Alcoa completará hoy el apagado de las cubas de San Cibrao
20 ene 2022. Actualizado a las 15:27 h.
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Alcoa completará este jueves —de no haber contratiempos— el apagado de las 512 cubas de electrolisis de San Cibrao, conforme al acuerdo al que multinacional y trabajadores llegaron el pasado mes de diciembre. Según el pacto, la empresa reactivará la maquinaria en el 2024 y retomará la producción sin recortes en el empleo al menos hasta el 2026. En cualquier caso, el apagón supondrá un momento histórico: España deja de producir aluminio primario.
LAS CAUSAS
¿Por qué paran las cubas?
El complejo industrial de San Cibrao, en el municipio lucense de Cervo, fue considerado en su día la joya europea del sector, ya que cuenta con una refinería de alúmina y una planta de aluminio. Tras el cierre de las electrolisis de las antiguas factorías de Alcoa en A Coruña y Avilés, hasta hoy solo permanecían activas en España las cubas de la fábrica sancibrense, que producen en continuo. Alcoa ha insistido en apagarlas desde el 2020, argumentando que el precio de la luz —que supone una cuarta parte de los gastos de producción— impide continuar. La compañía lo intentó primero con un ERE que frustraron TSXG y Tribunal Supremo, y posteriormente llegó a un pacto con la plantilla para un cese productivo de dos años. «El coste de la energía eléctrica afecta a la industria en España y Europa, y la nuestra es la más electrointensiva del estado: ya ha habido cierres en Francia, Holanda o Alemania», esgrime la compañía.
EL PROCEDIMIENTO
¿En qué consiste el proceso?
Los propios trabajadores están ejecutando un proceso controlado para facilitar el arranque de la maquinaria en el 2024. Preparan las cubas extrayendo una parte del metal y del baño de criolita fundida —a unos 950 grados centígrados— que contienen. Se extrae este mineral porque, al enfriar más rápido que el aluminio líquido, por su menor densidad, tiende a depositarse en el fondo de la cuba, y su resistencia al paso de la corriente podría complicar el encendido.
«La idea es que, una vez parada la cuba, el enfriamiento en la misma se produzca de la forma más homogénea posible y que el sólido del metal resultante garantice una buena distribución de corriente y un buen control de calentamiento durante el rearranque», explica Alcoa, que sostiene que el proceso se ejecuta «de forma controlada y con seguridad».
EL PRECEDENTE
El conflicto por el Cason
Hay que remontarse a diciembre de 1987 —cuando la fábrica era de titularidad pública— para hablar del anterior apagado de la maquinaria, aunque en aquel caso de forma abrupta. Los misteriosos bidones del Cason, tras el siniestro marítimo que causó 23 muertos y conflictividad social en Fisterra y Guitiriz, llegaron entonces a San Cibrao. Los sindicatos ordenaron una evacuación y se negaron a que el personal volviese al trabajo sin garantías de la salida de una carga supuestamente tóxica. Las cubas pararon y los 23 integrantes del comité fueron despedidos. Tras un ERE, la electrolisis arrancó de nuevo en 1988, después de un complejo y costoso procedimiento, que ahora se quiere evitar con el cese ordenado de la electrolisis.
EL PLAN
Reactivar las cubas en el 2024
De los alrededor de 91 millones de euros comprometidos por Alcoa para inversiones en la planta, unos 31 se destinarán a gastos para rearrancar el 100% de las cubas —San Cibrao funcionaba desde hace dos años al 85% de su potencial—. El proceso comenzaría, según el acuerdo, el 1 de enero del 2024, y la multinacional estima completarlo en el primer semestre de ese año.
EL FUTURO
Dudas sobre el rearranque
Hoy (13.00 horas) se celebra la segunda comisión de seguimiento del acuerdo entre Alcoa y el comité, con la presencia de las Administraciones. Los sindicatos reclamarán a la compañía un cronograma con fechas concretas sobre las inversiones a acometer en la planta, a fin de dar certezas a la plantilla sobre la reactivación de la maquinaria. También quieren conocer en qué punto se encuentran los permisos para la instalación de parques eólicos que podrían alimentar la planta.
La multinacional, que ingresó en un depósito la cantidad prevista para inversiones y alcanzó preacuerdos de suministro de energía con Greenalia y Capital Energy, alega que ya arrancó cubas paradas en Alumar (Brasil) y Portland (Australia). La Xunta aseguró que retomar la producción «no dependerá solo de la energía eólica» y exigió al Gobierno «un marco energético» para anticipar un rearranque.
