¿Era judío Colón?

Parece ser una característica judía la de pretender cortar el prepucio a personajes célebres, así como negar o quitar importancia al origen judío de otros personajes célebres no tan positivos.

Es una tendencia totalmente lógica tras una des judaización de la Historia de España, que propone que fuera de cortadores de diamantes y usureros, no hicieron otra cosa.

Eso sí, habrá de ser hecha con rigor, y desconozco cuánto puede haber en la aseveración de que Colón era judío.

Lo que sí está claro es que el tipo era español. Si judío o no, ni idea. Italiano ni de coña.
 
También dicen que la razón de disimular su origen está en que pertenecía a los apoyos de la beltraneja que fueron en parte represaliados. Por eso su contacto y conocimiento de la nobleza portuguesa y que fuese ésta su primera alternativa.
 
A ti te debe de jorobar mucho si así lo crees. Eres tú el que llama genocidas a los descubridores y conquistadores del Nuevo Mundo.

Así que te envaneces al creer que Colón (un genocida de acuerdo a tus propias tesis) pertenecía a tu mismo raza.

Bueno, tampoco es nada nuevo. Lo de que gente como tú se enorgullezca de los crímenes de sus hermanos de raza quiero decir.

Si saliera alguien diciendo que Cortés y Pizarro tenían sangre judía pasarían de ser genocidas a ser héroes según tu peculiar punto de vista.


Eres orate con avaricia. Reúnes lo peor de los judíos y lo peor de esos indiesitos de la Pampa que se creen uropeos llamados argentinos en tu persona.

Un thanks para el del Opus. 8:
 
El genocidio vino despuès.

P.D.: No me envanezco.

Te equivocas, como de costumbre.

Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

Colón que no conseguía enviar grandes cantidades de oro ni de especias, pese a los tributos que había impuesto a los indios, optó por enviar indígenas a la Península para que fueran vendidos como esclavos. El Almirante, al menos, cumplía una de sus promesas. La venta de esclavos era un negocio permitido en Castilla y además en auge y a este tráfico se dedicaba, entre otros, su factor y amigo Juanoto Berardi. Nada hacía presagiar el problema que se avecinada cuando, a comienzos de 1495, envío Colón un primer cargamento de 300 indios a Sevilla. Tan pronto como los reyes conocieron la noticia ordenaron a Fonseca que los vendiese en Andalucía, pues era en aquella provincia donde pensaban que podrían tener mejor salida. Mas muy pronto comenzaron los escrúpulos a la real pareja pues apenas 4 días más tarde de esta carta, el 16 de abril, escribían de nuevo al arcediano pidiéndole que reservase el dinero de la venta de los esclavos hasta averiguar si el tráfico era lícito, pues antes de nada querían informarse de «teólogos y canonistas de buena conciencia».

Naturalmente esta orden chocaba con los intereses del Almirante cuyo factor pidió, el 1.º de junio, que se le entregase el tanto por ciento que le correspondía recibir. Los reyes, aún sin saber qué hacer, escribieron a Fonseca ordenándole que, en secreto, dijera a Berardi que el asunto estaba suspenso y que no procediese a la liquidación. Dado que los esclavos habían sido vendidos en su totalidad no convenía alertar a sus propietarios en tanto en cuanto no se hubiera tomado una determinación en firme.

El Almirante, que vio peligrar una parte del negocio, escribió entonces a los reyes una larga carta, fechada el 14 de octubre en la Vega de la Maguana de la isla Española. Tenía que asegurar a los reyes que aquellos indios podían y debían de ser vendidos como esclavos y para ello nada más contundente que asegurarles que los indígenas que había enviado a Castilla no eran cristianos, luego se podía proceder a su venta. Aclarada esta primera e importante premisa, el Almirante creyó conveniente hacer algunas aclaraciones, por si los reyes tenían alguna duda respecto al carácter y a las necesidades de los indios. En primer lugar lo compradores no debían de preocuparse por la diferencia climática: el frío no les iba a sentar mal pues también en su isla las heladas eran frecuentes. Así que podían ser vendidos en cualquier lugar de la Península. En cuanto al trabajo y a su manera de llevarlo a cabo, el Almirante consideraba que las mujeres no parecía que estuvieran bien dotadas para ser esclavas domésticas pero sí, en cambio, para las labores artesanales y en especial para tejer el algodón; en cambio los hombres estaban adornados de tantas habilidades que, incluso, se les podía dedicar a las letras. Y, por último, una advertencia: no convenía darles mucho de comer pues en su isla comían muy poco «y si se hartan, escribe Colón, se enfermarían».

