Vlad_Empalador
Será en Octubre
Fue el primer positivo por cobi19 en el Gobierno de coalición, antes de declararse el estado de alarma, y la ministra de Igualdad,Irene Montero, lleva confinada en su domicilio desde entonces, junto con sus tres hijos pequeños y su pareja, el vicepresidente de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias. Apenas si se ha dejado ver en algunas conexiones televisivas, pero no ha dejado de trabajar, aplicando las estrictas medidas de cuarentena dictadas por las autoridades sanitarias. La entrevista, obviamente, fue telefónica.
¿Cómo se encuentra de la el bichito-19?
Me encuentro bien. Lo he pasado con síntomas muy leves. Aprovecho para mandar un abrazo a los que lo están pasando, sea con síntomas leves, o con cuadros más complicados, a los que están ingresados o a los que están en UCI.
¿Entiendo que sigue con máscara y guantes, aislada en su hogar?
Sigo con todas las recomendaciones de las autoridades sanitarias, hasta dar negativo, especialmente lo que tiene que ver con el confinamiento.
¿Le han hecho test después del primer positivo?
Me hicieron uno al acabar el periodo de cuarentena y seguía dando positivo. Los servicios sanitarios siguen el protocolo para servicios esenciales y me lo han repetido más o menos a la semana. En cuanto me digan que soy negativo, seguiré con las normas del confinamiento del estado de alarma, pero sin aislamiento.
El Gobierno ha dicho que, con lo que sabe ahora, habría actuado de forma muy distinta a principios de marzo, un reconocimiento tácito de que antes del 8-M se habrían prohibido las grandes concentraciones ciudadanas. ¿Qué piensa hoy de la velocidad de reacción entonces?
Creo que es una evidencia que esta esa época en el 2020 de la que yo le hablo ha pillado desprevenidos a todos los gobiernos de Europa, y prueba de ello es que todos nos hemos enfrentado a las mismas dificultades, y hemos tenido que tomar decisiones que, por duras que sean, pretenden proteger a la ciudadanía. Y en esas decisiones hemos estado entre los primeros gobiernos. Claro, si a finales de febrero hubiéramos sabido lo que los expertos saben ahora, que fue el momento de los contagios comunitarios, habríamos tomado otras las decisiones. Es un aprendizaje de todos los gobiernos de Europa. Hay que tener en cuenta que la OMS no realizó la declaración de esa época en el 2020 de la que yo le hablo hasta el día 11 de marzo.
Muchos van a señalar siempre al 8-M como vector de contagio. ¿Cree que esta circunstancia ha dañado de algún modo o puede hacerlo en el futuro a la causa feminista?
Creo que nuestra responsabilidad ahora es no entrar en polémicas con nadie. Tenemos que escuchar todas las críticas, pero sobre todo las útiles, las que son las constructivas. El señalamiento al 8-M cuando esa semana hubo eventos políticos, deportivos y de todo tipo, es una opción ideológica, no científica. Nuestra obligación es eludir estas polémicas, porque tenemos que centrarnos en salvar vidas y crear un escudo social fuerte para que la gente se sienta segura. Y cuando pase, tendremos muchas cosas sobre las que reflexionar y aprender. Pero teniendo claro que quien señala al 8-M ya lo señalaba antes de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, y lo hace por una opción ideológica.
Quienes acusan al 8-M lo hacen por una opción ideológica, no científica, y ya lo hacían antes de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo”
IRENE MONTERO Ministra de Igualdad
No me ha contestado, ¿teme que se haya dañado al movimiento feminista?
Creo que la intención de la extrema derecha es dañar al movimiento político que estaba pidiendo que la vida debe estar en el centro, que los cuidados deberían estar en el centro de las políticas. Su intención es dañar al feminismo, pero esta crisis tan fuerte está sirviendo para poner de manifiesto con mucha crudeza muchas de las cosas sobre las que el feminismo reflexionaba desde mucho tiempo antes. Por ejemplo, la fragilidad de los cuidados, lo frágil que es hasta la economía y lo dependiente de ese trabajo invisibilizado y feminizado que es el de los cuidados: cuando se cierran los colegios y no puedes recurrir a los cuidados de algún familiar ni de la escuela, quiebra todo el sistema porque los padres no pueden trabajar. Hemos privatizado las residencias de mayores, y hoy vemos que esas personas que cuidan de nuestros mayores, que son sobre todo mujeres, están mal pagadas y precarizadas. De pronto, tenemos una emergencia sanitaria y vemos la importancia de ese trabajo femenino y precario, en las residencias, en la sanidad, pero también el de las cajeras y reponedoras en los supermercados. Nos damos cuenta de repente, de que nuestras sociedades tienen que cambiar en algunas cosas para que la vida de todas las mujeres de las que tanto dependemos sea digna. Para el momento posterior a esta crisis, debemos retomar las propuestas políticas del feminismo, que convierten los cuidados en un eje en torno al cual la sociedad ha de estar articulada. Hay que hacer grande lo común, cuidar a los mayores, a las trabajadoras del hogar, de los servicios públicos, reducir las jornadas de trabajo, tenemos que repensar cómo puede ser que se esté produciendo especulación salvaje con bienes de primera necesidad… Todo eso que ahora parece de sentido común, como el Ingreso Mínimo Vital, aunque sea con una opción de ingreso mínimo puente, porque mucha gente lo necesita ya, todo eso, decía, sobre lo que el feminismo ya reflexionaba cuando proclamaba “si nosotras paramos, se para el mundo”, va a ser útil para los retos que enfrenta la sociedad del futuro.