20 ene 2022. Actualizado a las 15:27 h.
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Alcoa completará este jueves —de no haber contratiempos— el apagado de las 512 cubas de electrolisis de San Cibrao, conforme al acuerdo al que multinacional y trabajadores llegaron el pasado mes de diciembre. Según el pacto, la empresa reactivará la maquinaria en el 2024 y retomará la producción sin recortes en el empleo al menos hasta el 2026. En cualquier caso, el apagón supondrá un momento histórico: España deja de producir aluminio primario.
LAS CAUSAS
¿Por qué paran las cubas?
El complejo industrial de San Cibrao, en el municipio lucense de Cervo, fue considerado en su día la joya europea del sector, ya que cuenta con una refinería de alúmina y una planta de aluminio. Tras el cierre de las electrolisis de las antiguas factorías de Alcoa en A Coruña y Avilés, hasta hoy solo permanecían activas en España las cubas de la fábrica sancibrense, que producen en continuo. Alcoa ha insistido en apagarlas desde el 2020, argumentando que el precio de la luz —que supone una cuarta parte de los gastos de producción— impide continuar. La compañía lo intentó primero con un ERE que frustraron TSXG y Tribunal Supremo, y posteriormente llegó a un pacto con la plantilla para un cese productivo de dos años. «El coste de la energía eléctrica afecta a la industria en España y Europa, y la nuestra es la más electrointensiva del estado: ya ha habido cierres en Francia, Holanda o Alemania», esgrime la compañía.
EL PROCEDIMIENTO
¿En qué consiste el proceso?
Los propios trabajadores están ejecutando un proceso controlado para facilitar el arranque de la maquinaria en el 2024. Preparan las cubas extrayendo una parte del metal y del baño de criolita fundida —a unos 950 grados centígrados— que contienen. Se extrae este mineral porque, al enfriar más rápido que el aluminio líquido, por su menor densidad, tiende a depositarse en el fondo de la cuba, y su resistencia al paso de la corriente podría complicar el encendido.
«La idea es que, una vez parada la cuba, el enfriamiento en la misma se produzca de la forma más homogénea posible y que el sólido del metal resultante garantice una buena distribución de corriente y un buen control de calentamiento durante el rearranque», explica Alcoa, que sostiene que el proceso se ejecuta «de forma controlada y con seguridad».
EL PRECEDENTE
El conflicto por el Cason
Hay que remontarse a diciembre de 1987 —cuando la fábrica era de titularidad pública— para hablar del anterior apagado de la maquinaria, aunque en aquel caso de forma abrupta. Los misteriosos bidones del Cason, tras el siniestro marítimo que causó 23 muertos y conflictividad social en Fisterra y Guitiriz, llegaron entonces a San Cibrao. Los sindicatos ordenaron una evacuación y se negaron a que el personal volviese al trabajo sin garantías de la salida de una carga supuestamente tóxica. Las cubas pararon y los 23 integrantes del comité fueron despedidos. Tras un ERE, la electrolisis arrancó de nuevo en 1988, después de un complejo y costoso procedimiento, que ahora se quiere evitar con el cese ordenado de la electrolisis.
EL PLAN
Reactivar las cubas en el 2024
De los alrededor de 91 millones de euros comprometidos por Alcoa para inversiones en la planta, unos 31 se destinarán a gastos para rearrancar el 100% de las cubas —San Cibrao funcionaba desde hace dos años al 85% de su potencial—. El proceso comenzaría, según el acuerdo, el 1 de enero del 2024, y la multinacional estima completarlo en el primer semestre de ese año.
EL FUTURO
Dudas sobre el rearranque
Hoy (13.00 horas) se celebra la segunda comisión de seguimiento del acuerdo entre Alcoa y el comité, con la presencia de las Administraciones. Los sindicatos reclamarán a la compañía un cronograma con fechas concretas sobre las inversiones a acometer en la planta, a fin de dar certezas a la plantilla sobre la reactivación de la maquinaria. También quieren conocer en qué punto se encuentran los permisos para la instalación de parques eólicos que podrían alimentar la planta.
La multinacional, que ingresó en un depósito la cantidad prevista para inversiones y alcanzó preacuerdos de suministro de energía con Greenalia y Capital Energy, alega que ya arrancó cubas paradas en Alumar (Brasil) y Portland (Australia). La Xunta aseguró que retomar la producción «no dependerá solo de la energía eólica» y exigió al Gobierno «un marco energético» para anticipar un rearranque.