Hoy día la familia se ha convertido en un medio para el adobado, el cochazo y el cuento feliz triunfador que mucha gente ha tenido metido en la cabeza. La familia está dando las últimas bocanadas en Occidente. Todavía el burbujón hipotecario ha hecho de la necesidad virtud y no pocos se emparejaban para que les dieran la hipoteca.
La crisis y las leyes feminista radicals han hecho el resto. Particularmente para los varones.