Se sabe que el cáliz está en León desde el siglo XI. En realidad, lo que se puede ver en San Isidoro es una supuesta copa original, el esqueleto de la parte superior, de cerámica, y un revestimiento a base de metal y piedras preciosas que la propia reina Urraca mandó colocar y que procede de Egipto.
Fernando I fue un rey muy importante y es normal que los reinos árabes de la península Ibérica le enviasen regalos. De hecho. en el museo de S. Isidoro en León, hay muchas piezas provenientes de Egipto.
Lo cierto es que la investigación de los dos medievalistas leoneses se enfrenta con el Santo Cáliz que se expone en la catedral de Valencia, y que pasa por ser uno de los "griales" "más auténticos" de cuantos se exhiben por el mundo. Hay otros candidatos, como la copa Antioquía, expuesta en el Metropolitan Museum de Nueva York, o el Sacro Catino, en Génova, también con muchos adeptos.
En San Isidoro las visitas se han disparado desde que se desveló que el cáliz de Doña Urraca es el Santo Grial. La colegiata tiene reservas hasta octubre.
La copa se puede ver en turnos de 25 personas, cada quince minutos. La entrada cuesta 5 euros.
Es difícil sacar conclusiones definitivas, pero la copa de Urraca será a partir de ahora objeto de culto y de visita. Al final, la Historia, colocará las cosas en su sitio...........o no.
Lo que está claro, es que atraerá gran número de visitantes y que tiene una antigüedad más que respetable, además del diseño, que por su sencillez podría encajar en todo esta historia.