El Viruelo ya se posiciona como aliado preferente de Biden: "Si el diálogo en Ucrania no da frutos, ESPAÑA y EEUU estaremos unidos en la disuasión"

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José Manuel Albares: "Apostamos por el diálogo en Ucrania, pero estamos preparados para cualquier eventualidad"
El ministro de Asuntos Exteriores asegura en una entrevista en EL MUNDO que Estados Unidos y los demás aliados consideran a España un socio "fiable y leal"
José Manuel Albares: Apostamos por el diálogo en Ucrania, pero estamos preparados para cualquier eventualidad

ÁNGEL NAVARRETE

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Actualizado Domingo, 23 enero 2022 - 12:50
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El miércoles, pocos minutos antes de que comenzara la reunión entre el secretario de Estado de EEUU, Tony Blinken, y el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, Washington informó a los medios de comunicación de que el jefe de la diplomacia estadounidense iba a viajar urgentemente ese mismo día a Europa para tratar de impedir una oleada turística de Ucrania por Rusia.
La crisis desatada por Vladimir pilinguin se convirtió, así, en el telón de fondo del encuentro, el segundo entre Blinken y Albares desde que este último asumió el cargo, en julio. El jueves, al término de su visita a Washington - la primera que ha realizado como ministro-, Albares se reunió con EL MUNDO para analizar la situación de la crisis de Ucrania, las relaciones entre Madrid y Washington y, también, con otros países relevantes para España, como jovenlandia y Alemania. Albares ha solicitado comparecer de urgencia el próximo martes en el Congreso de los Diputados "ante la situación extraordinaria que se desarrolla en torno a la crisis de Ucrania".

¿Cómo es su relación con Blinken?Con esta situación de tensión en Ucrania la relación se ha estrechado, igual que pasó en la crisis de Afganistán. Son momentos en los que se visibiliza mucho más una relación bilateral que ya de por sí es estrecha, con vínculos históricos, políticos, económicos, culturales y de seguridad y defensa. Los dos coincidimos -y esto es un sentimiento entre ambos gobiernos, y yo diría entre ambos países- en que somos aliados, y es en momentos complicados cuando se demuestra quién es un socio fiable para el otro. Es muy claro que estamos unidos en el diálogo y en la disuasión con Ucrania, igual que estuvimos unidos en Afganistán. También es muy definitorio de la relación el que la cumbre que va a celebrar la OTANen un momento en el que hay que definir el concepto estratégico de la Alianza se vaya a celebrar en Madrid. Eso demuestra la percepción que tienen EEUU y los demás aliados de España como un aliado fiable y leal.

