear madrasas, escuelas religiosas para jóvenes donde se les enseñaba una interpretación radical y ortodoxa del islam. Así se crearon los cimientos del fundamentalismo en Pakistán, por ejemplo. Estas madrasas fueron básicamente el origen de las fuerzas talibanes en Afganistán, que nacieron a finales de los años noventa. El concepto básico tras la creación de estos talibanes en Afganistán era proporcionar un puesto de avanzada a los seguidores wahabíes de la Casa de los Saud en el umbral de Rusia, al lado de Asia Central, y en las entrañas del subcontinente indio.
Todo esto mientras Washington observaba el desarrollo de los acontecimientos desde la distancia, básicamente dando aliento. De hecho, Washington hizo mucho más que observar. La Universidad de Nebraska publicó libros de texto yihadistas llenos de imágenes violentas y enseñanzas islámicas bélicas, a costa de $2 millones de los contribuyentes estadounidenses.
En consecuencia, el reino saudí no sólo actúa como el cónyuge de Gran Bretaña en Arabia, sino que ha ido más allá y ha adoptado totalmente el método británico de controlar el mundo islámico creando profundas fisuras en su seno, explotando las diferencias sectarias históricas entre chiíes y suníes, y después llenando esas grietas con sangre fiel a la religión del amora.
Es más, la Casa de los Saud creó estas madrasas en colaboración con Al Qaeda. Por ejemplo, el príncipe saudí Turki bin Faisal, que había asumido el mando de la Dirección General de Inteligencia (GID, por sus siglas en inglés), el principal servicio de Inteligencia de Riad, de 1977 a 2001, conocía a Bin Laden desde 1978. Este último se convirtió en uno de los ejes de la política financiera del GID respecto al ISI y la guerra antisoviética en Afganistán, y se reunió varias veces con Turki en Islamabad.
¿Qué papel juega Arabia Saudí en financiar al terrorismo?
La Casa de los Saud ha proporcionado, en exclusiva, apoyo económico, político, religioso y mediático al terrorismo islámico. Este apoyo se presta especialmente a instancias de Gran Bretaña, así como de Estados Unidos e Israel. En las dos últimas décadas, los saudíes se han gastado como mínimo ochenta y siete mil millones de dólares en promover el terrorismo. En comparación, el Partido Comunista de la URSS y su Komintern gastaron poco más de siete mil millones de dólares para difundir su ideología en todo el mundo entre 1921 y 1991.
¿Te sorprende que los autores de los atentados de Paris eran Franceses?
En absoluto. El proselitismo wahabí no se limita al mundo islámico. Los saudíes han financiado el surgimiento de miles de mezquitas wahabíes, madrasas y otras instituciones religiosas en muchos países no islámicos. La inmersión wahabí es más profunda en los Estados del bienestar de Europa Occidental, donde las tasas de desempleo crónicamente elevadas han dado lugar a grandes grupos de jóvenes fiel a la religión del amores aptos para trabajar que se han convertido en pupilos permanentes del Estado a costa de su dignidad humana básica.
Se ha formado una tormenta perfecta, gracias a la alienación y la ociosidad, que ha propiciado el reclutamiento de terroristas. Por ejemplo, los autores de los atentados del metro de Londres en 2005 eran nativos británicos de origen pakistaní, reclutados in situ y entrenados en el uso de explosivos durante sus visitas a Pakistán. El holandés de origen jovenlandés que asesinó al cineasta holandés Theodor van Gogh en 2004 (por producir una película crítica con el islam) fue asimismo fruto del adoctrinamiento wahabí.
¿El terrorismo islámico se financia con el dinero del petróleo de Medio Oriente?
No se financia totalmente con el dinero del petróleo saudí, sino que gran parte del dinero necesario para costear este proyecto procede de la producción de opio y heroína. El dinero generado por la venta de ingentes cantidades de opio y heroína se blanquea después a través de bancos extraterritoriales (offshore). De todas formas, no deberías extrañarte si te digo que un 90 por ciento de estos bancos extraterritoriales se encuentran en antiguas colonias británicas. Reino Unido y la Corona britanica siempre han sido muy ligados al trafico de drojas.
Seria lógica presumir que Presidente Obama está al tanto del papel de Arabia Saudita, no?
