Al margen de izquierdas, derechas o cualquier otro punto de vista político...
Un presidente (del tonalidad que sea) sobre el que se sabe que "alguien" tiene más de 2 gigas de información de su teléfono móvil no puede seguir en el cargo.
No se "sospecha"...se sabe directamente.
La clase de chantajes que puede recibir recaen directamente sobre el pueblo español y su política interior y exterior. Y eso no se puede consentir.
Es algo mucho más grave de la tras*cendencia que se está dando a este hecho.