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En Winston Churchill, Hollywood honra a un malo en masa
De los grandes asesinos del siglo XX, él es el único que ha apiolado a sus millones en los tres continentes.
Shashi Tharoor13 mar 18 879 0
“Historia,” Winston Churchill dijo , “será amable conmigo, porque tengo la intención de escribir yo mismo.” Él no tiene por qué haberse molestado. Fue uno de los grandes asesinos en masa del siglo XX, pero es el único, a diferencia de Hitler y Stalin, que ha escapado del repruebo histórico en Occidente. Fue coronado con un Premio Nobel (para literatura, no menos), y ahora, un actor que lo retrata (Gary Oldman) ha sido galardonado con un Oscar.
Como confirma Hollywood, la reputación de Churchill (como lo que Harold Evans ha llamado "el Corazón de león británico en las murallas de la civilización") se basa casi por completo en su retórica y su talento para una buena frase durante la Segunda Guerra Mundial. “No debemos marcar ni fallar. Continuaremos hasta el final. ... Pelearemos en las playas, pelearemos en los campos de aterrizaje, pelearemos en los campos y en las calles. ... Nunca nos rendiremos ". (El historiador británico revisionista John Charmley rechazó esto como" tonterías sublimes ").
Las palabras, al final, son todo lo que los admiradores de Churchill pueden señalar. Sus acciones son otra cosa totalmente diferente.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Churchill se declaró a sí mismo a favor de los "bombardeos terroristas". Escribió que quería "ataques absolutamente devastadores y de exterminio por parte de bombarderos muy pesados". Horrores como las bombas incendiarias de Dresde fueron el resultado.
En la lucha por la independencia de Irlanda, Churchill, en su calidad de secretario de estado para la guerra y el aire, fue uno de los pocos funcionarios británicos a favor de bombardear a los manifestantes irlandeses, sugiriendo en 1920 que los aviones deberían usar " ametralladoras o bombas " para esparcirlos.
Al lidiar con la inestabilidad en Mesopotamia en 1921, como secretario de estado para las colonias, Churchill actuó como un criminal de guerra: “Estoy firmemente a favor de usar gas envenenado contra las tribus incivilizadas; sería extender un vivo terror.” Ordenó el bombardeo a gran escala de la Mesopotamia, con todo un pueblo aniquilado en 45 minutos .
En Afganistán, Churchill declaró que los Pashtuns "necesitaban reconocer la superioridad de la raza [británica]" y que "todos los que se resistan serán asesinados sin cuartel". Escribió : "Procedimos sistemáticamente, aldea por aldea, y destruimos la Las casas, llenaron los pozos, derribaron las torres, cortaron los grandes árboles sombreados, quemaron los cultivos y rompieron los embalses en una devastación punitiva. ... Todos los miembros de la tribu capturados fueron lanzados o cortados a la vez ".
En Kenia, Churchill dirigió o fue cómplice de políticas que involucraban el traslado forzoso de la población local de las fértiles tierras altas para dar paso a los colonos coloniales blancos y el forzamiento de más de 150,000 personas a los campos de concentración. Las autoridades británicas utilizaron la violación , la castración, los cigarrillos encendidos en lugares delicados y las descargas eléctricas para hacer daño a los kenianos bajo el gobierno de Churchill.
Pero las principales víctimas de Winston Churchill fueron los indios, "un pueblo bestial con una religión bestial", como los llamaba con encanto . Quería usar armas químicas en la India, pero fue derribado por sus colegas del gabinete, a quienes criticó por su "aprensión", declarando que "las objeciones de la Oficina de la India al uso de gas contra los nativos no son razonables ".
La beatificación de Churchill como apóstol de la libertad parece aún más absurda dada su declaración de 1941 de que los principios de la Carta del Atlántico no se aplicarían a la India y las colonias de colores. Se negó a ver a las personas de tonalidad con derecho a los mismos derechos que él. "Gandhi-ismo y todo lo que significa", declaró , "tarde o temprano tendrá que ser enfrentado y finalmente aplastado".
En tales asuntos, Churchill fue el más reaccionario de los ingleses, con puntos de vista tan extremos que no pueden ser excusados por ser un reflejo de sus tiempos. Incluso su propio secretario de estado para la India, Leopold Amery, confesó que podía ver muy poca diferencia entre la actitud de Churchill y la de Adolf Hitler .