Ustedes accedían al gobierno de coalición con el PSOE con la intención de rectificar las políticas desplegadas en la última década. ¿Cuánto han cambiado sus objetivos con esta esa época en el 2020 de la que yo le hablo?
Todavía estamos en la fase de actuar para detener la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, y después veremos progresivamente cuáles son las cosas que este gobierno tiene que hacer. Primero hay que trabajar para frenarla y una vez hecho, para ayudar a otros países de forma solidaria como estamos reclamando en Europa. Pero también, para construir y mantener un escudo social que haga que ante una situación de incertidumbre, todos sientan la seguridad de que gobierno y la sociedad en su conjunto están ahí. Es pronto para evaluarlo, pero también creo que muchos elementos que antes era una opción política, como la externalización, la privatización frente al refuerzo de lo público, que podían estar o no en los programas electorales y algunas de las cuales nosotros y el PSOE metimos en el pacto de gobierno, hoy son una necesidad que defienden todos. Luis de Guindos, que es poco sospechoso de izquierdismo, o Toni Roldán han defendido la necesidad de una renta mínima garantizada. Hay cosas que eran una posibilidad política, una opción de programa y que hoy son una necesidad, como el cuidado de los servicios públicos. Antes podían ser opciones, y cabía defender lo contrario, pero en esta crisis sanitaria han dejado de ser una opción para convertirse en necesidades para que la sociedad funcione. Cuando podamos dejar de atrás la fase de actuar para detener la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, las reflexiones irán por ahí: Que la sociedad debe garantizar con lo común que nadie se quede atrás.
Cuando pase esta crisis no podemos olvidar cuánto dependemos de profesiones precarizadas y feminizadas indispensables para que la sociedad no se venga abajo”
IRENE MONTERO Ministra de Igualdad
¿Esta crisis global, cree que es una oportunidad para ustedes, en la medida en que ha hecho retroceder a la ortodoxia neoliberal, o un riesgo, por cuanto hace avanzar los furores autoritarios?
Esos dos proyectos, el del rearme de lo público y el autoritario, ya estaban pugnando por ver cuál era el que se llevaba el gato al agua mucho antes de la crisis y lo hacían a nivel mundial. Veíamos a los jóvenes luchar contra el cambio climático, o a las feministas pelear por la política de los cuidados. Y veíamos gobiernos que ya planteaban hacer grande lo común y ensanchar la democracia. Pero también estaba ahí el proyecto autoritario, que es el de la ley del más fuerte, el que ponen las grandes decisiones en manos de los más ricos y poderosos. Eso es Bolsonaro, es Trump y es Vox. Esos dos proyectos antitéticos siguen encima de la mesa, y en España estamos viendo que hay una inmensa mayoría de la ciudadanía que apuesta por la solidaridad, la esperanza, y también vemos que hay quien alienta el repruebo y la incertidumbre. Creo que tenemos que sacar enseñanzas de esta crisis. Yo no lo llamaría “oportunidad”, porque hay mucha gente pasándolo mal, pero es obvio que esta situación deja aprendizajes que no debemos olvidar cuando pase la crisis. No podemos olvidar lo que nos está diciendo esta crisis de trabajadores denostados y precarizados como reponedores, cajeras, agricultores…, que son trabajos esenciales para que la sociedad no se venga abajo. Nuestro reto es que los aprendizajes que nos deja debemos convertirlos en políticas públicas, porque ha hecho, como le decía, que lo que antes era una opción sea una necesidad. El aprendizaje de esta crisis es que la sociedad no es una suma de individuos que puedan valerse por sí mismos mediante la ley de la selva. Uno solo por mucho dinero que tenga y muy listo que sea está inerme ante una situación como esta. Solo en sociedad, en común, podemos afrontar los momentos difíciles, solo en sociedad podemos conservar las cosas que nos hacen libres iguales y que nos hacen vivir con dignidad.