Muchos creen que, cuando el presidente Obama le estrechó la mano al rey saudí para darle la bienvenida a su nuevo cargo, Estados Unidos hizo formalmente la vista subida de peso al rey Salmán y a las políticas de Arabia Saudí para posicionar su propio poder, consistentes en financiar el crecimiento de Al Qaeda (y de los propios terroristas del 11-S), ayudar a difundir una religión secular e intolerante por todo el mundo, y financiar la escalada de violencia global en el nombre de Dios.
Repito, el reino de Arabia Saudí es la mayor fuente de financiación del terrorismo yihadista global, incluso de los atentados del 11 de septiembre contra Estados Unidos, pero Washington, hasta la fecha, se ha negado a adoptar cualquier medida efectiva en contra. Detrás de los saudíes, por supuesto, están los británicos, una relación que queda patente en los fondos ilícitos derivados del contrato Al Yamamah entre británicos y saudíes.
¿Existe algún vínculo directo del Rey Salman de Arabia Saudi y la financiación del terrorismo islámico?
Tal como muestran el informe del Senado estadounidense, el informe de la Comisión sobre el 11-S y muchos otros documentos oficiales del Gobierno, en marzo de 2002, el FBI y las autoridades bosnias practicaron registros en las oficinas en Bosnia de la Fundación Internacional de Benevolencia (BIF, por sus siglas en inglés), una organización benéfica saudí que se sabía que canalizaba dinero hacia Al Qaeda. Los investigadores encontraron un disco duro de ordenador con documentación del sistema de financiación de Al Qaeda, al que se llamó “Cadena de Oro”. Entre los veinte patrocinadores principales de Al Qaeda identificados en un documento del disco duro se encontraba Sulaimán bin Abdulaziz al Rajhi. Banco Al Rajhi, es el mayor banco privado de Arabia Saudí, con 59.000 millones de dólares en activos y más de 500 sucursales. El banco fue fundado por los hermanos Al Rajhi, bajo la dirección de Sulaimán bin Abdulaziz al Rajhi, presidente de la junta directiva, además de uno de los principales financiadores de Al Qaeda según una serie de informes de la CIA y del Tesoro de Estados Unidos.
En 2003, la CIA elaboró un informe confidencial que más tarde se filtró a The Wall Street Journal, titulado El banco Al Rajhi, un canal de financiación radical. El informe de la CIA afirmaba que «los radicales islámicos han utilizado Al Rajhi Banking & Investment Corporation (ARABIC), al menos desde mediados de la década de los noventa, como un canal de tras*acciones terroristas, probablemente porque consideran que la amplia red del banco y su adhesión a los principios islámicos les resultan cómodas, y les parece sensato desde el punto de vista ideológico.
Según una investigación financiada por la ONU, el actual rey saudí Salmán tras*firió en los años noventa más de 120 millones de dólares de cuentas de la Alta Comisión Saudí para la Ayuda a Bosnia bajo su control (así como de sus propias cuentas personales) a la Organización de Ayuda al Tercer Mundo (TWRA, por sus siglas en inglés), otro frente de Al Qaeda y el principal canal para el envío ilegal de armas a los combatientes de Al Qaeda en los Balcanes. El informe, apoyado por las declaraciones de los exagentes de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) y la CIA, señala al rey Salmán como la principal fuente de financiación de las operaciones de Al Qaeda que condujeron al 11-S, utilizando las organizaciones benéficas de tapadera para filtrar fondos a la organización terrorista.
Modificado por última vez: Jueves, 19 Noviembre 2015 14:33
EU anuncia más venta de armas a Arabia Saudita, los financiadores del EIIS
20 de noviembre de 2015 — El Departamento de Estado de Estados Unidos aprobó la venta de armas por $1,290 millones de dólares a Arabia Saudita, lo cual incluye 22,000 bombas inteligentes y con propósitos generales, entre ellas 1,000 bombas guiadas por láser GBU-10 Paveway II, y más de 5,000 dispositivos de Municiones de Ataque Directo Conjunto para convertir bombas antiguas en armas guiadas con precisión utilizando señales de GPS, según informó hoy el noticiero de la BBC.
Arabia Saudita promueve la teología del wahhabismo, la religión adoptada por el EIIS, la cual tiene que ver con el terrorismo a gran escala, decapitaciones, crucifixiones y destrucción de herencias culturales. Los saudíes están llevando a cabo ataques aéreos indiscriminados en contra de su vecina Yemen. Los ataques aéreos de los saudíes, que llevan ya más de siete meses, han asesinado a más de 1,000 yemeníes.