Gracias a Churchill, unos 4 millones de bengalíes murieron de hambre en una hambruna de 1943. Churchill ordenó el desvío de alimentos de civiles indios hambrientos a soldados británicos bien abastecidos e incluso para recargar las reservas europeas en Grecia y otros lugares. Cuando recordó el sufrimiento de sus víctimas indias, su respuesta fue que la hambruna era culpa suya, dijo, por "criar como conejos".
El relato de Madhusree Mukerjee sobre el papel de Churchill en la hambruna de Bengala, la Guerra Secreta de Churchill "," documenta que mientras los indios morían de hambre, las compras británicas inflaban los precios de los cereales y que se exportaban los excedentes de granos de la India, mientras que los barcos australianos cargados con trigo no podían descarguen su carga en Calcuta (donde los cuerpos de los que murieron de hambre cubrieron las calles). En cambio, Churchill ordenó que el grano se enviara a depósitos de almacenamiento en el Mediterráneo y los Balcanes para aumentar las reservas de reserva para una posible oleada turística futura de Grecia y Yugoslavia. Los almacenes europeos se llenaron cuando los bengalíes murieron.
El Oscar de esta semana premia otra hagiografía de este hombre odioso. Para los iraquíes a quienes Churchill abogaba por el gaseamiento, los manifestantes griegos en las calles de Atenas que fueron despedazados por orden de Churchill en 1944, diversos Pashtuns e irlandeses, así como a los indios como yo, siempre será un misterio por qué algunos discursos grandilocuentes Han sido suficientes para lavar las manchas de sangre de las manos racistas de Churchill.
Muchos de nosotros recordaremos a Churchill como un criminal de guerra y un enemigo de la decencia y la humanidad, un imperialista acongojado sin problemas por la opresión de los pueblos no blancos. En última instancia, su gran fracaso, su hora más oscura, fue su esfuerzo constante por negarnos la libertad.
Shashi Tharoor es autor de " Imperio glorioso: lo que los británicos hicieron a la India ". Preside el Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento de la India.
Fuente: The Washington Post
De los grandes asesinos del siglo XX, él es el único que ha apiolado a sus millones en los tres continentes.
Shashi Tharoor13 mar 18 879 0
“Historia,” Winston Churchill dijo , “será amable conmigo, porque tengo la intención de escribir yo mismo.” Él no tiene por qué haberse molestado. Fue uno de los grandes asesinos en masa del siglo XX, pero es el único, a diferencia de Hitler y Stalin, que ha escapado del repruebo histórico en Occidente. Fue coronado con un Premio Nobel (para literatura, no menos), y ahora, un actor que lo retrata (Gary Oldman) ha sido galardonado con un Oscar.
Como confirma Hollywood, la reputación de Churchill (como lo que Harold Evans ha llamado "el Corazón de león británico en las murallas de la civilización") se basa casi por completo en su retórica y su talento para una buena frase durante la Segunda Guerra Mundial. “No debemos marcar ni fallar. Continuaremos hasta el final. ... Pelearemos en las playas, pelearemos en los campos de aterrizaje, pelearemos en los campos y en las calles. ... Nunca nos rendiremos ". (El historiador británico revisionista John Charmley rechazó esto como" tonterías sublimes ").
Las palabras, al final, son todo lo que los admiradores de Churchill pueden señalar. Sus acciones son otra cosa totalmente diferente.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Churchill se declaró a sí mismo a favor de los "bombardeos terroristas". Escribió que quería "ataques absolutamente devastadores y de exterminio por parte de bombarderos muy pesados". Horrores como las bombas incendiarias de Dresde fueron el resultado.
En la lucha por la independencia de Irlanda, Churchill, en su calidad de secretario de estado para la guerra y el aire, fue uno de los pocos funcionarios británicos a favor de bombardear a los manifestantes irlandeses, sugiriendo en 1920 que los aviones deberían usar " ametralladoras o bombas " para esparcirlos.
Al lidiar con la inestabilidad en Mesopotamia en 1921, como secretario de estado para las colonias, Churchill actuó como un criminal de guerra: “Estoy firmemente a favor de usar gas envenenado contra las tribus incivilizadas; sería extender un vivo terror.” Ordenó el bombardeo a gran escala de la Mesopotamia, con todo un pueblo aniquilado en 45 minutos .
