En la guarida secreta (en Palencia) del dueño de Forocoches

Actualizado 27/09/201506:12

El chalet está situado en una zona residencial de Palencia, una urbanización cuya primera piedra se colocó probablemente el día antes de que explotara la burbuja. Los esqueletos de algunos inmuebles inacabados hacen las veces de monumento a los excesos. «Ahora las están vendiendo tiradas», se excusa el propietario para demostrar que no hace falta ser millonario para residir allí. Decorado con muebles de diseño, una serie de cuadros abstractos ocupa el lugar que el arquitecto pensó para la tele. Se diría que es una vivienda fría de no ser por los juguetes que pueblan el jardín de césped artificial y los restos de plastilina adheridos a una alfombra cara. Es la residencia de Alejandro Marín Nicolás, fundador y dueño del 100% de Forocoches. Esto es: el mayor foro en castellano del mundo, uno de los 10 más activos a nivel internacional... El principal fenómeno de la Red nacido en este país.

Buena parte de los virales y fotomontajes fagocitados por la web, de los que se hacen eco los telediarios, surgen de esta comunidad de la que se dice que funciona como un lobby de presión, como una logia. El ejemplo clásico: sus miembros se empeñaron un día en mandar al obsceno youtuber John Cobra a Eurovisión y casi lo consiguieron, en uno de los mayores troleos de la historia digital patria. Algunas expresiones y palabras que adquieren forma en los hilos de sus usuarios -como el célebre Ola k ase- acaban con frecuencia en la habla coloquial cuando allí ya son historia.

Política, deportes, desamor, prono a mansalva... todo vale. Lo peor y lo mejor de nosotros, lo más ocurrente, lo más zafio, se ensaya en su frenética letanía de conversaciones. Es el mayor de los mentideros del reino, receptáculo de noticias y bulos de toda índole y también un confesionario animado por el confort que concede el anonimato. Sus reglas son estrictas y cada recién llegado deberá adaptarse a ellas si no quiere ser expulsado por petición popular.

El jefe de todo esto, conocido en internet como Electrik o Ilitri, es famoso por su misterio. Se le ha imaginado una vida de marajá y la maledicencia ha escupido incluso que las escasas imágenes suyas que circulaban por la Red se correspondían con las de un modelo de agencia. «Paranoias», suspira sonriendo y negando con la cabeza. La timidez la despliega en acento castellano pero muestra seguridad en cada afirmación. Es moreno, alto y rocoso, como le calificarían en Forocoches para referirse a su esmerada musculatura. Hasta hoy sólo había concedido alguna entrevista por mail y siempre esquivaba su biografía: la de un palentino adicto a la informática desde el parvulario y que a comienzos de la veintena se sacó de la manga un foro que hoy supera los 130 millones de páginas vistas. «Y sigue subiendo, desde que lo abrí no ha dejado de crecer». En la pantalla de su Mac Book Air aparece una infografía que arranca en 2003 y llega hasta 2015. La surca una línea ascendente, sin una sola caída. «¿Ves?», señala con el dedo. Este webmaster de 35 años ha conseguido que su obra no conozca días malos. Forocoches vive una etapa de madurez sin haberse despeinado con la eclosión de las redes.





De película. En 2010, David Fincher tuvo claro que Mark Zuckerberg era un personaje con una historia lo suficientemente épica como para ser convertida en película. De un modo más castizo, la del fundador de Forocoches también lo es, pues reúne todos los ingredientes de ese subgénero de fábulas que tanto queremos escuchar hoy: el del joven que monta un negocio en internet y triunfa. Sólo que esto es España: el módem llegó a su dormitorio cuando morían los 90. Hasta entonces, Marín se las apañaba en casa de un amigo que hoy trabaja en Palo Alto. Tampoco estudió en Harvard: un único cuatrimestre en la Facultad de Ingeniería de Valladolid le bastó para darse cuenta de que aquello no iba ayudarle en sus objetivos. En el aula enseñaban a familiarizarse con la programación en C y él trabajaba en PHP. Hizo un único examen, sacó un 9,5 y abandonó la carrera.

No se le iluminó la bombilla escribiendo un algoritmo sobre el cristal de una ventana como al Zuckerberg de La red social. Todo lo que ha ido logrando, asegura, lo ha encontrado en internet. Esto a pesar de que su modestia no logra ocultar el hecho de que sea un hombre con una inteligencia fuera de lo común. Pero él insiste en que ése es su secreto, rastrear todo tipo de portales hasta dar con la solución de un problema. En otras palabras, es de los que se leen las instrucciones. Eso hizo cuando se puso a aprender programación: todavía iba al instituto, la catedrática de Valladolid que impartía la hora de informática supo ver su talento y, mientras el resto de la clase se peleaba con el Word, le ofreció un libro de HTML para que creara la web del centro. Se lo merendó en dos días.

