Dr. De Benito
Después de superada la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, la vida nos sigue proponiendo nuevos ejercicios para aguzar nuestro ingenio. Ahora se trata de distraer nuestra atención mirando a la frontera entre Ucrania y Rusia. Saber lo que sucede allí realmente requiere pertrecharse de más información de la que se puede obtener a través de los medios oficiales. Quien sólo se nutra de ellos, volverá a ser engañado, como con la esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
Pero aunque se abra un nuevo frente para generar nuevos miedos y justificar más recortes de libertades, subidas de precios y de impuestos, no nos hemos olvidado de ir revisando las palabras y los hechos de quienes han ido desinformando a los ciudadanos asustando con pinchazos "obligatorios" como algo imprescindible para superar una "esa época en el 2020 de la que yo le hablo". Entre las autoridades médicas y sanitarias, instituciones políticas, científicas y colegiales se están analizando a quienes con sus palabras confundieron a muchos. Y fruto de esa desinformación, o de algún silencio culpable, se están produciendo cada vez más efectos secundarios.
El fin de semana pasado en Granada y hoy en Zaragoza, hemos podido recabar información de lo que está sucediendo entre la población, en los hospitales, en los colectivos sanitarios. Cada vez clama más al cielo el abandono de los ciudadanos por quienes tenían el deber de velar por su salud: las autoridades sanitarias y las corporaciones médicas. Será el pueblo quien pida responsabilidades.
El que supera una crisis adquiere un premio. Igual que en el Trivial Pursuit, el que acierta la respuesta se lleva un quesito. Yo he vuelto de Zaragoza con ganas de compartir lo que he aprendido y el martes os lo cuento. Los abrazos que me he traído, esos son míos y me los quedo, la recompensa de los kilómetros. Nos vemos el martes por la noche.