Los reyes no sabían qué actitud tomar como demuestra que en 1498, tres años más tarde de aquel primer cargamento, Colón continuara defendiendo la trata en sus cartas a los monarcas. Acaba de regresar a las Indias, en su tercer viaje, y al pasar por las islas de Cabo Verde había vuelto a comprobar los pingües beneficios de los negreros portugueses. «Me dicen que se podrán vender cuatro mill que, a poco valer, valdrán veinte cuentos». A Colón le salían las cuentas redondas. Frente a los portugueses que por el más ruin pedían 8.000 mrs., ellos podrían venderlos a 5.000 mrs. puestos en la Península y, para abaratar costes, propuso que a los maestres y marineros de los cinco navíos con los que acaba de llegar al Nuevo Mundo se les permitiese regresar con esclavos valorados en 1.500 mrs. De esa forma, los marineros se harían ricos y la Corona se ahorraría pagarles los salarios y el mantenimiento. Es verdad, seguía diciendo el Almirante, que algunos podrían morir en el camino, como pasaba en un principio con los neցros y los canarios, mas «así no será siempre d'esta manera», pronto se encontraría la fórmula para organizar el tras*porte con eficacia.

Las Casas, que copió esta carta de Colón a los Reyes en su Historia, no dudó en glosarla aunque su texto no ofrece lugar a dudas: «Tenía determinado de cargar los navíos que viniesen de Castilla de esclavos y enviarlos a vender a las islas de Canarias y de los Azores y a las de Cabo Verde y adonde quiera que bien se vendiesen y sobre esta mercadería fundaba principalmente los aprovechamientos para suplir los dichos gastos y excusar a los reyes de costa, como en principal granjería».

Desconozco en qué momento se decidieron por fin los monarcas a prohibir el tráfico con los indígenas americanos considerados ya como sus vasallos. Quizá la espoleta que les decidió a actuar fue la decisión del Almirante, justo en los días en los que escribía la carta antes mencionada, de entregar a cada uno de los 300 colonos de la Española un indio como esclavo. El genovés se había excedido en sus atribuciones y la reina, al decir de Las Casas, se indignó profundamente, «¿Qué poder tiene mío el almirante para dar a nadie mis vasallos», parece que exclamó airada cuando supo la noticia.

El descontrol en la colonia era insoportable y los reyes tomaron las medidas oportunas. Se puso en marcha la destitución del Almirante con el nombramiento de Francisco de Bobadilla, nombrado nuevo gobernador con plenos poderes, y se dictaron una serie de cédulas tendentes a reorganizar el tráfico. Fue entonces cuando los reyes mandaron pregonar que todos los indios que había enviado el Almirante a Castilla fueran devueltos en los primeros navíos que tornasen al Nuevo Mundo. Los oficiales reales actuaron con prontitud. Ya en abril se entregaron a Bobadilla los primeros 25 esclavos que habría de llevar consigo cinco meses más tarde y nos cuenta fray Bartolomé que su padre hubo de devolver uno, que le había traído años atrás, al contino de los reyes Pedro de Torres encargado del secuestro y entrega de los indios a Bobadilla.

Nos dice Las Casas que la reina creía, por las informaciones erradas que les enviaba el Almirante, que los esclavos que éste les remitía eran de los tomados en buena guerra que sí podían ser vendidos como esclavos. Si a los capitanes que habían adquirido una capitulación para descubrir, se les permitía hacer esclavos bajo esa condición, ¿cómo no beneficiarse de esa cláusula cuando era el negocio más fructífero y rápido que se podía hacer en breve espacio de tiempo?, ¿qué información llegaba a la Península acerca de la trata? ¿Engañaban los capitanes -y también el Almirante- al declarar indios de guerra a todos cuantos tomaban por la fuerza?

