Noticia: El retraso de la maternidad en españa, la situación perfecta para el multimillonario negocio de la reproducción asistida

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Congelación de óvulos a 4.000 euros, fecundaciones 'in vitro' a 5.000 y ovodonaciones a 8.000: el multimillonario negocio de la reproducción asistida​

La edad cada vez más elevada de las mujeres que se deciden a tener un hijo lleva en volandas a las clínicas de reproducción asistida, una actividad de lo más rentable. Además, muchas extranjeras se suman al turismo reproductivo en España.
  • MARÍA CORISCO
Actualizado Lunes,17junio2024-02:15

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Congelación de óvulos a 4.000 euros, fecundaciones 'in vitro' a 5.000 y ovodonaciones a 8.000: el multimillonario negocio de la reproducción asistida

LUIS PAREJO
Tuve a mi primer hijo a los 35 años y se me consideró clínicamente como primípara añosa. Aquello sonaba fatal, casi tan mal como un embarazo geriátrico. Era el año 2000, y de entonces a hoy las cosas han cambiado mucho. Tanto, que ahora un 11% de los nacimientos en España se dan en mujeres que tienen más de 40 años, un porcentaje que nos eleva al primer puesto en el ranking mundial.
Que se haya demorado tanto la edad de la maternidad, y que ahora sea de lo más común tener hijos pasados los 35, no significa que no haya consecuencias demográficas, médicas y sociales. Según la Sociedad Española de Fertilidad, "los problemas de fertilidad afectan al 15% de la población en edad reproductiva de los países occidentales, es decir, a 1 de cada 6 parejas, tendencia que experimenta una evolución creciente". Es el mensaje: cuantos más años tengas, más complicado será conseguir un embarazo. Si a eso se le suman otros movimientos sociales, como la maternidad (o paternidad) en solitario, o entre parejas del mismo sesso, podemos entender el auge de los centros de reproducción asistida, a los que cada vez acuden más personas para conseguir una gestación.
Pongámoslo en números: el porcentaje de nacidos tras una técnica reproductiva roza el 11%, de acuerdo con los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) durante el último trimestre de 2021 y los tres primeros de 2022. Por su parte, el Registro Nacional de Actividad 2021-Registro SEF (un informe estadístico de tratamientos de reproducción asistida en el que participan todos los centros de fertilidad españoles) señala que, en 2021, se llevaron a cabo 165.453 ciclos de fecundaciones 'in vitro' (FIV) y 33.818 inseminaciones artificiales (IA). Estas técnicas dieron lugar al nacimiento de 40.638 bebés, lo que representa un incremento del 33,3% de nacimientos.
"Aunque una buena parte del aumento de las cifras de este registro está justificado por ser un año postpandemia, en el que se recuperan los planes reproductivos, no perdemos de vista cómo crece cada año la infertilidad en España; y lo hace, entre otros motivos, por el retraso de la maternidad y la paternidad", explica el doctor Juan José Espinós, presidente de la SEF. De hecho, el número de nacimientos por reproducción asistida se incrementó un 8,5% con respecto a 2019, antes de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
Por su parte, la doctora Irene Cuevas, coordinadora del registro, apunta que "2021 fue el año en el que se recuperó la normalidad y se confirma el incremento anual de tratamientos que se apreciaba año tras año antes de 2020. La cifra, si cabe, es superior, ya que hay que añadir los casos acumulados del año previo y que no se pudieron realizar por razones obvias. De ahí, el gran incremento de ciclos de crioconservación respecto a 2020".

