España fleta el primer vuelo de deportación de senegaleses llegados a Canarias

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España fletó el pasado 24 de octubre un avión con el que devolvió a su país a una treintena de migrantes senegaleses, según han explicado a EL PAÍS fuentes judiciales y policiales. El avión partió de Barcelona e hizo escala en Tenerife para aterrizar, finalmente, en Dakar. Esta es la primera devolución a gran escala de senegaleses que se realiza en los últimos meses. Hasta ahora, las deportaciones se ejecutaban en pequeños grupos, de dos o tres personas, y en vuelos comerciales. Senegal, que arrastra una grave crisis política, se resistía a aceptar grupos más numerosos por el enorme rechazo popular que despierta esa medida. En los últimos años, fletar un avión ha sido un hecho extraordinario. España llevaba varias semanas intentando, sin éxito, que Dakar aceptase vuelos chárter de devolución.

El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, visitó este lunes a su homólogo senegalés en Dakar con el objetivo de frenar la incesante salida de cayucos hacia las islas Canarias. La reactivación de los vuelos de repatriación era una de las prioridades del Ministerio del Interior frente al repunte migratorio que se está viviendo en las islas. Interior espera que, tras esta primera operación, se mantenga un ritmo constante de devoluciones.

Los vuelos de repatriación son, para el departamento que dirige Grande-Marlaska, una medida disuasoria ante el registro récord de llegadas a través de la ruta canaria.
En lo que va de año, han desembarcado en el archipiélago casi 30.000 personas; el 57% de ellas llegaron a bordo de cayucos que partieron de las costas de Senegal, según fuentes policiales. La cifra está a punto de superar el récord de los 31.678 migrantes que se contabilizaron en 2006, durante la llamada crisis de los cayucos.

Este pasado mes de octubre, con 13.000 desembarcos, ha desbaratado todas las previsiones. El Ministerio de Migraciones acabó declarando la situación de emergencia para agilizar la contratación de personal y las obras para habilitar centros de acogida en toda España. Las derivaciones de las islas a la península se están realizando desde hace semanas con mucha agilidad y en grandes grupos, una medida que ha despertado discursos racistas por parte de dirigentes del Partido Popular y de Vox.

Una medida impopular

La deportación de senegaleses fue parte de la agenda tratada entre los dos ministros del interior este lunes, aunque ambos se negaron a hacer declaraciones al respecto cuando fueron preguntados por los periodistas. Las fuentes consultadas no aclaran si existe un compromiso de Dakar de mantener la frecuencia de vuelos, un asunto que inquieta a los recién llegados a las islas y a la población local, integrada por miles de familias que se sustentan gracias a las remesas que envían sus parientes desde Europa. En cualquier circunstancia, los Gobiernos de los países de origen encuentran dificultades para justificar ante sus ciudadanos la devolución de sus emigrantes que se han jugado la vida en el mar, pero Senegal vive ahora además una coyuntura complicada.

El país atraviesa una profunda crisis política desde 2020, cuando comenzó un ciclo de intensas protestas que ha provocado al menos medio centenar de muertos y el encarcelamiento de más de 1.000 personas, en su mayor parte jóvenes descontentos con el actual Gobierno. El escenario se agravó con la detención del principal líder opositor, Ousmane Sonko, en junio, y su posterior ingreso en prisión e ilegalización de su partido, en agosto.

Aunque el vuelo ha salido de Barcelona, la mayoría de los migrantes han sido trasladados a Dakar desde Tenerife, uno de los principales puntos de llegada y de derivación de los cayucos que salen de Senegal. Interior no ha aclarado si en el avión también viajaban senegaleses que ya se encontraban en Barcelona y cuáles eran sus circunstancias.

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España fleta el primer vuelo de deportación de senegaleses llegados a Canarias (msn.com)
Esto huele a que es posible que se repitan las elecciones.
 
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