El congreso de EU tiene ahora 30 días para parar el acuerdo, si así lo desea, señala el noticiero de la BBC. La venta, si no la bloquea el congreso federal "repondría el inventario actual de la Fuerza Aérea Real Saudita, aumentando las capacidades de Arabia Saudita", dijo el vocero del Departamento de Estado, según informa el noticiero de la BBC. El acuerdo de armas es parte de la promesa de Obama de reforzar el apoyo militar a Arabia Saudita después de que se negoció un acuerdo nuclear con Irán.
Además de la anunciada venta de armas, en septiembre se aprobó la posible segunda venta a Arabia Saudita —uno de los clientes más grandes compradores de armas de Estados Unidos— de 600 misiles de defensa aérea Patriot PAC-3 hechos por Lockheed Martin Corp., un acuerdo valuado en $5,400 millones, y el mes pasado, el gobierno estadounidense aprobó también la venta a Arabia Saudita de hasta cuatro embarcaciones de combate Littoral hechos por Lockheed por $ 11,250 millones, según informó Reuters el 16 de noviembre.
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http://www.burbuja.info/inmobiliaria/editpost.php?do=editpost&p=15518684
http://spanish.larouchepac.com/node/24183
Después de lo de París: ¡Que se den a conocer las 28 páginas ya!
19 de noviembre de 2015 — El siguiente artículo escrito por Jeffrey Steinberg aparecerá en el próximo número del semanario EIR.
El 7 de enero del 2015, justo horas antes de que los terroristas lanzaran un asalto en contra de las oficinas en París de la publicación satírica Charlie Hebdo, matando a una docena de personas, el ex senador demócrata de Florida, Bob Graham, el congresista republicano de Carolina del Norte, Walter Jones, el congresista demócrata de Massachussets, Stephen Lynch y el congresista republicano de Kentucky, Thomas Massie, junto con representantes de las familias de víctimas del 11 de septiembre, exigieron en conferencia de prensa en el Capitolio de Washington, DC, la publicación inmediata del capítulo de 28 páginas en la versión original de la Investigación Conjunta del Congreso del 2002 sobre el 11 de septiembre, en donde se documenta el papel de la familia real saudí en el financiamiento de los secuestradores.
Las palabras del senador Graham suenan hoy aún más profundas y oportunas después de las masacres en París del 13 de noviembre llevadas a cabo por los carniceros aliados al Estado Islámico. Graham había dicho ante un salón repleto:
Los saudíes saben lo que hicieron. Ellos no son personas que ignoren las consecuencias de los actos de su gobierno. Segundo: ¡los saudíes saben que nosotros sabemos lo que ellos hicieron! Alguien en el gobierno federal ha leído las 28 páginas, alguien en el gobierno federal ha leído todos los demás documentos que se han ocultado hasta ahora. Y los saudíes lo saben".
¿Cuál creen ustedes que sería la posición saudí, si ellos sabían lo que habían hecho, si ellos sabían que Estados Unidos sabía lo que habían hecho y han observado además que Estados Unidos había adoptado una posición de pasividad, o de verdadera hostilidad hacia dejar que se conozcan esos hechos? ¿Qué haría el gobierno saudí en esas circunstancias, que son precisamente en las que han vivido por más de una década?
Bueno, en primer lugar, han continuado, quizás acelerado, su apoyo a una de las formas más extremistas del Islam, el wahabismo, por todo el mundo, en particular en el Medio Oriente. Y en segundo lugar, han apoyado su fervor religioso, con apoyo financiero y otras formas de apoyo a las instituciones encargadas de cumplir con esas formas extremas del Islam. Entre esas instituciones se cuentan mezquitas, madrazas y fuerzas armadas. Al-Qaeda fue una criatura de Arabia Saudita; los grupos regionales como al-Shabaab han sido en gran medida creados por Arabia Saudita; y ahora, ¡el EIIS es su última creación!
Sí, yo espero y confío en que Estados Unidos aplastará al EIIS, ¡pero si creemos que ésta es la definición de la victoria, estamos siendo demasiado ingenuos! El EIIS es la consecuencia, no la causa; es la consecuencia de la diseminación del extremismo, en gran medida por parte de Arabia Saudita, y si se le aplasta crearán, financiarán y apoyarán otra institución para que siga adelante con la causa.
