Mira lo que dice chat gpt:
Aunque existen preocupaciones sobre una posible burbuja inmobiliaria en España, la situación actual no sugiere una crisis inminente como la de 2008. En su lugar, el mercado inmobiliario español está experimentando una desaceleración. Factores como las altas tasas de interés y la limitada oferta de viviendas están influyendo en la dinámica del mercado.
La escasez de nuevas construcciones, junto con el aumento de los costos de construcción, ha mantenido los precios de las propiedades relativamente altos, a pesar de una menor demanda de compradores nacionales. Sin embargo, los compradores extranjeros, menos dependientes de hipotecas, continúan sosteniendo la demanda, particularmente en áreas turísticas y costeras. En 2023, las ventas cayeron entre un 3% y 4%, pero siguen siendo fuertes en comparación con los niveles anteriores a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo
(inmoinvestments.com)(CaixaBank Research).
De cara al futuro, aunque se espera un aumento modesto en los precios de las viviendas (del 2,5% al 3% en 2024), no hay una fuerte evidencia de una burbuja debido a prácticas de préstamos más cautelosas y una regulación más estricta. La resiliencia del mercado se debe a la inversión extranjera, la limitada oferta de nuevas propiedades y la alta demanda de alquileres, especialmente en los centros urbanos.
(CaixaBank Research)(EL PAÍS English)
Por lo tanto, aunque el mercado enfrenta presiones, un colapso drástico parece poco probable en el corto plazo.
Aunque existen preocupaciones sobre una posible burbuja inmobiliaria en España, la situación actual no sugiere una crisis inminente como la de 2008. En su lugar, el mercado inmobiliario español está experimentando una desaceleración. Factores como las altas tasas de interés y la limitada oferta de viviendas están influyendo en la dinámica del mercado.
La escasez de nuevas construcciones, junto con el aumento de los costos de construcción, ha mantenido los precios de las propiedades relativamente altos, a pesar de una menor demanda de compradores nacionales. Sin embargo, los compradores extranjeros, menos dependientes de hipotecas, continúan sosteniendo la demanda, particularmente en áreas turísticas y costeras. En 2023, las ventas cayeron entre un 3% y 4%, pero siguen siendo fuertes en comparación con los niveles anteriores a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo
(inmoinvestments.com)(CaixaBank Research).
De cara al futuro, aunque se espera un aumento modesto en los precios de las viviendas (del 2,5% al 3% en 2024), no hay una fuerte evidencia de una burbuja debido a prácticas de préstamos más cautelosas y una regulación más estricta. La resiliencia del mercado se debe a la inversión extranjera, la limitada oferta de nuevas propiedades y la alta demanda de alquileres, especialmente en los centros urbanos.
(CaixaBank Research)(EL PAÍS English)
Por lo tanto, aunque el mercado enfrenta presiones, un colapso drástico parece poco probable en el corto plazo.