El artículo está muy bien pero hay cosas que matizar. Supongo que es extrapolable a otras regiones, pero en Galicia los viejos suelen ser lonchafinistas al extremo. Y no hablo de que tengan pensiones de cosa, hablo de tíos con pasta (sobre todo emigrantes retornados) que hacen lo que se dice en el artículo, usan coches viejos (no pocos los propios Mercedes traídos de Alemania hace 40 años), compran marca blanca o tienen huerta o vecinos con huerta, cero en viajes, ropa del mercadillo de los domingos (el clásico misa+mercadillo+vermú+comer fuera, que además para esto último tiran de parrilladas de pueblo) Conozco varios casos, algunos de cutrerío extremo, en gente que a lo mejor tiene 4 ó 5 pisos en alquiler en Coruña o Santiago y mucho cash en el banco.