Así que las consecuencias de nuestra pasividad hacia Arabia Saudita, ha sido que hemos tolerado esta sucesión de instituciones, violentas, extremistas, extremadamente dañinas para la región del Medio Oriente y una amenaza para el mundo, como lo vimos esta mañana en París.
El senador Graham estaba absolutamente en lo correcto el 7 de enero. Sus palabras tienen una importancia aún mayor ahora, cuando el mundo entero está todavía en estado de conmoción por los acontecimientos del viernes en París y ante la posibilidad de que sucedan de nuevo.
Puede suceder de nuevo
El EIIS (Estado Islámico de Iraq y Siria) ya emitió nuevas amenazas de ataques terroristas ciegos similares, esta vez en contra de objetivos en Washington, DC y otras ciudades estadounidenses. El gobierno ruso, después de una investigación cuidadosa, concluyó el 17 de noviembre que el avión de Metro Jet que estalló sobre Sharm el-Sheikh, Egipto, fue derribado con una bomba terrorista plantada en la nave. El EIIS se adjudicó la autoría de esta atrocidad que cobró la vida de 224 personas. El EIIS también se adjudicó la autoría de un par de bombazos suicidas en el sur de Beirut el 12 de noviembre en donde fueron asesinadas y heridas cientos de personas inocentes.
El senador Graham está absolutamente en lo correcto. El EIIS es una consecuencia de la promoción que hacen los saudíes del wahhabismo y el terrorismo yihadista violento. Para ser más precisos, Al Qaeda, el Estado Islámico, el Frente Nusra y otras agrupaciones terroristas son producto de una alianza anglo-saudí, más conocida públicamente como los arreglos de intercambio de armas por petróleo Al Yamamah entre Londres y Riad. Con Al Yamamah se creó un fondo ilícito extraterritorial para el terrorismo que alimentó directamente a Al Qaeda, desde el inicio de este acuerdo siniestro en la década de 1980.
La conmoción de los ataques en París ha forzado al gobierno de Obama, al menos por el momento, a abandonar su campaña de repruebo en contra de Rusia y el Presidente pilinguin, y a aceptar por lo menos formalmente la urgencia de colaborar con Moscú para aplastar al Estado Islámico.
Ahora es el momento de pedirle cuentas al aparato anglo-saudí que ha estado promoviendo el crecimiento del aparato yihadista global, mediante el financiamiento y apoyo logístico durante décadas.
Ha llegado el momento de dar a conocer las 28 páginas completas de la Investigación Conjunta del Congreso sobre el 11 de septiembre. La publicación de esas 28 páginas debe ser el punto de partida de una investigación exhaustiva, de arriba abajo, sobre el papel de la monarquía saudí en la promoción del terrorismo a nivel internacional, empezando con la divulgación completa del papel saudí en los ataques del 11 de septiembre del 2001 en contra del Centro Mundial de Comercio y el Pentágono.
Tiempo de ajustar cuentas
El Congreso no debe tolerar ni un minuto más el encubrimiento de la Casa Blanca de esas 28 páginas. La Investigación Conjunta fue una investigación de la rama legislativa y el Congreso tiene total autoridad para dar a conocer las 28 páginas, le guste o no a la Casa Blanca. El fallo de la Corte Suprema de Justicia de EU en 1971, en el caso del entonces senador Mike Gravel (demócrata por Alaska) quien puso los Papeles del Pentágono en el registro del Congreso bajo la cláusula "discursos y debate" de la Constitución, deja en claro que el Congreso tiene la autoridad constitucional para desclasificar esas páginas inmediatamente.
Aunque se sabe que esas páginas aportan detalles sobre cómo el Directorio General de Inteligencia saudí apoyó a por lo menos dos de los secuestradores del 11 de septiembre después de su arribo a California, y cómo el entonces embajador saudí ante los Estados Unidos, príncipe Bandar bin-Sultan, proporcionó fondos a los dos secuestradores, es claro que las páginas contienen otros detalles vitales y pistas sobre el alcance real del respaldo del régimen saudí a los asesinos del 11 de septiembre.
Si en ese entonces se hubiera conocido todo el alcance de las manos ensangrentadas de la monarquía saudí detrás del 11 de septiembre, ningún Presidente estadounidense se hubiera podido salir con la suya de mimar a los saudíes como ha sido el sello distintivo de los gobiernos de Bush y de Obama, después del 11 de septiembre. Hasta la fecha, el Presidente Obama alaba públicamente a los saudíes por su papel en la "coalición" que combate al EIIS. Aunque no hubiera cometido ningún otro delito que ameritara el enjuiciamiento político, este encubrimiento descarado del Presidente de las manos saudíes detrás del terrorismo yihadista internacional, por sí mismo alcanza el umbral de "delitos graves y faltas leves" que ameritan un inmediato procedimiento de juicio político.
