M. Priede
Será en Octubre
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A mí me gustó muchísimo, no así la película de Kubrick, que está bien pero es otra cosa. El peso de la obra está en la narración, en este caso del protagonista; un ser inmoral y poco equilibrado, sin duda, pero cuya personalidad convive con el refinamiento estético. El lector se encuentra con esa contradicción: el rechazo que le provoca el personaje y sin embargo la atracción por sus valores estéticos y sentimentales, y el estilo, plagado de metáforas hermosísimas, como es frecuente en Nabókov. Houellebecq dice de él que es un cursi, y es cierto desde la perspectiva del escritor francés, pero como decía García Márquez el secreto de una gran obra consiste en moverse en el filo de la cursilería; un poco más, y adiós, pero Nabókov es un maestro en ese arte.
Me acabo de tropezar con esto y todavía no lo he visto. Promete. A ver:
Me acabo de tropezar con esto y todavía no lo he visto. Promete. A ver:
Laura Freixas y Sergio del Molino, escritores, participan este martes en un debate en EL PAÍS moderado por Berna González Harbour sobre Lolita, la obra publicada en 1955 por Vladimir Nabokov. Lo podrás seguir a partir de las 16:00 horas aquí y en las redes sociales de EL PAÍS.
MÁS INFORMACIÓN¿Lolita es un libro que justifica la violación de una niña o trata de la depravación, la perversión, la decadencia y la maldad? Son dos de las preguntas que se hacen Freixas y Del Molino en sus tribunas publicadas en EL PAÍS.
Laura Freixas escribió ¿Qué hacemos con Lolita?, donde indica que hay que leer, analizar y utilizar esta obra de Nabokov para entender cómo el patriarcado manipula en su beneficio y considera que está escrita "de tal modo que consigue hacernos olvidar que está mal violar niñas".
Por su parte, Sergio del Molino cree que Lolita necesita "lectores desprejuiciados y libres, no decodificaciones ideológicas que impongan lecturas políticamente correctas" y afirma que no puede entender cómo alguien puede leer la obra de Nabokov como una apología de la violación.
También se ha pronunciado en EL PAÍS contra la visión de Freixas el historiador Alejandro Lillo, que recuerda que al inicio de la obra, se describe a Humbert Humbert y se avisa de que son sus memorias, por lo que en Lolita "vamos a conocer el punto de vista de un profesor depravado al que le gustan las niñas". Y apunta que Freixas "ignora la riqueza que toda buena obra de ficción contiene e indica al lector cuál es la lectura “correcta”: la que ella hace. ¿Quien no piense así defiende la sociedad patriarcal y está justificando la violación de niñas?".
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