En España existen zonas de aprovechamiento de hidrocarburos convencionales (petróleo, gas) y no convencionales (shale gas). Según los estudios y estimaciones las áreas de mayor potencial de recursos extraíbles se encuentran en Canarias, Golfo de Vizcaya y Golfo de Valencia para los convencionales y en la Cuenca Vasco-Cantábrica, Macizo Cantábrico y Cuenca Surpirenaica para los no convencionales.
Con respecto a la fracturación hidráulica, el Colegio recuerda que representaba una oportunidad para reducir la dependencia y que no había que descartarla como finalmente se ha hecho en España. “La producción de hidrocarburos no convencionales usando la fracturación hidráulica es un proceso industrial maduro, absolutamente viable, tanto técnica como económica y medioambientalmente, siempre que se respeten los principios de cautela y acción preventiva”, señala el ICOG.
Minerales estratégicos
A su vez, el Colegio de Geólogos recuerda que existen diferentes proyectos mineros paralizados, con trabas administrativas o con la oposición de grupos ecologistas o vecinales, “en la mayoría de los casos por desconocimiento”.
Proyectos de tierras raras en Castilla La Mancha, litio en Extremadura, cobre, coltán y wolframio en Galicia, o uranio en Castilla y León son solo algunos de los ejemplos del potencial minero de España para no depender de países terceros en el suministro de estas materias primas básicas para la industria, según apunta el ICOG.
Explotaciones sostenibles
“Las zonas mineras se pueden explotar con absoluto respeto al medio ambiente y garantías de seguridad, además de que una vez que finaliza la actividad extractiva, se establecen planes de restauración de la zona para recuperar su estado original”, destaca el Colegio.
En este sentido, ICOG lamenta que España carece actualmente de una política minera nacional que se incluya en el marco de la Iniciativa de las Materias Primas de la UE. Asimismo, posee un gran potencial minero y que podría representar desarrollo, empleo y la mejora del nivel de vida nacional.