El precio de la vivienda no va a bajar por una razón fundamental:
Todo el sistema monetario mundial se basa en la deuda. La deuda se asegura con colaterales, y los colaterales son los inmuebles. Si el precio de los inmuebles desciende, se produce un "margin call", lo que significa que el banco debe exigir más colaterales para asegurar el importe del crédito que queda sin cubrir con garantías. En otro caso, quiebra todo el sistema, como estuvo a punto de pasar en 2008. De ahí que tuviera que intervenir el Estado adquiriendo los pisos a precios inflados.
Lo que las nuevas generaciones tienen que comprender es que el modelo "propietario" ya no está disponible para las clases populares. Del mismo modo que avanzamos hacia un modelo de coches en renting, de oficinas coworking, y de programas en la nube cuyo uso depende de una cuota, la compra de vivienda estará reservada para los grandes fondos que los pondrán en alquiler. El negocio se comprende en la forma del interés que produce esa inversión, sea del 3% al 6% dependiendo de las zonas y circunstancias, y no en la forma de compra-venta especulativa, como en el pasado.
El ciudadano con pocos recursos sólo puede aspirar a alquilar, y cada vez será más generalizada esa fórmula, como ya ocurre en toda Europa. La obsesión del "piso en propiedad" que hay en España se debe a una serie de condicionantes históricos -alta inflación y la baja cultura financiera de la población, que les inducía a invertir sus ahorros en ladrillo.- Si ese modelo funcionó en el siglo pasado, ahora ya no es viable para los sectores populares, salvo que quieran convertir su vida en una condena perpetua, trabajando de sol a sol exclusivamente para pagar una hipoteca.
Por eso, si lo que se desea es el acceso a una vivienda digna en precios razonables, lo que hay que hacer el fomentar la oferta: liberar suelo, bajar los impuestos que gravan la promoción de vivienda, reducir burrocracia y regulación, dar facilidades para las inversiones inmobiliarias de los grandes fondos, y seguridad jurídica para que los propietarios tengan garantías a la hora de alquilar. Es decir, justo lo contrario a lo que hace nuestro nefasto gobierno social-comunista.