A la reina le interesaba proteger a los indios vasallos, pero también quería que las Indias rentasen. En una situación complicada se eligieron dos vías. Por un lado, se dieron instrucciones a Ovando, nombrado gobernador en 1501, para que los indios de la Española ayudaran a los cristianos en las «labores y granjerías» pagándoseles un salario adecuado y, por otro, ya jurados príncipes herederos D.ª Juana y D. Felipe, no dudó D.ª Isabel en otorgar una carta acordada para que todos los capitanes que fueren a descubrir pudieran cautivar a los caníbales especialmente en las islas de San Bernardo, isla Fuerte, el puerto de Cartajena y las islas de Baru. Como se ve, las cédulas reales parecen contradictorias, aunque en sí no lo sean, y si a Cristóbal Guerra se le obligó en diciembre de 1501 a repatriar a los indígenas que había traído para vender a Castilla, a otros muchos se les autorizó esa venta. Así, puede resultar significativo el caso de un esclavo que trajo a la Península Rodrigo de Bastidas del que, por acuerdo de su capitulación, a él le pertenecían la tercera parte siendo la cuarta para la corona. Reclamó Bastidas el esclavo y los reyes aceptaron gustosos que el sevillano, previo pago, se quedara en entera posesión del infeliz.

En esto de los esclavos Colón no hacía más que seguir las pautas establecidas en su Capitulación en las que «el rescate» ya figuraba en aquel texto. El Almirante no trajo ni un solo esclavo en su primer viaje, los seis indígenas que le acompañaron y que fueron bautizados en Guadalupe no venían con esa condición. Cuando, tras su regreso al Nuevo Mundo, Colón tuvo noticia de la matanza de los cristianos que allí había dejado en el Fuerte de la Navidad, se encontró por primera vez con indios de guerra. Si ya antes había sugerido hacer esclavos a los indios de otras islas, que eran caníbales, ahora lo tenía más fácil, ya que los de la Española se le resistían. Se equivocó al no considerar a los indígenas de la Española como vasallos de los reyes y fue presa de su propio error, ya que él mismo en su carta anunciando el Descubrimiento había dicho a los reyes que allí, en aquella isla, tenían sus mejores y más leales vasallos.
 
Es una tendencia totalmente lógica tras una des judaización de la Historia de España, que propone que fuera de cortadores de diamantes y usureros, no hicieron otra cosa.

Eso sí, habrá de ser hecha con rigor, y desconozco cuánto puede haber en la aseveración de que Colón era judío.

Lo que sí está claro es que el tipo era español. Si judío o no, ni idea. Italiano ni de coña.

Ya hace tiempo que en la Historia de España se amplifica todo lo jovenlandés y judío y se trata de restar importancia a lo cristiano, si miras un libro escolar de Historia flipas. Y cada vez se le da menos importancia a toda la historia anterior a la Ilustración, para selectividad solo se enseña a partir de finales del XVII (como no, la parte más politizada y decadente).

A Colón todo cristo ha intentado hacerlo de su tribu, desde catagañanes, espaguettis y ahora retallats, en mi opinión de don Nadie podría ser uno de los miles de genoveses totalmente asimilados a la población española, pero la verdad es que además de irrelevante su nacionalidad no voy pontificando sobre ello, al contrario que Dick Jagger que no duda en tomar como verdad que era judío, igual que Tesla :roto2:
 
Ya hace tiempo que en la Historia de España se amplifica todo lo jovenlandés y judío y se trata de restar importancia a lo cristiano, si miras un libro escolar de Historia flipas. Y cada vez se le da menos importancia a toda la historia anterior a la Ilustración, para selectividad solo se enseña a partir de finales del XVII (como no, la parte más politizada y decadente).

En los libros escolares se lleva ya décadas intentando hacer pasar a los cristianos como demorados y a los jovenlandeses todos como filósofos refinados que tanto te construyen la Alhambra como te recitan un poema en los baños con un laud.

Eso, no es óbice para que en España no se sepa la contribución REAL a la cultura española de los judíos sefaraditas. A la Ciencia, la música, la gastronomía, las costumbres urbanas, la poesía o la filosofía. Que es muchísimo más grande de lo que muchos se imaginan, más que nada por ser judíos la mayor parte de la burguesía española o al menos castellana.

A Colón todo cristo ha intentado hacerlo de su tribu, desde catagañanes, espaguettis y ahora retallats, en mi opinión de don Nadie podría ser uno de los miles de genoveses totalmente asimilados a la población española, pero la verdad es que además de irrelevante su nacionalidad no voy pontificando sobre ello, al contrario que Dick Jagger que no duda en tomar como verdad que era judío, igual que Tesla :roto2:

Su nacionalidad no es irrelevante, pues si lo fuese, nadie se intentaría arrogar el hecho de que sea de los suyos. Al dar por bueno que era italiano, parece que es que en España nadie era capaz de algo así, cosa absurda por ser un país abierto al Atlántico y acostumbrado desde el siglo anterior a viajes jovenlandeses, etc.