Ha mencionado la palabra disuasión en relación a Ucrania.En eso somos muy claros: estaremos unidos en la disuasión si el diálogo no da frutos. Pero todos -España, EEUU y los demás aliados- apostamos por el diálogo. Estamos convencidos de que ésa es la vía que hay que seguir. Eso es, además, lo que se espera de la relación entre estados en el siglo XXI. Pero también estamos preparados para cualquier eventualidad.¿Puede garantizar que en unos meses no habrá soldados españoles en Ucrania?Eso es hacer política-ficción. En lo que estamos unidos en este momento es en el diálogo, no en ese tipo de escenario. Podemos imaginar escenarios ficticios, pero la política exterior es, ante todo, praxis. El momento actual es el de encontrar las fórmulas que nos permitan tras*itar por el camino de la distensión, el diálogo y la desescalada.¿Es aceptable la demanda rusa de que la OTAN dé garantías de que no va a admitir a Ucrania?No es aceptable volver a la época de las esferas de influencia, en las que un Estado dictaba a otro cuál debía ser su esquema de seguridad y a qué organizaciones debía pertenecer, y también decía a una organización quiénes podían ser sus miembros. Eso sería involucionar. Europa se construye para la paz, para el crecimiento económico.Al hablar de esferas de influencia, ¿estamos hablando de volver a la Guerra Fría?El modelo de la Guerra Fría es lo que no debe seguirse. Lo que esperamos en el siglo XXI es que cooperemos todos para que haya más prosperidad.¿Se atreve a adivinar qué pasará en Ucrania?Adivinar siempre es malo en política exterior. Uno tiene que ser claro con lo que puede ofrecer. Pero igual que le digo eso, le digo que lo que está encima de la mesa es el diálogo. Hay un camino. Construyamos medidas de confianza. Despejemos las dudas que puede tener cualquier país. Establezcamos un marco en el que ese tipo de tensiones no se vuelvan a producir. Ni la UE ni la OTAN tenemos nada que esconder. No hay agendas ocultas. El diálogo es fácil para nosotros.¿Y para Rusia?Tendría que preguntar a los rusos. Nosotros esperamos que sí. Y ése es el espíritu con el que participamos en todas las reuniones, tanto en el seno de la OTAN como en la UE.¿Está Europa dispuesta a pasar frío este invierno si Rusia le corta el gas por defender a Ucrania?Lo que puedo garantizar a los españoles es que el gas argelino, que es el que abastece masivamente a la Península Ibérica, está garantizado. El presidente y los ministros de Asuntos Exteriores y de Energía de Argelia me han dado garantías de que el suministro de gas de ese país a España está asegurado. Estoy en contacto con regularidad con las compañías gasísticas españolas y me lo confirman. Los españoles pueden estar seguros de que no van a pasar frío este invierno.Y Olaf Scholz, ¿puede garantizar el suministro de gas a los alemanes?Cada jefe de Gobierno responde ante sus propios ciudadanos.El precio del gas que España compra a Argelia, ¿es fijo o podría subir si Rusia deja de exportar el suyo a Alemania y Francia?No conozco exactamente los contratos de las empresas gasistas españolas.¿Puede garantizar también el suministro de aluminio o de otras materias primas que proceden de Rusia?Yo no me ocupo de los temas comerciales pero, desde luego, lo que sí hago es defender, con el resto de los miembros del Consejo de Ministros que se ocupan de esos asuntos, el abastecimiento de España en todos los mercados donde sea necesario.¿Entrarán en la OTAN Suecia y Finlandia? Este último país tiene frontera con Rusia.Habría que preguntarle a Suecia y Finlandia.¿Y Ucrania?En este momento, ese escenario no está encima de la mesa.Ucrania ha acusado a Alemania de bloquear la entrega por la OTAN de misiles antiaéreos y artillería. La posición de Berlín ha sido calificada como muy contemporizadora hacia Rusia.Es normal que distintos estados tengamos distintos matices. Pero la realidad es que en la OTAN y en la UE la unidad es total.