La cineasta
Mabel Lozano, junto con Pablo J. Conellie, policía experto en trata y explotación de personas, cuentan en su libro
pronoXplotación (Editorial Alrevés) la realidad que esconde la pronografía, "la gran adicción de nuestros tiempos", a través de una serie de crudos testimonios.
¿Se tiende a separar la pronografía de la prespitación? Es difícil hablar de prespitación sin hablar de trata de mujeres y es difícil hablar de pronografía sin hablar de prespitación. Son conceptos que están entrecruzados. Esto no quiere decir que detrás de la pronografía todo sea prespitación pero, efectivamente, sí hay prespitación 2.0 y, en muchos casos, también trata. El problema es que, de estos fenómenos, el que más se
glamouriza y banaliza es la pronografía, porque no es lo mismo ser una actriz prono o una modelo webcam que una cortesana. Las mujeres no se han desprendido del estigma.
En el libro asegura que el estigma de la prespitación no recae de igual manera sobre los hombres que sobre las mujeres. ¿Esto explica que haya más suicidios de mujeres en el ámbito de la pronografía? Claro. Estuve en un festival de cine y, cuando llegaban los actores prono, me parecía alucinante. ¡Era como si hubiera llegado la estrella mundial del firmamento! Y esto no pasa con ninguna mujer. El actor prono es el machote que llega con un miembro viril inmenso, que se va con todas las guapas y al que se le supone libertad de acción y reacción. En cambio, como a las actrices las vinculan más con la prespitación, están más estigmatizadas. Por eso estamos viendo que, de repente, grandes actrices prono mundiales acaban suicidándose. Efectivamente, estas mujeres sufren una presión que no sufren los hombres. La pronografía es igual que la vida: la misma desigualdad y violencia hacia las mujeres que se vive en el día a día se lleva, también, a este fenómeno.
Dice que "la pobreza es un arma contra las mujeres". La desigualdad entre hombres y mujeres, así como la falta de oportunidades, siempre repercuten más sobre las mujeres. Nosotras, en general, somos mucho más vulnerables. Lo comprobamos en la trata, en la prespitación y en la pronografía. Te dicen 'ven aquí, no necesitas herramientas, vas a ganar mucho dinero…'. Vemos a Halina [una de las mujeres entrevistadas], que asegura que no habría aceptado la propuesta de participar en una película prono si hubiera tenido recursos. Comprobamos que el mercado de la prespitación en España cuenta mayoritariamente con mujeres migrantes que han venido buscando una oportunidad. La pronografía capta con los mismos métodos que se usan en la trata y en la prespitación.
Muchas de las mujeres del libro coinciden en que sufren una pérdida de identidad tras ser prostituidas para el cine prono. Sí, porque destruyen su autoestima y sus derechos: les roban la dignidad. Las destrozan y se sienten una cosa, son objetualizadas de una manera extrema. Así se somete a un ser humano. Esto sucede porque vivimos en una sociedad tremendamente
pornificada en la que la mujer es tratada como objeto y no como sujeto.
TRAGEDIA EN BARCELONA
Un testigo del incendio en Badalona: "Algunos se tiraron porque no había otra salida"
DIRECTOMadrid descarta endurecer las restricciones contra la el bichito en Navidad
Entrevista | Mabel Lozano: "Onlyfans perpetúa la prespitación"
ANA LATORRE NOTICIA
10.12.2020 - 06:11H
Mabel Lozano, directora de cine con compromiso social.EDUARDO MÉNDEZ
La cineasta
Mabel Lozano, junto con Pablo J. Conellie, policía experto en trata y explotación de personas, cuentan en su libro
pronoXplotación (Editorial Alrevés) la realidad que esconde la pronografía, "la gran adicción de nuestros tiempos", a través de una serie de crudos testimonios.
¿Se tiende a separar la pronografía de la prespitación? Es difícil hablar de prespitación sin hablar de trata de mujeres y es difícil hablar de pronografía sin hablar de prespitación. Son conceptos que están entrecruzados. Esto no quiere decir que detrás de la pronografía todo sea prespitación pero, efectivamente, sí hay prespitación 2.0 y, en muchos casos, también trata. El problema es que, de estos fenómenos, el que más se
glamouriza y banaliza es la pronografía, porque no es lo mismo ser una actriz prono o una modelo webcam que una cortesana. Las mujeres no se han desprendido del estigma.
En el libro asegura que el estigma de la prespitación no recae de igual manera sobre los hombres que sobre las mujeres. ¿Esto explica que haya más suicidios de mujeres en el ámbito de la pronografía? Claro. Estuve en un festival de cine y, cuando llegaban los actores prono, me parecía alucinante. ¡Era como si hubiera llegado la estrella mundial del firmamento! Y esto no pasa con ninguna mujer. El actor prono es el machote que llega con un miembro viril inmenso, que se va con todas las guapas y al que se le supone libertad de acción y reacción. En cambio, como a las actrices las vinculan más con la prespitación, están más estigmatizadas. Por eso estamos viendo que, de repente, grandes actrices prono mundiales acaban suicidándose. Efectivamente, estas mujeres sufren una presión que no sufren los hombres. La pronografía es igual que la vida: la misma desigualdad y violencia hacia las mujeres que se vive en el día a día se lleva, también, a este fenómeno.
Dice que "la pobreza es un arma contra las mujeres". La desigualdad entre hombres y mujeres, así como la falta de oportunidades, siempre repercuten más sobre las mujeres. Nosotras, en general, somos mucho más vulnerables. Lo comprobamos en la trata, en la prespitación y en la pronografía. Te dicen 'ven aquí, no necesitas herramientas, vas a ganar mucho dinero…'. Vemos a Halina [una de las mujeres entrevistadas], que asegura que no habría aceptado la propuesta de participar en una película prono si hubiera tenido recursos. Comprobamos que el mercado de la prespitación en España cuenta mayoritariamente con mujeres migrantes que han venido buscando una oportunidad. La pronografía capta con los mismos métodos que se usan en la trata y en la prespitación.