P.D: Tesla no sólo no era judío, sino que los odiaba.
 
Ya hace tiempo que en la Historia de España se amplifica todo lo jovenlandés y judío y se trata de restar importancia a lo cristiano, si miras un libro escolar de Historia flipas. Y cada vez se le da menos importancia a toda la historia anterior a la Ilustración, para selectividad solo se enseña a partir de finales del XVII (como no, la parte más politizada y decadente).

No, que no era judìo.

Simplemente se empecinaba con serlo, ocultando su orìgen cristiano, o con escribir caràcteres hebreos, o en escribirle a su hijo respecto a mantener en secreto ciertas tradiciones. O ser financiado por judìos y llevar una tripulaciòn con mayorìa de judìos.

Lo iban a canonizar, pero cuando vieron su fervor por el judaìsmo desistieron. Estos de la Iglesia...

Quèdate tranquilo, no era judìo. :XX:
 
Última edición:
La contribucion de jovenlandeses y alubio*s a la cultura española ha sido muy escasa y esta magnificada-
En el caso de los alubio*s es superior, porque hubo muchisimos conversos, pero los jovenlandeses llegaron y se fueron sin dejar practicamente nada, de hecho vivian en Al-andalus, no en España.
 
No, que no era judìo.

Simplemente se empecinaba con serlo, ocultando su orìgen cristiano, o con escribir caràcteres hebreos, o en escribirle a su hijo respecto a mantener en secreto ciertas tradiciones. O ser financiado por judìos y llevar una tripulaciòn con mayorìa de judìos.

Lo iban a canonizar, pero cuando vieron su fervor por el judaìsmo desistieron. Estos de la Iglesia...

Quèdate tranquilo, no era judìo. :XX:

¿Del owned que te has comido no dices nada, fariseo?
 
No, que no era judìo.

Simplemente se empecinaba con serlo, ocultando su orìgen cristiano, o con escribir caràcteres hebreos, o en escribirle a su hijo respecto a mantener en secreto ciertas tradiciones. O ser financiado por judìos y llevar una tripulaciòn con mayorìa de judìos.

Lo iban a canonizar, pero cuando vieron su fervor por el judaìsmo desistieron. Estos de la Iglesia...

Quèdate tranquilo, no era judìo. :XX:

Hay teorías de que la tripulación y/o Colón eran italianos, o moriscos, o neցros y ahora me vienes con que si judíos. No me pillan desprevenidos estos intentos de ningunear a los españoles y robarles la historia, algo que se da mucho entre acomplejados y gente llena de repruebo y resentimiento hacia el país en cuestión, caso tuyo de manual.
 

No me hagas repetir lo que ya te he contestado antes.

---------- Post added 13-feb-2014 at 19:48 ----------

Hay teorías de que la tripulación y/o Colón eran italianos, o moriscos, o neցros y ahora me vienes con que si judíos. No me pillan desprevenidos estos intentos de ningunear a los españoles y robarles la historia, algo que se da mucho entre acomplejados y gente llena de repruebo y resentimiento hacia el país en cuestión, caso tuyo de manual.

Sobre la tripulación de las tres naves:

Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

La lista incompleta de los tripulantes cuyos nombres se han conservado

LISTA DE TRIPULANTES32
CON REFERENCIA A LAS LISTAS FERNÁNDEZ DURO, TENORIO Y VIGNAU
V G Alonso, grumete.
FD T V G Alonso, Maestre, físico (murió).
G Alfonso Clavijo, criminal.
FD T V G Alonso de jovenlandesales (murió).
V G Alonso de Palos, grumete.
V G Alvaro, marinero.
FD T V G Andrés de Huelva, grumete.
V G Andrés de Yevenes, grumete (impreso, Yruenes).
V G Antón Calabrés, marinero.
G Antonio de Cuéllar (murió).
V G Bartolomé Bives, marinero.
FD T V G Bartolomé García, contramaestre.
FD V G Bartolomé Roldán, marinero.
G Bartolomé de Torres, criminal.
V G Bernal, grumete.
G Cristóbal Caro, platero, grumete.
FD T V G CRISTÓBAL COLÓN, Almirante y Capitán general.
FD T G Cristóbal Quintero, marinero, uno de los dueños de la Pinta33
FD T V G Cristóbal García Sarmiento, piloto de la Pinta.
G Chachu, contramaestre (murió).
FD T V G Diego, Maestre.
FD T V G Diego de Arana, alguacil de la flota (murió).
FD V G Diego Bermúdez.
G Diego Leal, grumete.
FD T V G Diego Lorenzo, alguacil (murió).
G Diego Pérez, pintor (murió).
FD T V G Diego Martín Pinzón. —157→
G Domingo, tonelero (murió).
FD T V G Domingo de Lequeitio (murió).
G Fernando Medel, grumete (impreso, Méndez)34
V G Fernando de Triana, grumete.
FD T V G Francisco de Huelva (murió).
V G Francisco Medel, grumete (impreso, Méndez).
FD T V G Francisco Niño.
FD T V G Francisco Martín Pinzón, maestre de la Pinta.
FD T V G Francisco García Vallejos, marinero.
FD T V G García Alonso.
FD T V2 G García Hernández, marinero, despensero de la Pinta35
T V G Gil Pérez, marinero.
FD T V G Gómez Rascón, marinero, uno de los dueños de la Pinta.
G Gonzalo Franco (murió).
FD T V G Jácome el Rico, genovés (murió).
V G Juan, grumete.
(FD) V G Juan, Maestre, cirujano (murió)36
V G Juan Arias, grumete.
V G Juan Arráez, marinero.
FD T V G Juan de la Cosa, maestre y dueño de la Santa María.
V G Juan Martínez de Azoque, marinero.
V G Juan de Medina, sastre, marinero (probablemente murió).
T V2 G Juan de Moguer, criminal, marinero37
FD T V G Juan Niño, maestre de la Niña, y en parte su dueño.
V G Juan de la Plaza, marinero.
V G Juan Quadrado, grumete.
FD T V G Juan Quintero de Algruta, contramaestre de la Pinta.
V G Juan Reynal, marinero.
FD T V G Juan Rodríguez Bermejo, marinero de la Pinta (el mismo que Rodrigo de Triana).
V G Juan Romero, marinero.
V G Juan Ruiz de la Peña, marinero.
V G Juan Verde de Triana, marinero.
V G Juan Vezano, marinero.
FD T V G Juan de Xeres, marinero.
FD T V G Lope, calafate (murió).
FD T V G Luis de Torres (murió). —158→
FD T V G Martín Alonso Pinzón, capitán de la Pinta.
T V G Martín de Urtubia (murió).
V G Miguel de Soria, grumete.
FD T V G Pedro de Arcos, de la Pinta.
T V G Pedro Arráez, marinero.
FD T V G Pero Gutiérrez, repostero de estrados del rey, iba en la Santa María (murió).
FD T V G Pedro de Lepe (murió).
FD T V G Pero Alonso Niño, piloto.
T V G Pero de Salcedo, paje de Colón38.
FD T V G Pedro de Soria.
V G Pedro tegero, grumete.
FD T V G Pedro de Terreros, maestresala de Colón.
FD T V G Pedro de Villa, marinero.
G Pero Yzquierdo, criminal.
V G Pedro Sánchez de Montilla, marinero.
FD T V G Rodrigo de Escobedo, escribano de la armada, en la Santa María (murió).
V G Rodrigo Gallego, grumete.
(FD T V G) (Rodrigo de Triana; véase Juan Rodríguez Bermejo.)
T V G Rodrigo Monge.
FD T V G Rodrigo de Xeres.
FD T V G Rodrigo Sánchez de Segovia, veedor, en la Santa María.
FD G Rui García, marinero.
V G Sancho de Rama, marinero.
FD T V G Sancho Ruiz de Gama, piloto.
FD T V G Vicente Yáñez Pinzón, capitán de la Niña.

43 46 76 87 (Con Rodrigo de Triana serían 44 47 77 88.)

Dudosos; clase restante:

FD T V Alonso “Gutiérrez” Querido.
T V Alonso Medel.
T V Alonso Niño.
T V Alonso Pérez Niño.
FD T V Alonso Pérez Roldán.
T V Andrés Niño.
T V Arias Martín Pinzón.
FD T V Bartolomé Pérez.
T V Bartolomé Pérez Niño.
T V Bartolomé Martín Pinzón.
T V Cristóbal Niño.
V Diego Delgado.
T V Diego Rodríguez.
T V Hernán Pérez.
T V Juan de Triana.
FD T V Juan de Sevilla.
FD T V Juan Ortiz.
FD T V Juan Pérez, vizcaíno.
T V Pero Bermúdez
6 18 19
Total, 59 71 108 87 (sin contar a Rodrigo de Triana).
 
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