Sí y más o menos eso hacíamos, pero comíamos fatal. Me la pasé a base de galletas del supermercado cuando comía, y una vez me acuerdo que compramos un montón de fruta y nos pipamos.
El mayor problema es que en Niza suele acabar gente de bastante poder adquisito del resto del mundo y estaba rodeada de pijas pero de las de verdad. Una vez fuímos a comer (bueno, ellos) y se pidieron una fuente de ostras que vaya tela. Yo con la excusa de que ya había comido... jolín nunca me he sentido tan fuera de lugar. Pero en realidad está guay porque conoces gente de todo tipo.
Eso sí para comer no tenía, pero me la pasaba de fiesta en Mónaco
. Entramos en una discoteca, no tenía ni la edad, por la puerta de atrás y no nos cobraron... yo no me di ni cuenta. Me acuerdo que valía tener una mesa un dineral que no era normal, mil euros o algo así, un precio desorbitado. En fin un mundo paralelo al mio
, yo era una lonchafinista aguja en un pajar.
