El Titanic se hundió por culpa de Zapatero

No hacemos más que oír hablar una y otra vez de lo mismo: que si la crisis esto, la crisis lo otro. Y hay quien tiene muy claro el culpable universal del problema: Zapatero.

El señor Zapatero no era Presidente del Gobierno cuando el Partido Popular vendió grandes empresas públicas y las colocó en manos privadas. Tampoco estaba en la Presidencia cuando Aznar, ante la boyante expansión del mercado inmobiliario, decidió liberalizarlo eliminando el requisito de ser Agente de la Propiedad Inmobiliaria para poder intermediar, dando entrada de esta forma a miles de Inmobiliarias que contribuyeron, entre otras cosas, a inflar más la especulación de la vivienda y a crear el mito de que invertir en ladrillo era la mejor inversión posible.

No fue el Señor Zapatero quien congeló por Decreto los sueldos de los funcionarios públicos, para contener el gasto y de esta forma cumplir los requisitos de la Unión Europea. Tampoco fue ZP quien diseñó la privatización del sistema sanitario creando el entramado de fundaciones sanitarias y subcontratando con empresas privadas servicios como los de ambulancias.

Pero Zapatero tiene la culpa de todo, desde luego. Yo creo que incluso tiene la culpa de que haya demasiadas viviendas a la venta a precios que nadie puede pagar. Eso es culpa suya. También tiene la culpa de que un sector de la construcción sobredimensionado gracias a los años de bonanza, a la sombra de las hipotecas sarama americanas, ahora se vea abocado a un paro. Naturalmente que es su culpa.

Pero ¿Y qué hace ZP frente a la crisis? Pues en primer lugar no la paga con los empleados públicos, a los que no les regatea el sueldo como hizo Aznar, sino que por el contrario, aumenta su apuesta por el empleo, ofertando las oposiciones más importantes desde hace años. Quienes opositen a los Cuerpos de Justicia saben bien de lo que hablo.

Lo fácil para ZP sería congelar oposiciones, congelar sueldos, amortizar las plazas de los funcionarios que se van retirando por jubilación y privatizar, sobre todo mucha privatización. Pero en vez de hacer eso, mantiene el tipo y tira para adelante, asumiendo el déficit público como nos enseñó el economista Keynes.

Qué fácil es hacer caja cuando tienes para vender empresas financiadas durante décadas con impuestos de todos los españoles. Lamentablemente, ZP no tiene mucho que privatizar, salvo los servicios esenciales que aún permanecen en manos del Estado. Pero no sólo no los privatiza sino que los refuerza. ¿Que hacen falta más funcionarios de Justicia?, ZP convoca más oposiciones; ¿Que hacen falta más funcionarios de Ministerios? ZP ordena que se convoquen más plazas.

Pero señor ZP, lo siento mucho, a estas alturas todo el mundo sabe que es usted culpable incluso del naufragio del Titanic. Alguien tenía que pagar la crisis. PAGAR, ¿entiende usted el significado de la palabra?. Y la congelación de sueldos que realizó Aznar sólo fue el anticipo del precio. Usted hundió el Titanic y lo sabe bien. ¿Cómo? No lo sabemos, pero seguro que Don Mariano Rajoy nos lo explicará algún día.

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No era una mera guerra civil. Era una guerra de exterminio. Una guerra donde cualquiera podía ser llevado ante las tapias del cementerio y ajusticiado allí mismo, por rojo, por comunista o por lo que le diera la gana al criminal de turno.

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