Este emprendedor se ha enriquecido con Forocoches, pero no ha querido ni venderlo a grandes grupos ni diversificar una empresa que gestiona en completa soledad, externalizando sólo aquello de lo que él no puede encargarse por la dimensión que ha adquirido su criatura. Básicamente, la venta de publicidad y los proveedores de alojamiento que soportan su descomunal tráfico. De lo que más dinero cuesta en el negocio digital, el contenido, ya se encargan los usuarios. ¿Tiene foreros a sueldo como rumorean sus detractores? «No es necesario», sentencia. Otros foros como Gaia Online, entre los más visitados del mundo, rondan el centenar de trabajadores. Pero Marín navega solo. Ni siquiera acude a ferias del sector ni ofrece esas conferencias tan de moda. «He preferido que el foro sea lo que centre todo. Forocoches son sus usuarios, no yo», distinguió en el primer cruce de mails, cuando se resistía a dar el paso de descubrir su trayectoria. «Hay mucho anti Electrik, gente que cree que no trabajo, que tengo posesiones... Supongo que significa que lo estoy haciendo bien. Vivo en una ciudad pequeña en la que nadie sabe quién soy, no le veo beneficios a exponerme, prefiero ser el que da el servicio sin más».

Es casi un milagro que este treintañero haya logrado salvaguardar su privacidad siendo el CEO de un espacio en el que a la menor metedura de pata le sacan a uno hasta el DNI. Es lo que en Forocoches denominan hacer un CSI, investigar la vida de alguien que se ha pasado, que miente o que trolea y publicarla. Como ejemplos positivos, el caso de un forero cuya moto fue robada y recuperada poco después gracias a la colaboración del colectivo. Y otro más reciente: un joven abre un hilo anunciando que se suicidaría. Unas horas más tarde, gracias a los forococheros, una ambulancia llega a tiempo a su domicilio para salvarle la vida.

En el tren a Palencia nos preguntamos cómo sería de verdad Electrik, cuántos automóviles dormirían en su garaje y qué aspecto tendría la fragua de este portal con más de 655.000 usuarios registrados. La sorpresa fue mayúscula. Se ofreció a recogernos en la estación en un BMW que compró hace 10 años. Es el único vehículo que atesora: «¿Para qué iba a cambiarlo? No me ha dado ningún problema», admite. Un coche y un solo trabajador en nómina: él. Atención a su cuartel general, un pequeño estudio con una mesa gris de diseño a juego con unas baldas completamente vacías. El resto de objetos son una silla y otro Mac que preside la estancia. El padre de Alejandro Marín trabajaba en FASA-Renault, le traía revistas de automóviles y ahí empezó su querencia por el mundo del motor. Pero, además, este administrativo quiso que sus hijos tuvieran pronto acceso al campo que asociaba con el futuro: la informática. «Según mis padres, ya andaba con el MSX desde los tres años. Empecé a programar muy joven, en Basic. Enseguida comencé a crear webs. A mis padres no les gustó que abandonara la universidad, pero luego vieron que me iba bien y dejaron de recriminármelo», resume como quien hace la lista de la compra. Sus primeras páginas fueron de ingeniería inversa, foros de desprotección de software y juegos. Creó un grupo internacional de cracking, una actividad «un tanto ilegal». Hablando en plata, era un hacker adolescente.
Nos recogió en un BMW de hace 10 años: "Si va bien, ¿para qué cambiarlo?"






Antes del BMW, Marín tuvo un Laguna. Cuando lo compró en 2002, decidió abrir un portal para que otras personas pudieran intercambiar opiniones sobre este modelo. Más adelante, visto el éxito, pensó que era una buena idea montar uno de vehículos en general y de esa consideración nació Forocoches. «Los foros que había entonces se caían, así que hice el mío en principio para hablar de coches, aunque pronto la sección general fue creciendo. Registré el dominio pero no la marca. Tenía 23 años y no pensaba a nivel de empresa ni en ganar dinero, lo hacía porque me gustaba».

Lo bautizó como Forocoches porque remitía exactamente al cometido para el que fue creado. 2003 todavía era una fecha óptima para elegir dominios que brindaran un buen posicionamiento. Compró publicidad y trabajó el SEO para generar tráfico orgánico cuando muy pocos aquí sabían en qué consistía. «Siempre me ha gustado el formato foro porque la respuesta es casi tan importante como el mensaje. Y me gusta el Foro General. Es como un bar, hablas de cualquier tema». Cuando se produjo este encuentro, la web había logrado su récord, 7.300.000 usuarios únicos en el último mes. «Cuantas más conversaciones se abrían, más gente entraba y más presencia tenía en Google. Era como una rueda».