Un negocio (privado) muy próspero​

Es un sector en alza. Y también lo es el dinero que mueve. Según el Observatorio Sectorial DBK de INFORMA, "los centros privados especializados en la realización de tratamientos de reproducción asistida generaron un volumen de negocio agregado de alrededor de 630 millones de euros en 2023, lo que supuso un crecimiento cercano al 5% respecto al año anterior". Si a eso le sumamos la parte pública, el valor total de estos tratamientos para 2023 "se estima en 820 millones de euros, correspondiendo el 76,8% a centros especializados de titularidad privada, el 11,7% a hospitales públicos y el 11,5% a clínicas privadas".
Para entender el volumen de negocio de la reproducción asistida hay que ir más allá del número de nacimientos: que hayan nacido 40.000 bebés en 2021 es sólo la punta del iceberg, "porque rara vez se consigue una gestación al primer intento; lo habitual es que haya que hacer varios ciclos, y aun así muchas veces no se termina consiguiendo el embarazo", señala la doctora Marta Méndez, especialista en fertilidad. De hecho, vemos que, sólo en ciclos de FIV e IA, ese año hubo cerca de 200.000 procedimientos.
Un vistazo a los precios de las diferentes técnicas nos acerca más a la situación: de media, una inseminación artificial ronda los 700-800 euros; una FIV o una microinyección espermática (ICS), entre 4.000 y 5.000 euros; una ovodonación, en torno a 7.000-8.000 euros; un método ROPA (recepción de óvulos de la pareja para que dos mujeres puedan ser madres biológicas), unos 5.000-6.000 euros. A todo esto hay que sumar los estudios de fertilidad, los medicamentos, las pruebas...
Mirando al futuro, otro nicho de negocio que está viviendo un auge es el de la preservación de la fertilidad. Cada vez son más las mujeres que, previendo que no van a querer ser madres hasta después de los 40, deciden criopreservar sus óvulos mientras aún están frescos. Así, mientras en 2010 tan sólo 281 mujeres se sometieron a este procedimiento, en 2021, según datos de la SEF, fueron 7.712. De ellas, una tercera parte lo hizo debido a alguna patología médica (por ejemplo, para preservar su fertilidad antes de un tratamiento oncológico), pero el resto no tenía motivos médicos. En cuanto al precio de este procedimiento, está en torno a 2.000-4.000 euros, a los que hay que sumar una cifra anual por mantenimiento (unos 300 euros).

Turismo reproductivo​

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Shutterstock
Estamos a la cabeza en embarazos de mayores de 40 años, y también en lo que se refiere al fenómeno conocido como turismo reproductivo. En la actualidad, se estima que en torno al 11% de los tratamientos realizados en España (unos 22.000) se han hecho en pacientes internacionales. Según explica el doctor Joaquín Llácer, director médico de Ginefiv, "el objetivo de los viajes para someterse a un tratamiento de fertilidad es dar solución a las dificultades reproductivas que no gozan de una cobertura tan amplia en el extranjero como en nuestro país". Añade también que la mayoría de estas mujeres "proceden de Reino Unido, Francia, Alemania e Italia".
Así es: a diferencia de en otros países, en España cualquier hombre o mujer, con independencia de que tenga o no pareja, o de su orientación sensual, puede someterse a un tratamiento de reproducción asistida. Esto es especialmente importante en el caso de la donación de ovocitos: en nuestro país se llevan a cabo más de la mitad de los tratamientos de ovodonación que se realizan en Europa, permitiéndose la maternidad en solitario o en parejas de mujeres.
Además de esta legislación considerada flexible, las pacientes extranjeras también tienen en cuenta la alta especialización y formación de los profesionales españoles, así como el hecho de que las listas de espera sean prácticamente inexistentes.
En cuanto al negocio que mueve este turismo reproductivo, se estima en unos 700 millones de euros anuales, pues no sólo se tiene en cuenta la parte clínica, sino también la logística de viajes, alojamientos y manutención durante la estancia.

¿La ciencia al rescate de lo social?​

Se trata, pues, de un negocio boyante, pero también muy concentrado: en el primer trimestre de 2024 operaban en España 308 centros de reproducción asistida; de ellos, más del 65% están ubicados en Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía. Y los cinco primeros operadores concentran más de la mitad del volumen de negocio de los centros especializados.
El principal operador es, sin duda, el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), que cerró el año 2022 facturando cerca de 210 millones de euros en España y 470,2 millones de euros a nivel global (su segundo mercado es Estados Unidos). El beneficio fue de 60,5 millones de euros. Este grupo, que se gestó precisamente en Valencia, fue adquirido por KKR, un gigante alemán que también se hizo con GeneraLife y que acaba de comprar a Fresenius las clínicas de reproducción asistida Eugin.

Porque sí, lo atractivo de la situación ha hecho que se fijen en el sector fondos de inversión y firmas de capital riesgo, y que entre también capital procedente de nuevos grupos especializados extranjeros.
Y el camino parece que no ha hecho sino empezar. "Los hábitos de vida actuales y los cambios sociales están poniendo en peligro el remplazo de nuestra población en futuras generaciones", advierte Juan José Espinós, y recuerda que desde la SEF hace tiempo que piden al Gobierno activar planes de concienciación y prevención que ayuden a rebajar "la exigua" tasa de natalidad y de fecundidad de España. "La ciencia está haciendo todo lo que puede para corregir lo que social y económicamente no somos capaces de hacer. Si seguimos así, la labor médica-científica no va a ser suficiente en años venideros", concluye el experto.
 
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