Si ha de haber justicia alguna para los que murieron el 11 de septiembre, para los que perecieron a bordo del avión Metro Jet, los que fueron brutalmente asesinados en París y en el sur de Beirut, se tiene que desenmascarar públicamente la complicidad total de los saudíes, ya.
O sí no, como lo advirtiera proféticamente el senador Graham, se pudiera aplastar formalmente a Al Qaeda y al EIIS, pero la enfermedad subyacente resurgirá de una forma nueva más virulenta en un dos por tres.
¡Qué se publiquen las 28 páginas ya!
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Daniel Estulin cuenta la verdad de los atentados de París
Daniel Estulin y los atentados de París ‘los terroristas gozan de la protección de Reino Unido’
Daniel Estulin ha concedido a prnoticias una entrevista exclusiva en la que relaciona los atentados terroristas de París con la colaboración de los servicios de inteligencia de varios países. Incluso se atreve a advertir que gran parte de los terroristas que han sido más buscados en la última década han estado de una manera u otra protegidos por los servicios de inteligencia de Reino Unido. Unas duras declaraciones del descubridor del Club Bilderberg, nominado al Nobel y al Pulitzer y reciente premio prnoticias.
¿Qué elementos pueden hacernos sospechar que las acciones terroristas en Paris necesitaron forzosamente de la colaboración de la inteligencia de varios países?
Los vínculos históricos del terrorismo islámico con los servicios de inteligencia británicos. En un artículo publicado en el periódico británico The Guardian el 14 de febrero de 2002 (“Los aliados apuntan con el dedo a Gran Bretaña como “puerta giratoria” de Al Qaeda”), señalaban que la mayoría de los atentados conocidos que ha planificado o ejecutado Al Qaeda desde finales de los años 90, estaban vinculados con el Reino Unido. Los jueces de instrucción, la policía y los agentes de los servicios secretos de esas ciudades creen que los líderes espirituales islamistas afincados en el Reino Unido desempeñaron un papel clave en el adoctrinamiento e incluso, posiblemente, en la autorización de las operaciones terroristas.
Dado que Gran Bretaña es pequeña desde el punto de vista geográfico, tiene una población tres veces inferior a la de Pakistán y cuenta con el legendario servicio de Inteligencia de Su Majestad ¿es prudente afirmar que los terroristas están allí porque gozan de la protección de las autoridades británicas?
El artículo de The Guardian sostenía que los investigadores de Francia, España, Alemania e Italia creen firmemente que al menos siete de los principales lugartenientes de Bin Laden, Abu Qatada, Djamel Beghal, Kamel Daoudi, Abu Abdallah, Bagdad Meziane, Brahim Benmerzouga y Abu Doha, han operado desde Reino Unido. Los clérigos fiel a la religión del amores, como Abu Qatada, a los que se permitía predicar abiertamente la yihad en el Reino Unido, eran en realidad una “puerta giratoria” hacia el islam radical y el terrorismo.
El hecho de que los fiel a la religión del amores británicos aparezcan en cualquier caldo de cultivo del terrorismo y el extremismo en todo el mundo (Afganistán, Pakistán, la India, Chechenia y Bosnia) no es casualidad, ni tampoco una coincidencia, ni una teoría de la conspiración. La creación y el reclutamiento de terroristas islámicos es una política británica intencionada. La mortífera mezcla de ingredientes, fundamental para el producto final, es la combinación del control de los servicios secretos británicos y la financiación saudí, canalizada a través de una red de “organizaciones benéficas” islámicas internacionales.
Otro dato revelador. De los 30 principales grupos terroristas mencionados en el reportaje, como mínimo diez tienen su sede en Londres, mientras que otros quince cuentan con importantes bases de operaciones en esa ciudad.