¿Esta crisis es una muestra de la debilidad de Europa? EEUU y Rusia negocian por su cuenta sobre un país europeo, Ucrania.Quiero ser muy claro sobre esto: no se puede decidir nada de Europa sin los europeos. Y, en este punto, los europeos y EEUU estamos totalmente de acuerdo. Yo he oído a Antony Blinken decir: «Nada sobre Europa sin Europa». Lo que esto demuestra es que Europa debe hacer oír con fuerza su voz en todo el mundo. Por eso estamos ahora en una reflexión profunda sobre la brújula estratégica de Europa, para definir las amenazas a las que nos enfrentamos, nuestra relación con las distintas regiones del mundo, y las capacidades de las que debemos dotarnos para hacer frente a esos desafíos. Eso es algo que deben decidir la UE y sus miembros y, desde luego, España está participando activamente en ese debate. Una vez que hayamos acordado eso, lo lógico es hablar con nuestro socio natural, que es EEUU, y ver qué podemos hacer juntos y qué debemos hacer cada uno por nuestra cuenta.La evacuación de los europeos de Afganistán dependió completamente de EEUU. Incluso los aviones franceses que hasta el año pasado bombardeaban a los integristas islámicos en Mali dependían de aviones de EEUU con base en Morón para abastecerse de combustible en vuelo. ¿Tiene Europa voluntad para destinar recursos para que esa autonomía estratégica se haga realidad?Yo espero que sí. No podemos pedir al Alto Representante de la UE -que además es un español, Josep Borrell- que la voz de Europa se oiga con fuerza en el mundo sin dotarnos de las capacidades necesarias. Eso no quiere decir que Europa tenga que hacerlo todo sola, pero sí que deberá decidir cuáles son los desafíos a los que se enfrenta, porque éstos podrían no coincidir en algún momento con los de EEUU. El ejemplo de Afganistán, que usted señala, es excelente. Si no estamos satisfechos de cómo tuvimos que salir de ese país, tendremos que decir: «Démonos las capacidades para salir de Afganistán como nos hubiera gustado».Eso significa gastar más en Defensa.No es sólo Defensa. Los desafíos van desde la ciberseguridad hasta hacer frente al uso inaceptable de la emigración irregular como arma política para presionar a un Estado o a la propia UE. Es a todo eso a lo que tenemos que hacer frente, y no podemos esperar a que siempre sean otros los que lo hagan por nosotros.Hablando de la inmi gración irregular como arma entre Estados, ¿ha recibido España garantías de jovenlandia de que no volverán a suceder crisis como la de mayo en Ceuta?Sólo en el periodo de Navidad se impidió el salto a las vallas de Ceuta y Melilla de 1.000 pagapensiones irregulares. Eso no hubiera sido fácil sin jovenlandia. Juzgando esos y otros hechos que yo he visto en el periodo que llevo como ministro, la cooperación inmigratoria con jovenlandia es visible.¿Cómo ha sido la distensión con Rabat?De manera natural en dos países que son vecinos y socios estratégicos, y tienen un entramado de intereses comunes. Yo tengo una relación muy fluida con mi homólogo jovenlandés. El rey Mohamed VI expresó el 20 de agosto la intención de jovenlandia de encarar la relación con España. En la base de Torrejón, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, flanqueado por el presidente del Consejo Europeo y la presidenta de la Comisión, anunció también su proyecto de por dónde debe tras*itar la relación bilateral, y lo hizo en términos muy similares, igual que el Rey Felipe VI en la recepción al cuerpo diplomático. La voluntad al más alto nivel está fijada. Ahora debemos mirar al futuro y desarrollar la relación del siglo XXI que queremos las dos partes.¿Cómo queremos que sea esa relación del siglo XXI entre España y jovenlandia?Una relación sin acciones unilaterales, mutuamente beneficiosa, en la que nuestra vecindad no es causa de fricción, sino una forma de construir juntos una región de prosperidad y estabilidad común.Usted ha hablado con Blinken de la solución al conflicto del Sáhara, pero EEUU aceptó la soberanía jovenlandés sobre el territorio y España no lo hace. ¿Cómo es posible encontrar un acuerdo cuando se parte de una posición de principio tan divergente?Cada Estado soberano fija sus posiciones libremente en los distintos desafíos internacionales. En el caso del Sáhara, los dos países somos miembros del Grupo de Amigos del Sahara en el seno de Naciones Unidas. Eso quiere decir que tenemos el mismo interés por resolver definitivamente un conflicto que dura décadas. Pero no podemos garantizar la resolución, ni hablar en nombre de las partes. Lo que sí podemos hacer es invertir capital político para buscar una solución. Y en eso, Estados Unidos y España están de acuerdo en apoyar los esfuerzos del enviado especial de la ONU, Staffan de Mistura, que precisamente acaba de viajar a la región en un avión de las Fuerzas Armadas que ha puesto a su disposición el Gobierno español. Es casi un imperativo de orden jovenlandesal el ofrecer un horizonte de esperanza al Sáhara.¿Ha conseguido España sacar de Afganistán a todos los ex colaboradores en ese país?Quedan todavía colaboradores de España, al igual que quedan colaboradores de todos los países del mundo.