En una situación sin precedentes como esta, es imprescindible que haya debate en el Gobierno, pero cuando tomamos una decisión vamos todos a una”
IRENE MONTERO Ministra de Igualdad
Las presuntas fisuras entre PSOE y Unidos Podemos es uno de los argumentos más frecuentes entre quienes abogan, de forma explícita o tácita, por un gobierno de concentración PSOE-PP. ¿Cómo son esas relaciones?
Si afrontando una situación desconocida para el gobierno, no hubiese habido debate en el Consejo de Ministros, no solo entre formaciones, sino entre ministros, sería preocupante. Es evidente que hay mucho que debatir y es evidente que hay debate. Y todo el mundo lo sabe, porque todo el mundo conoce las posiciones de nuestras formaciones, y la gente se puede imaginar qué tipo de discusiones tenemos. En una situación como esta, sin precedentes, este gobierno se ha dado cuenta de que es muy importante debatir, y tenemos que ser capaces de pensar qué vamos a hacer. Y cuándo tomamos las decisiones, vamos todos a una. Hay que hacer frente a la emergencia y construir un escudo social y que todo el mundo tenga la seguridad de que no se quedarán tirados. Porque debemos proteger a muchas trabajadoras del hogar, a muchas familias monoparentales, que son en su mayoría mujeres, sectores que ya estaban con el agua al cuello antes de esta crisis y están cumpliendo con su deber en una situación de gran vulnerabilidad. Por eso es tan importante el Ingreso Mínimo Vital, que es una medida que va a impactar fundamentalmente en las mujeres. Este escudo social ha estado claro desde el principio en el gobierno, eso es lo importante. Luego, tener debate nos está permitiendo tomar decisiones que están sirviendo para proteger a la gente, especialmente a la más vulnerable.
¿Temen que el fin del confinamiento severo provoque un rebrote, como está ocurriendo en Asia, incluso en países que contuvieron de forma eficiente la expansión de la primera oleada?
Creo que todos en el Gobierno somos conscientes de que nuestra obligación es ser extremadamente prudentes en cada decisión que tomamos y no olvidar nunca que no hay nada más importante que salvar vidas y proteger la salud de la ciudadanía y el interés general. Habrá presiones de ciertos poderes económicos que quieran recuperar la actividad a toda costa. Sabemos que nuestra obligación es resistir a todas las presiones y defender el interés general. Los trabajadores que usan el tras*porte público, los que no pueden teletrabajar son la primera línea en el eventual proceso de desescalada; no podemos ponerles en riesgo.
Considerando que, si bien el impacto de la oleada en febrero/marzo pilló a todos los gobiernos desprevenidos, ahora no cabrá aducir desconocimiento.¿Cómo enfrentan la desescalada prevista a partir de mayo?
Lo que hemos aprendido estas semanas es que la obligación del gobierno es ser, como le decía, extremadamente prudentes y garantizar que no hay ningún interés económico particular por encima del interés general y del objetivo de salvar vidas, proteger la salud de la población y cuidar a quienes nos cuidan.
Todos en el Gobierno somos conscientes de que debemos ser extremadamente prudentes con cada decisión para salvar vidas y proteger el interés general”
IRENE MONTERO Ministra de Igualdad
Ustedes se visibilizan como la parte del Gobierno, junto a algunos ministros del entorno socialista, que empuja más por las medidas de protección social. Sin embargo, las medidas no están siendo sustantivamente distintas de las de otros países de nuestro entorno con gobiernos de distinto signo. ¿Esta armonización se debe a su peso modesto dentro del gobierno o a que esas medidas forman parte de un nuevo sentido común de época, por llamarlo de alguna manera?
En primer lugar, creo que las medidas son históricas. Y que eso es visible cuando se comparan con las medidas adoptadas tras la crisis económica de 2008. En esta crisis, desde el minuto cero se prohibieron los desahucios, los cortes de suministros, se facilitaron los Ertes y se prohibieron los despidos por causa de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Se han adoptado medidas fuertes para los autónomos y las pymes, microcréditos para los alquilados, y se ha asegurado que el Estado respaldará a los deudores, estamos preparando el Ingreso Mínimo VItal… En ese sentido son medidas históricas y cuando las comparamos con lo que se hizo en ocasiones anteriores, nos podemos hacer una idea del esfuerzo enorme que estamos haciendo por salir de la crisis todas juntas y sin dejar a nadie atrás. En algunos ámbitos, con modestia y con un trabajo en equipo invisible, estamos siendo ejemplo para otros países. Poe ejemplo, con la atención a las violencias machistas. ONU-Mujeres nos ha dicho que son muy útiles, y ha pedido a otros países que declaren servicios esenciales a aquellos que atienden a las víctimas de violencia de género como hemos hecho nosotras. Muchas medidas están siendo útiles a otros gobiernos. Pero la clave iba explicitada en su pregunta: muchas propuestas políticas que estaban asociadas fundamentalmente a Unidas Podemos, aunque no solo, como es el Ingreso Mínimo Vital, ahora mismo se está viendo que son de sentido común, que tiene que estar en la base de cualquier acuerdo de reconstrucción. No son ideológicas: o tenemos una sanidad pública fuerte o ante un momento difícil no tendremos ocasión de cuidar a la gente.