A algunos de los terroristas y reclutadores de terroristas más conocidos se les ha considerado también colaboradores directos de los servicios de Inteligencia británicos. Por ejemplo, Abu Hamza al Masri, que durante años controló la principal mezquita de Londres que reclutaba terroristas, la mezquita de Finsbury Park, de la que eran miembros, entre otros, Zacarias Moussaoui y Richard Reid, el terrorista del zapato. Otro caso flagrante es el de Abu Qatada, uno de los miembros más famosos de Al Qaeda en Londres, un ciudadano jordano al que se concedió asilo en el Reino Unido en 1994. El periódico londinense The Times, entre otros, reveló que Abu Qatada era “un agente doble del MI5” en el año 2004.
Como era habitual, mientras estaba reclutando efectivos para Al Qaeda en el extranjero, Abu Qatada aseguró al MI5 que no haría nada que fuera en contra de los intereses británicos. Otro informador del MI5, Bisher al Rawi, había ejercido de intérprete en las reuniones entre el MI5 y Abu Qatada. Otro drástico caso de colaboración británica es el del jeque Ahmed Omar Saeed, el terrorista británico-pakistaní que fue juzgado y condenado por el secuestro y asesinato del periodista estadounidense Daniel Pearl en 2002.
Si como sabemos el Estado Islámico fue creado y financiado por EE.UU e Israel ¿Es posible especular que los atentados en Francia sean una maniobra de estos países?
Sin olvidar el papel de Londres. Este grupo de agentes provocadores, que operan en todos los bandos de todos los conflictos de la región, confiere a Londres una inigualable capacidad para manipular eventos. El refugio seguro y la ayuda que presta el Reino Unido a los grupos terroristas son la esencia del método de la Inteligencia británica: respaldar a los fanáticos más violentos en cada bando de cada conflicto, o crearlos si es necesario, y llevar a cabo masacres sangrientas para garantizar que se acaba con la amenaza de la paz. Ésa ha sido la práctica habitual británica desde incluso antes de la época de lord Palmerston durante el reinado de la reina Victoria. El papel de Londres en este sentido no ha pasado desapercibido.
Os pongo dos ejemplos. El 3 de noviembre de 1995, el diario francés Le Figaro, bajo el titular «La providencial niebla de Londres», se refirió a la ola de bombardeos del Grupo Islámico Armado (GIA) argelino en Francia y Argelia: «La pista de Boualem Bensaid, líder del GIA en París, lleva a Gran Bretaña. La capital británica ha servido de base logística y financiera a los terroristas». Al día siguiente, Le Parisien informaba de que el autor de los atentados del GIA en Francia era Abou Farres, al que se había concedido el permiso de residencia en Londres, a pesar de que ya se le buscaba en relación con el bombardeo en el aeropuerto de Argel.
Os recuerdo que el GIA fue responsable de los atentados en el metro de París en 1995, que se saldaron con ocho muertos y ciento cincuenta heridos. El presunto autor intelectual de los atentados del GIA fue Rachid Ramda, un argelino que vivía en el Reino Unido en aquel momento, a quien los británicos detuvieron entonces, aunque se negaron a extraditarlo a Francia ¡hasta diez años después!
El 2 de noviembre, USA Today, el periódico de mayor circulación de Estados Unidos, publicó un artículo titulado «Londresistán: el centro neurálgico del terrorismo», que afirmaba que «no se sabe de ninguna otra nación de Occidente que dé asilo a tantos terroristas vinculados a Bin Laden como el Reino Unido».
Y por si este flagrante alarde de justicia no fuera suficiente para indignarte, en los años 90, las autoridades británicas concedieron permiso a dos grupos terroristas islamistas egipcios, la Yihad Islámica y el Grupo Islámico ul-Jihad al-Islami y Gamaa al Islamiya, para abrir oficinas en Londres donde llevar a cabo campañas en los medios de comunicación y actos para recaudar fondos. No cabe duda de qué tipo de actividad empresarial se llevaba a cabo en esas oficinas. El mismo día en que se inauguró la oficina del Grupo Islámico en Londres, sus miembros asesinaron a diez coptos (cristianos egipcios) reunidos frente a una iglesia en la provincia egipcia de Alminia y a otros tres en una granja en la misma ciudad. Un portavoz del grupo terrorista, que contactó con el diario árabe internacional Al Hayat, se atribuyó la autoría del atentado y no negó que las órdenes podrían haber venido de la facción del grupo afincada en Londres.