¿Cuántos colaboradores afganos hay en España?Más de 400, con sus familias. Nuestra voluntad es clara: dar a las personas que colaboraron con España toda la protección que necesiten, y no estamos escatimando esfuerzo para ello, pese a que las circunstancias son las que son.¿Cuántos han pasado por Morón y Rota?Ya van por 7.000.¿Sentó la retirada de Afganistán un mal precedente en términos de voluntad política y de coordinación entre EEUU y la OTAN? El Gobierno de Biden actuó en solitario; los europeos no fueron consultados; después de la evacuación EEUU tuvo que apresurarse a tranquilizar a toda prisa a sus aliados en el pacífico de que no les abandonaría frente a China, y ahora mismo tenemos la crisis de Ucrania.Es evidente que a nadie le gustó la forma en que nos marchamos de Afganistán. Eso no resta que durante 20 años hiciéramos progresar a Afganistán, y diéramos un horizonte a la población de ese país. Ahora, el desafío es que esos 20 años de progreso, en especial para las mujeres y las niñas afganas, no sean un paréntesis. Pero no hay duda de que hay muchas lecciones que debemos extraer. Y la cumbre de Madrid, en la que se decide el Concepto Estratégico de la OTAN, es el momento adecuado para mirar a los próximos diez años de la Alianza Atlántica y decidir qué es lo que no queremos volver a repetir.Hay un nuevo Gobierno en Alemania. ¿Ha cambiado la relación entre los dos países con la llegada de los socialdemócratas, en especial en cuanto a la política de austeridad?Hay que tener el diálogo sobre las reglas fiscales. Europa vive momentos muy excepcionales por la crisis del el bichito-19, así que no es nada extravagante decir «hagamos una reflexión» sobre cómo encarar la situación. Pero la sintonía entre Madrid y Berlín ha sido tradicionalmente muy buena y entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el de Angela Merkel era excepcional. Obviamente, Olaf Scholz es socialdemócrata, con lo que suma a la visión socialdemócrata en Europa. Ambos gobiernos coincidimos en la necesidad de la protección ante la crisis del el bichito-19.¿Cambiará algo en Europa después de las elecciones presidenciales francesas de mayo?Lo que esperamos es que en todos los países de Europa, y en Francia también, haya siempre Gobiernos europeístas, que trabajen a favor de la construcción europea, como hace el Gobierno de España.Sigamos hablando del futuro. Al principio de la entrevista dijo que hay que adaptar más la relación bilateral con Estados Unidos al siglo XXI. ¿Cómo puede lograrse eso?Lo que pueden esperar los españoles es que la relación entre ambos países se refuerce aún más y se adapte a los desafíos del siglo XXI. Tradicionalmente nuestra relación había estado muy basada en la seguridad y defensa. Eso es muy importante, pero hay capítulos como los culturales que crean la relación entre dos sociedades. En los últimos diez años se ha multiplicado por dos, hasta 30.000, el número de estudiantes estadounidenses en universidades españolas. La comunidad latina e hispana en España en EEUU es un puente natural entre ambos países. Hay otros aspectos, como la tras*ición energética, la tecnología, la promoción de una agenda de género, los Acuerdos de París y la neutralidad carbónica que queremos alcanzar en 2050, el avance de la democracia y del multilateralismo... son aspectos que son parte de esta agenda. Hace 40 años, cuestiones como la digitalización o la tras*ición energética o regiones como el Sahel o el desarrollo de Centroamérica no eran parte de la agenda, y ahora son elementos naturales de ella.Ha citado la tecnología como una de las áreas en las que España y EEUU tienen intereses comunes. En septiembre, EEUU y la UE lanzaron el Consejo de Comercio y Tecnología con, entre otros objetivos, endurecer los controles en ese campo para evitar la tras*ferencia tecnológica a China. ¿Debemos los españoles y los europeos ser más cautelosos con las tecnologías chinas?La ciberseguridad es un tema de debate de España y la UE. Lo que queremos es reforzar a Europa en ese mundo en el que la competencia va a ser digital. Y necesitamos ser competitivos digitalmente, y lo que queda claro es que no podemos parar el avance digital. Buena parte del Plan de Recuperación de España está basado sobre el pilar digital. Los aspectos de seguridad y de ciberseguridad deben quedar encima del tablero.
Es fruta y pone la cama.

Seguro que le encanta.
 
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