El secesionismo catalán ¿es el golpe de Estado más largo, con más implicados en la trama y más caro?

La ex fiscal general del Estado y representante del Ministerio Público en el juicio del «procés» Consuelo Madrigal definió ayer como «conflicto sin precedentes» el que vive actualmente España, provocado principalmente por la situación en Cataluña tras el referéndum ilegal del 1-O y la reciente sentencia del Supremo, donde, en cambio, se tildaba de mera «ensoñación» todo lo relacionado con ello. Un conflicto, añadió Madrigal, en el que identificando las reglas de la mayoría con el principio democrático se opone la «voluntad de una parte importante, pero ni siquiera mayoritaria, del pueblo catalán» a la resistencia del Estado «a comprometer la soberanía nacional que reside en todo el pueblo español». Estas consideraciones las realizó Madrigal durante su discurso, «Malestar y esperanza en nuestra democracia», de inauguración del curso en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.

En este sentido, y cuando apenas ha tras*currido una semana desde la sentencia del Supremo del «procés», Consuelo Madrigal incidió en ese tema al señalar que «una voluntad constituida en poder territorial... recurre a las emociones identitarias y a la retórica de los derechos para vestirse de libertad».

Por ello, pidió respeto a la legalidad vigente, toda vez que es un requisito «imprescindible en una democracia legítima», legitimidad que, añadió, debe asentarse en razones «más profundas que la aritmética, razones que enlazan con la Justicia y la libertad». De esta forma, puso en valor la primacía de la vigente Constitución; primacía que, afirmó, «no es militante» ni exige «adhesión positiva», pero sí que impone «respeto y cumplimiento».

Junto a ello, puso de manifiesto que la Constitución y la libertad se han situado «peligrosamente» en el centro del debate político y que, con frecuencia, se invoca esa libertad para justificar «el incumplimiento de las leyes «o la violación de la libertad de otros».

En otro momento de su discurso, abogó por la necesidad de que las fuerzas políticas logren los grandes pactos de Estado, como el de Justicia, para lograr un sistema de Justicia que sea «realmente independiente en su gobierno y en la cúpula del Tribunal Supremo y el TC».

Consuelo Madrigal aludió igualmente en su intervención a la «irrupción vigorosa del populismo» en no pocos países, algo que, señaló, «es otro detractor de la calidad democrática», toda vez que ese populismo, sea del signo que sea, «desconoce el valor de las instituciones y los procedimientos» y «agrava los problemas reales de la democracia». Pero, a la vez, especificó que es necesario no olvidar que ese fenómeno surge, precisamente, de la indignación que esos problemas provocan.

Por otro lado, la ex fiscal general del Estado criticó en su discurso el abuso por parte de los gobiernos del Decreto-Ley y «la inflación inasumible de leyes estatales y autonómicas» que pueden incluso provocar «inseguridad jurídica y deficiente cumplimiento» de las mismas.​