Decíamos que Forocoches no ha conocido días neցros pero sí su fundador. En 2009, Marín tuvo que cerrar los registros, pues los trolls se habían vuelto indomables. Tuvo que apostar por las invitaciones para controlar quién estaba dentro. No lo sabía entonces, pero había creado un efecto marketiniano: el de la exclusividad. La última Nochevieja se le ocurrió liberar la entrada durante el tiempo que duraban las uvas, por hacer la broma. No lo anunció en ninguna parte pero en cinco minutos se registraron más de 2.000 personas. Alucinó. Hoy las invitaciones se venden por eBay a un precio que oscila entre los 10 y los 15 euros, aunque han llegado a alcanzar los 50.

Junto a esta crisis, ha tenido que vérselas con un tráfico que pasaba de la noche a la mañana de 200.000 a 400.000 visitas, de un millón a dos millones. Casi muere de éxito: «Los servidores no daban abasto. Antes no había máquinas tan potentes, era yo el que evitaba que se cayera. Pasé noches en vela y cada vez que algo sucedía tenía que volver a formarme sobre el nuevo problema. Lo que antes me llevaba una mañana hoy son tres minutos de trabajo. He aprendido un poco de cada cosa, de programación, marketing y diseño... Con eso fui saliendo adelante. También es que entonces era más sencillo empezar algo», concluye invocando de nuevo a la humildad.

En esa época inauguró otros sitios como Forochicas, para que las mujeres se sintieran más cómodas allí que en Forocoches, donde el machismo, asume, es el deporte nacional: un 95% de los usuarios son hombres. También creó Inverforo, sobre inversiones, y Todorelatos. «No es que fuera especialmente aficionado al género erótico -dice sobre este último-, pero era un sector que no estaba cubierto. Tiene 1.400.000 usuarios registrados y una media de 230.000 visitas diarias». El aspecto de todos los portales de Marín es completamente anacrónico. Nunca se ha planteado un rediseño, aunque ha ido sumando pequeñas modificaciones. Es otro acierto, parte de la gracia es que sus miembros sienten una especie de orgullo de pioneros en la historia digital. «Sé que está anticuado, pero me montan una revolución si muevo un píxel. En cualquier caso, el tráfico sigue creciendo, así que para qué cambiarlo. ¿Queréis tomar algo?».
"Sólo me desprendería de Forocoches por una oferta que me retirara para siempre"






El reloj de la cocina marca la una de la tarde. Se tercia la pregunta: ¿cuánto cuesta el invento? ¿de dónde surgió el rumor de que había despachado el 70% por 11 millones en 2014? Se extiende con toda tranquilidad: «Aquella noticia de la venta fue un bulo. Nadie me llamó. Ha habido varias propuestas, pero sólo dos negociaciones. Al final dije que no. En la última, en 2009, me ofrecieron quedarme con un 49% de la empresa y pagarme sobre un millón y medio. Sólo me desprendería de Forocoches por una oferta que me retirara para siempre... Facturo en torno a los 600.000 euros de publicidad al año, pero sigo viendo que crece cada día, que es la mayor comunidad en España. Por otra parte, al llevarla yo solo no he buscado abusar de los anuncios. Al contrario, es un portal bastante limpio. Mi agencia quiere que pongamos más publicidad y no les autorizo. ¡Si yo mismo he explicado a los foreros cómo bloquear los banners!».

No le incomoda el uso diario que los medios hacen de los montajes que emergen de sus páginas: «Todo suma, consigue que se nos conozca más y que el resto del mundo vea lo que sale de aquí. Si no nos citan son los propios usuarios los que lo denuncian, aunque ahora todo va tan rápido que los orígenes de un meme se pierden con frecuencia».

No sólo para denunciar plagios se organiza este pelotón de internautas. Allí dentro hay médicos de guardia, abogados y policías dispuestos a resolver dudas. Nadie ve un duro por ello. «Me gusta este aspecto de los foros, gente experta que contesta a preguntas por puro altruismo». Además, Electrik colabora con la Policía ayudando a identificar a personas que hayan cometido delitos digitales, proporcionando sus IP a la autoridad competente: «Muchos se creen más anónimos de lo que son, aunque hoy se tiene más cuidado con lo que se publica. Lo tengo todo muy controlado. Si la persona reincide, la bloqueo y nunca más puede volver a registrarse».

El dominio de Forocoches está renovado para los próximos 10 años y su dueño no divisa un final. «Nunca lo consideré un trabajo ni tuve un horario hasta que nacieron mis hijos», presume Marín. Al terminar la entrevista, nos invita a comer en su restaurante favorito, un mesón llamado Las brasas. Después del magnífico almuerzo, ofrece un paseo por la tranquila localidad de la que ha elegido no moverse. Ha mirado el móvil, el reloj y el ordenador muy pocas veces a lo largo del día. Mientras, en su foro se han publicado más de 100.000 nuevos mensajes.

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