Hemos tomado conciencia de que nuestra propuesta democratizadora y de fortalecimiento de lo común podemos hacerla leyendo la Constitución”
IRENE MONTERO Ministra de Igualdad
Mirándolo con la perspectiva de los convulsos cinco últimos años, ¿cómo evalúa la tras*formación de Podemos, de azote del régimen del 78 a heraldo del “constitucionalismo social”?
Habíamos llegado a un punto, antes de la crisis, en que esos dos proyectos, el democratizador y el autoritario, estaban teniendo un debate que en España, se había traducido en la discusión en torno al constitucionalismo, sobre todo por causa de la brecha territorial. Hoy vemos que los que se llamaban a sí mismos “constitucionalistas” se escandalizan cuando un vicepresidente del gobierno pone un artículo de la constitución en Twitter. La constitución está para usarse, no para agredir a otro. Nosotros hemos descubierto y entendido en estos años que ese legado democratizador de nuestros mayores también estaba en la Constitución y se podía apelar a ella para apostar por los derechos sociales, por el derecho a la vivienda, a la alimentación, defender que la riqueza del país está al servicio del interés general, que importa más lo común que los intereses particulares de unos pocos, que siempre deben estar supeditados al interés común, que no se puede cortar los suministros... Quizá hemos tomado conciencia de que esa propuesta política democratizadora, de fortalecimiento de la vida en común, y la defensa del legado democratizador de nuestros mayores, también lo podíamos hacer leyendo la constitución. Porque contiene parte de ese legado y eso le molesta mucho a esa extrema derecha.
Un gran acuerdo de reconstrucción como el que se pretende al hablar de pactos de la Moncloa excede la lógica partidista, no puede ser un acuerdo entre cuatro partidos”
IRENE MONTERO Ministra de Igualdad
¿Qué objetivos de partido se marcan como partido en unos eventuales nuevos pactos de la Moncloa o pactos de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo?
Creo que en este aspecto no hay intereses de partido. Un acuerdo de reconstrucción nacional no puede mirar a los programas de los partidos, debe mirar los mínimos comunes para el país, más allá de los de las fuerzas políticas. No se trata de cuáles acuerdos podemos alcanzar los partidos, sino qué piensan los sindicatos, la patronal, las comunidades autónomas, los ayuntamientos… Ese tipo de acuerdo excede la lógica partidista. Y creo que ahí lo que se está poniendo en evidencia, es que ese mínimo compartible está en lo común: Las feministas lo vieron: O los cuidados son un vector de orgullo, de dignificación, o será difícil avanzar y prepararse para momentos como este. Esa es la base de unos acuerdos de reconstrucción. Muchas personas, voten lo que voten, saben ahora que debemos cuidar la sanidad pública o después, cuando llegue una emergencia, no estaremos preparados. Una UCI con sus técnicos –yo lo he comprobado, no en este caso pero sí con otros problemas familiares– no se forma en dos días, requiere mucho tiempo de especialización. Y mucha de esa gente trabaja con contratos temporales, precarios. Esa es la base en lo que afecta a la igualdad a las políticas públicas, muy en consonancia con lo que el feminismo pone sobre la mesa. Todas esas políticas benefician al conjunto de la sociedad. La gestión social de la crisis está en manos de mujeres o de trabajos fuertemente feminizados. Hoy vemos que las tareas de cuidados vertebran una sociedad. Una sociedad no existe si no se friega, se plancha, no se cuida a los niños y a los mayores, si no hay reponedores y cajeros, una sociedad no puede existir sin enseñanza, sin ayuda domiciliaria… Todo eso son profesiones que han estado muy invisibilizadas, denostadas y feminizadas, y vemos que sin ellas no existe sociedad. Cuando esas tareas fallan, la sociedad se derrite como un azucarillo: cuando no hay escuela infantil y no podemos dejar a los hijos con abuelos y abuelas, entonces es muy difícil sostener el sistema laboral y la economía productiva. Tareas que no existían como tales o no eran reconocidas resultan ser el pilar fundamental de la sociedad. Por eso creo que cuando pase esto otra reflexión es no olvidar que la sociedad la forman niños y niñas, y que de alguna manera también hay que dignificar esas tareas de cuidados.