Pues si me apuras, te digo que visto como se vinieron las cosas, sí. Y si las comparamos estoy a favor de Nueva Orleans. La venta de la Luisiana se hizo en 1803, tan solo tres años después de que España entregara ese territorio a Francia (1800). Para esas fechas la ciudad de Nueva Orleans tenía más de 10 mil habitantes y era el mayor puerto comercial del litoral norte del Golfo de México. Nueva Orleans era la puerta de entrada y salida obligada de todo el comercio al oeste de los Apalaches, lo que se conocerá como el Medio Oeste. Su gran importancia radica en su ubicación a la entrada (o salida) del rio Misisipi que drena el inmenso territorio señalado.
A principios del siglo XIX su importancia ya era manifiesta, la Union americana ya se desbordaba hacia el oeste incorporando nuevos estados, Kentucky en 1792, Tennessee en 1796, Ohio en marzo de 1803 (un mes antes de la venta de la Luisiana por pate de Francia a la Unión americana). Resulta evidente a toda luz el desarrollo que ocurría en esa parte del mundo, que se acercaba aceleradamente a la Luisiana. Y todos los nuevos estados mencionados estaban regados por ríos tributarios del Misisipi. Por lo que este se convierte en el articulado de la red de comunicaciones.
Por eso para los Estados Unidos era de capital importancia alcanzar una salida al Golfo de México precisamente por Nueva Orleans. A partir de la compra de la Luisiana en tan solo una década se da una gran expansión, se crea el estado de Luisiana en 1812, el de Indiana en 1816, el de Misisipi en 1817, Illinois en 1818, Alabama en 1819. Todos relacionados con la red del rio Misisipi que desemboca en la ciudad y puerto de Nueva Orleans.
La importancia estratégica y geopolítica de este puerto queda ampliamente demostrada en el hecho de ser señalado como una meta a conquistar por los británicos en la guerra anglo-americana de 1812.
Mucha historia condensada en solo 20 años (1800-1820) para negar a Nueva Orleans su importancia decisiva en la formación del gigante americano de la actualidad. Es impensable que Estados Unidos se hubiera desarrollado sin la adquisición de la Baja Luisiana y su ciudad-pueto de Nueva Orleans.
Y finalmente, y a toro pasado es evidente, que Nueva Orleans supera a Gibraltar en la medida que Estados Unidos superó al Reino Unido.
Y todo por la ceguera de de un monarca que prefirió un pedacito toscano