El norte vive de la inercia de haber tenido hasta 3 veces más RPC heredada de Franco y con ello no pagar impuestos al resto. Ahora, su productividad se basa en pensiones Nescafé y evidentemente no hay paro donde no hay jóvenes, solo viejos dosmileuristas.
Pero lo mismo que Asturias, que las prejubilaciones les hicieron vivir años dorados sin producir, cuando las pensiones Nescafé se acaban por ley de vida, se acaba la prosperidad. Y al país vasco le quedan dos telediarios para convertirse en un infierno, pues además de perder su tejido productivo lo han llenado de verdaderos parásitos a los que, en cuanto le quiten la paguita van a convertir Bilbao en el detroit español.