Muchas de las mujeres del libro coinciden en que sufren una pérdida de identidad tras ser prostituidas para el cine prono. Sí, porque destruyen su autoestima y sus derechos: les roban la dignidad. Las destrozan y se sienten una cosa, son objetualizadas de una manera extrema. Así se somete a un ser humano. Esto sucede porque vivimos en una sociedad tremendamente
pornificada en la que la mujer es tratada como objeto y no como sujeto.
Pablo dice que hay que dejar de hablar del prono como una industria porque "nadie está dado de alta en la seguridad social" y "no se hacen contratos". ¿Usted coincide con esta idea? Claro, claro. Pablo [Pablo J. Conellie] y yo hemos hecho ocho entrevistas y hemos elegido estos testimonios para contar lo que realmente hemos investigado. Hemos incluido muchísima información en todas las historias. Ninguno de los entrevistados ha tenido nunca seguridad social, contratos… En muchos casos, ni se les hacen analíticas. Por ejemplo, Pascual, el actor de prono lgtb, estaba trabajando con
VIH. ¿Cómo podemos llamar a esto empresa cuando no tiene a sus empleados en condiciones laborales normales? Esto es bastante turbio.
TRAGEDIA EN BARCELONA
Un testigo del incendio en Badalona: "Algunos se tiraron porque no había otra salida"
DIRECTOMadrid descarta endurecer las restricciones contra la el bichito en Navidad
Entrevista | Mabel Lozano: "Onlyfans perpetúa la prespitación"
ANA LATORRE NOTICIA
10.12.2020 - 06:11H
Mabel Lozano, directora de cine con compromiso social.EDUARDO MÉNDEZ
La cineasta
Mabel Lozano, junto con Pablo J. Conellie, policía experto en trata y explotación de personas, cuentan en su libro
pronoXplotación (Editorial Alrevés) la realidad que esconde la pronografía, "la gran adicción de nuestros tiempos", a través de una serie de crudos testimonios.
¿Se tiende a separar la pronografía de la prespitación? Es difícil hablar de prespitación sin hablar de trata de mujeres y es difícil hablar de pronografía sin hablar de prespitación. Son conceptos que están entrecruzados. Esto no quiere decir que detrás de la pronografía todo sea prespitación pero, efectivamente, sí hay prespitación 2.0 y, en muchos casos, también trata. El problema es que, de estos fenómenos, el que más se
glamouriza y banaliza es la pronografía, porque no es lo mismo ser una actriz prono o una modelo webcam que una cortesana. Las mujeres no se han desprendido del estigma.
En el libro asegura que el estigma de la prespitación no recae de igual manera sobre los hombres que sobre las mujeres. ¿Esto explica que haya más suicidios de mujeres en el ámbito de la pronografía? Claro. Estuve en un festival de cine y, cuando llegaban los actores prono, me parecía alucinante. ¡Era como si hubiera llegado la estrella mundial del firmamento! Y esto no pasa con ninguna mujer. El actor prono es el machote que llega con un miembro viril inmenso, que se va con todas las guapas y al que se le supone libertad de acción y reacción. En cambio, como a las actrices las vinculan más con la prespitación, están más estigmatizadas. Por eso estamos viendo que, de repente, grandes actrices prono mundiales acaban suicidándose. Efectivamente, estas mujeres sufren una presión que no sufren los hombres. La pronografía es igual que la vida: la misma desigualdad y violencia hacia las mujeres que se vive en el día a día se lleva, también, a este fenómeno.
Dice que "la pobreza es un arma contra las mujeres". La desigualdad entre hombres y mujeres, así como la falta de oportunidades, siempre repercuten más sobre las mujeres. Nosotras, en general, somos mucho más vulnerables. Lo comprobamos en la trata, en la prespitación y en la pronografía. Te dicen 'ven aquí, no necesitas herramientas, vas a ganar mucho dinero…'. Vemos a Halina [una de las mujeres entrevistadas], que asegura que no habría aceptado la propuesta de participar en una película prono si hubiera tenido recursos. Comprobamos que el mercado de la prespitación en España cuenta mayoritariamente con mujeres migrantes que han venido buscando una oportunidad. La pronografía capta con los mismos métodos que se usan en la trata y en la prespitación.
Muchas de las mujeres del libro coinciden en que sufren una pérdida de identidad tras ser prostituidas para el cine prono. Sí, porque destruyen su autoestima y sus derechos: les roban la dignidad. Las destrozan y se sienten una cosa, son objetualizadas de una manera extrema. Así se somete a un ser humano. Esto sucede porque vivimos en una sociedad tremendamente
pornificada en la que la mujer es tratada como objeto y no como sujeto.
Pablo dice que hay que dejar de hablar del prono como una industria porque "nadie está dado de alta en la seguridad social" y "no se hacen contratos". ¿Usted coincide con esta idea? Claro, claro. Pablo [Pablo J. Conellie] y yo hemos hecho ocho entrevistas y hemos elegido estos testimonios para contar lo que realmente hemos investigado. Hemos incluido muchísima información en todas las historias. Ninguno de los entrevistados ha tenido nunca seguridad social, contratos… En muchos casos, ni se les hacen analíticas. Por ejemplo, Pascual, el actor de prono lgtb, estaba trabajando con
VIH. ¿Cómo podemos llamar a esto empresa cuando no tiene a sus empleados en condiciones laborales normales? Esto es bastante turbio.
Entrevista | Mabel Lozano: "Onlyfans perpetúa la prespitación"