Finalmente, poco antes de la masacre de Luxor, Egipto el 8 de octubre de 1997, el Departamento de Estado estadounidense, en cumplimiento de la Ley contra el Terrorismo de 1996, publicó una lista de treinta organizaciones terroristas extranjeras a las que se prohibía operar en territorio estadounidense. De los grupos mencionados, seis conservan su sede en Gran Bretaña: el Grupo Islámico (Egipto), Al Jihad (Egipto), Hamás (Israel, Autoridad Palestina), Grupo Islámico Armado (Argelia, Francia), el Partido Obrero Kurdo (Turquía) y los Tigres de Liberación de Tamil Eelam (Sri Lanka).
¿Esta Europa poco preparada para el terrorismo?
Mientras que Hollande, Obama, Cameron and Rey Salman por un lado, añoran a las víctimas, por el otro, siguen trabajando estrechamente con los mismísimos grupos terrorista que mataron a Gadaffi y al embajador Americano en Bengazi, Kris Stevens. Nos toman por petulantes. Buscamos a los terroristas en lugares equivocados.
¿Qué papel han jugado las madrasas en el fomento del terrorismo islámico?
Desde finales de los años setenta, la Casa de los Saud inyectó grandes sumas de dinero para crear madrasas, escuelas religiosas para jóvenes donde se les enseñaba una interpretación radical y ortodoxa del islam. Así se crearon los cimientos del fundamentalismo en Pakistán, por ejemplo. Estas madrasas fueron básicamente el origen de las fuerzas talibanes en Afganistán, que nacieron a finales de los años noventa. El concepto básico tras la creación de estos talibanes en Afganistán era proporcionar un puesto de avanzada a los seguidores wahabíes de la Casa de los Saud en el umbral de Rusia, al lado de Asia Central, y en las entrañas del subcontinente indio.
Todo esto mientras Washington observaba el desarrollo de los acontecimientos desde la distancia, básicamente dando aliento. De hecho, Washington hizo mucho más que observar. La Universidad de Nebraska publicó libros de texto yihadistas llenos de imágenes violentas y enseñanzas islámicas bélicas, a costa de $2 millones de los contribuyentes estadounidenses.
En consecuencia, el reino saudí no sólo actúa como el cónyuge de Gran Bretaña en Arabia, sino que ha ido más allá y ha adoptado totalmente el método británico de controlar el mundo islámico creando profundas fisuras en su seno, explotando las diferencias sectarias históricas entre chiíes y suníes, y después llenando esas grietas con sangre fiel a la religión del amora.
Es más, la Casa de los Saud creó estas madrasas en colaboración con Al Qaeda. Por ejemplo, el príncipe saudí Turki bin Faisal, que había asumido el mando de la Dirección General de Inteligencia (GID, por sus siglas en inglés), el principal servicio de Inteligencia de Riad, de 1977 a 2001, conocía a Bin Laden desde 1978. Este último se convirtió en uno de los ejes de la política financiera del GID respecto al ISI y la guerra antisoviética en Afganistán, y se reunió varias veces con Turki en Islamabad.
¿Qué papel juega Arabia Saudí en financiar al terrorismo?
La Casa de los Saud ha proporcionado, en exclusiva, apoyo económico, político, religioso y mediático al terrorismo islámico. Este apoyo se presta especialmente a instancias de Gran Bretaña, así como de Estados Unidos e Israel. En las dos últimas décadas, los saudíes se han gastado como mínimo ochenta y siete mil millones de dólares en promover el terrorismo. En comparación, el Partido Comunista de la URSS y su Komintern gastaron poco más de siete mil millones de dólares para difundir su ideología en todo el mundo entre 1921 y 1991.
¿Te sorprende que los autores de los atentados de Paris eran Franceses?
En absoluto. El proselitismo wahabí no se limita al mundo islámico. Los saudíes han financiado el surgimiento de miles de mezquitas wahabíes, madrasas y otras instituciones religiosas en muchos países no islámicos. La inmersión wahabí es más profunda en los Estados del bienestar de Europa Occidental, donde las tasas de desempleo crónicamente elevadas han dado lugar a grandes grupos de jóvenes fiel a la religión del amores aptos para trabajar que se han convertido en pupilos permanentes del Estado a costa de su dignidad humana básica.
Se ha formado una tormenta perfecta, gracias a la alienación y la ociosidad, que ha propiciado el reclutamiento de terroristas. Por ejemplo, los autores de los atentados del metro de Londres en 2005 eran nativos británicos de origen pakistaní, reclutados in situ y entrenados en el uso de explosivos durante sus visitas a Pakistán. El holandés de origen jovenlandés que asesinó al cineasta holandés Theodor van Gogh en 2004 (por producir una película crítica con el islam) fue asimismo fruto del adoctrinamiento wahabí.
