El rostro de un criptomonguer derroido y desesperado por encontrar nuevos himbersores

Le reviento una pala en to la boca al Benito este
 
Si este tiene esa cara de oso panda con ojeras roto2me meo imaginando la cara de todos esos criptomonguers que andaban por aquí dando por pandero con el tudamún, tudamún loser:



Que si comprabais a 60k, por qué no compráis a 16k? Es lo que pregunta en el vidrio lloroso:


Hombre, respuesta sencilla:

Porque ¿Para qué voy a comprar a 16k pudiendo comprar a 1K?
 
Aquí tenéis a otro lumbreras al que podéis seguir, un calbo



Este mal vendió su oro y se fue a México con los bitcoños, como veis vive en una doritocueva con litera incluida loser: Para eso no hacía falta irse tan lejos! meparto:

Está hablando con otro criptomonguer que empieza diciendo que con un bitcoño va a comprarle leche a un granjero nonono:

Piensan que los granjeros y que el resto del mundo son fulastres como ellos.
 
Aquí tenéis a otro lumbreras al que podéis seguir, un calbo



Este mal vendió su oro y se fue a México con los bitcoños, como veis vive en una doritocueva con litera incluida loser: Para eso no hacía falta irse tan lejos! meparto:

Está hablando con otro criptomonguer que empieza diciendo que con un bitcoño va a comprarle leche a un granjero nonono:

Piensan que los granjeros y que el resto del mundo son fulastres como ellos.

Son patéticos, desde la habitación de casa de sus padres.
 
La recogida de beneficios de las estafas piramidales es lo que hace que toda la farsa se derrumba.

Las ganancias especulativas salen del dinero de los orates puesto que no se produce nada.

Como en todos los timos, atraen a los avariciosos haciéndoles creer que van a estafar a otros en un futuro próximo sin darse cuenta que ellos son los estafados.

Es la normalización de la usura judía en gran escala, que para eso ganaron la llamada segunda guerra mundial.

Era la razón por la que los echaban de todos los países donde reculaban para saquear y engañar a los agricultores y quedarse con sus tierras a cambio de préstamos impagables y otros trucos que siguen funcionando desde principio de los tiempos. Hasta los monos saben engañar a otros monos.



 
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