En Afganistán, Churchill declaró que los Pashtuns "necesitaban reconocer la superioridad de la raza [británica]" y que "todos los que se resistan serán asesinados sin cuartel". Escribió : "Procedimos sistemáticamente, aldea por aldea, y destruimos la Las casas, llenaron los pozos, derribaron las torres, cortaron los grandes árboles sombreados, quemaron los cultivos y rompieron los embalses en una devastación punitiva. ... Todos los miembros de la tribu capturados fueron lanzados o cortados a la vez ".
En Kenia, Churchill dirigió o fue cómplice de políticas que involucraban el traslado forzoso de la población local de las fértiles tierras altas para dar paso a los colonos coloniales blancos y el forzamiento de más de 150,000 personas a los campos de concentración. Las autoridades británicas utilizaron la violación , la castración, los cigarrillos encendidos en lugares delicados y las descargas eléctricas para hacer daño a los kenianos bajo el gobierno de Churchill.
Pero las principales víctimas de Winston Churchill fueron los indios, "un pueblo bestial con una religión bestial", como los llamaba con encanto . Quería usar armas químicas en la India, pero fue derribado por sus colegas del gabinete, a quienes criticó por su "aprensión", declarando que "las objeciones de la Oficina de la India al uso de gas contra los nativos no son razonables ".
La beatificación de Churchill como apóstol de la libertad parece aún más absurda dada su declaración de 1941 de que los principios de la Carta del Atlántico no se aplicarían a la India y las colonias de colores. Se negó a ver a las personas de tonalidad con derecho a los mismos derechos que él. "Gandhi-ismo y todo lo que significa", declaró , "tarde o temprano tendrá que ser enfrentado y finalmente aplastado".
En tales asuntos, Churchill fue el más reaccionario de los ingleses, con puntos de vista tan extremos que no pueden ser excusados por ser un reflejo de sus tiempos. Incluso su propio secretario de estado para la India, Leopold Amery, confesó que podía ver muy poca diferencia entre la actitud de Churchill y la de Adolf Hitler .
Gracias a Churchill, unos 4 millones de bengalíes murieron de hambre en una hambruna de 1943. Churchill ordenó el desvío de alimentos de civiles indios hambrientos a soldados británicos bien abastecidos e incluso para recargar las reservas europeas en Grecia y otros lugares. Cuando recordó el sufrimiento de sus víctimas indias, su respuesta fue que la hambruna era culpa suya, dijo, por "criar como conejos".
El relato de Madhusree Mukerjee sobre el papel de Churchill en la hambruna de Bengala, la Guerra Secreta de Churchill "," documenta que mientras los indios morían de hambre, las compras británicas inflaban los precios de los cereales y que se exportaban los excedentes de granos de la India, mientras que los barcos australianos cargados con trigo no podían descarguen su carga en Calcuta (donde los cuerpos de los que murieron de hambre cubrieron las calles). En cambio, Churchill ordenó que el grano se enviara a depósitos de almacenamiento en el Mediterráneo y los Balcanes para aumentar las reservas de reserva para una posible oleada turística futura de Grecia y Yugoslavia. Los almacenes europeos se llenaron cuando los bengalíes murieron.
El Oscar de esta semana premia otra hagiografía de este hombre odioso. Para los iraquíes a quienes Churchill abogaba por el gaseamiento, los manifestantes griegos en las calles de Atenas que fueron despedazados por orden de Churchill en 1944, diversos Pashtuns e irlandeses, así como a los indios como yo, siempre será un misterio por qué algunos discursos grandilocuentes Han sido suficientes para lavar las manchas de sangre de las manos racistas de Churchill.
Muchos de nosotros recordaremos a Churchill como un criminal de guerra y un enemigo de la decencia y la humanidad, un imperialista acongojado sin problemas por la opresión de los pueblos no blancos. En última instancia, su gran fracaso, su hora más oscura, fue su esfuerzo constante por negarnos la libertad.
Shashi Tharoor es autor de " Imperio glorioso: lo que los británicos hicieron a la India ". Preside el Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento de la India.
Fuente: The Washington Post