¿El terrorismo islámico se financia con el dinero del petróleo de Medio Oriente?
No se financia totalmente con el dinero del petróleo saudí, sino que gran parte del dinero necesario para costear este proyecto procede de la producción de opio y heroína. El dinero generado por la venta de ingentes cantidades de opio y heroína se blanquea después a través de bancos extraterritoriales (offshore). De todas formas, no deberías extrañarte si te digo que un 90 por ciento de estos bancos extraterritoriales se encuentran en antiguas colonias británicas. Reino Unido y la Corona britanica siempre han sido muy ligados al trafico de drojas.
Seria lógica presumir que Presidente Obama está al tanto del papel de Arabia Saudita, no?
Muchos creen que, cuando el presidente Obama le estrechó la mano al rey saudí para darle la bienvenida a su nuevo cargo, Estados Unidos hizo formalmente la vista subida de peso al rey Salmán y a las políticas de Arabia Saudí para posicionar su propio poder, consistentes en financiar el crecimiento de Al Qaeda (y de los propios terroristas del 11-S), ayudar a difundir una religión secular e intolerante por todo el mundo, y financiar la escalada de violencia global en el nombre de Dios.
Repito, el reino de Arabia Saudí es la mayor fuente de financiación del terrorismo yihadista global, incluso de los atentados del 11 de septiembre contra Estados Unidos, pero Washington, hasta la fecha, se ha negado a adoptar cualquier medida efectiva en contra. Detrás de los saudíes, por supuesto, están los británicos, una relación que queda patente en los fondos ilícitos derivados del contrato Al Yamamah entre británicos y saudíes.
¿Existe algún vínculo directo del Rey Salman de Arabia Saudi y la financiación del terrorismo islámico?
Tal como muestran el informe del Senado estadounidense, el informe de la Comisión sobre el 11-S y muchos otros documentos oficiales del Gobierno, en marzo de 2002, el FBI y las autoridades bosnias practicaron registros en las oficinas en Bosnia de la Fundación Internacional de Benevolencia (BIF, por sus siglas en inglés), una organización benéfica saudí que se sabía que canalizaba dinero hacia Al Qaeda. Los investigadores encontraron un disco duro de ordenador con documentación del sistema de financiación de Al Qaeda, al que se llamó “Cadena de Oro”. Entre los veinte patrocinadores principales de Al Qaeda identificados en un documento del disco duro se encontraba Sulaimán bin Abdulaziz al Rajhi. Banco Al Rajhi, es el mayor banco privado de Arabia Saudí, con 59.000 millones de dólares en activos y más de 500 sucursales. El banco fue fundado por los hermanos Al Rajhi, bajo la dirección de Sulaimán bin Abdulaziz al Rajhi, presidente de la junta directiva, además de uno de los principales financiadores de Al Qaeda según una serie de informes de la CIA y del Tesoro de Estados Unidos.
En 2003, la CIA elaboró un informe confidencial que más tarde se filtró a The Wall Street Journal, titulado El banco Al Rajhi, un canal de financiación radical. El informe de la CIA afirmaba que «los radicales islámicos han utilizado Al Rajhi Banking & Investment Corporation (ARABIC), al menos desde mediados de la década de los noventa, como un canal de tras*acciones terroristas, probablemente porque consideran que la amplia red del banco y su adhesión a los principios islámicos les resultan cómodas, y les parece sensato desde el punto de vista ideológico.
Según una investigación financiada por la ONU, el actual rey saudí Salmán tras*firió en los años noventa más de 120 millones de dólares de cuentas de la Alta Comisión Saudí para la Ayuda a Bosnia bajo su control (así como de sus propias cuentas personales) a la Organización de Ayuda al Tercer Mundo (TWRA, por sus siglas en inglés), otro frente de Al Qaeda y el principal canal para el envío ilegal de armas a los combatientes de Al Qaeda en los Balcanes. El informe, apoyado por las declaraciones de los exagentes de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) y la CIA, señala al rey Salmán como la principal fuente de financiación de las operaciones de Al Qaeda que condujeron al 11-S, utilizando las organizaciones benéficas de tapadera para filtrar fondos a la organización terrorista.
Modificado por última vez: Jueves, 19 Noviembre 2015 14:33